- Todos los sectores económicos son conocedores de los retos de futuro de la ciudad y también de los requerimientos que condicionarán el éxito de Barcelona como metrópoli internacional generadora de empleo, conocimiento e innovación.
La totalidad de los sectores económicos que movilizan la actividad de Barcelona y que representa Foment del Treball piden al ayuntamiento de la ciudad que antes de avanzar definitivamente en nuevos proyectos de transformación urbanística de gran relevancia es necesario “analizar su impacto económico a partir de indicadores que estarán condicionados por la movilidad, el estilo de vida, el consumo energético, el comercio y el turismo de la Barcelona del futuro”. Foment del Treball asume las reivindicaciones de todos los sectores que representa y advierte que es un error tomar decisiones sin el diálogo y el consenso necesario entre los actores que participan de la actividad económica de la ciudad y que son conocedores, no sólo de los retos del futuro en cada uno de sus ámbitos de actuación, sino también de los requerimientos que condicionarán el éxito de Barcelona como metrópoli generadora de empleo, conocimiento e innovación.
El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, apunta que la propuesta que avanzó ayer el Ayuntamiento de Barcelona “es un proyecto de largo alcance, y sería adecuado abordar un amplio debate sobre el mismo”. Foment desea iniciar una etapa de diálogo con el consistorio barcelonés y dejar atrás “las políticas en base a hechos consumados que presionan innecesariamente un debate que debería ser sosegado y amplio, sin prisas y sin apriorismos. Se debe apostar por una movilidad diversa, sin excluir ningún modo concreto, porque todos son complementarios”
Los sectores económicos participan de una Barcelona próspera en el siglo XXI, pero ignorar el conocimiento que acumula, por ejemplo, la industria del automóvil sin considerar las aportaciones en cuanto a movilidad e innovación es un “despilfarro” que la ciudad no puede permitirse. En el futuro dispondremos de vehículos cada vez menos contaminantes, autónomos e inteligentes, por lo que retraer del Eixample un elevado nivel de tráfico sin calibrar por dónde irá, y sin prever el nuevo paradigma en cuanto al consumo de energía, y sin considerar factores como la evolución del transporte público o las necesidades de movilidad de sus ciudadanos, profesionales o turistas, nos hace prever desajustes en cuanto a las previsiones que deben incorporarse en proyectos transformadores de tanto calado. “Hay que abordar el futuro de la ciudad con visión a largo plazo y planificar la ciudad del siglo XXI, como ya lo hizo en el s. XIX, Ildefons Cerdà. Es imprescindible un debate extenso, sincero -sin hechos consumados- y constructivo”.
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