- Ante el indispensable incremento del gasto público por la pandemia, es urgente la rendición de cuentas y la evaluación sistemática de las políticas públicas.
- Las agencias independientes como AIReF deben ser reforzadas y dotadas de nuevas funciones.
- Conviene el compromiso reforzado de las instituciones parlamentarias para avanzar en la indispensable y urgente reforma de la función pública.
El presidente de Foment y del lnstituto, Josep Sánchez Llibre, el vicepresidente coordinador, Jordi Alberich, y la vocal, Rosa Nonell, han presentado el informe: Una Estrategia para evaluar las políticas públicas.
En el contexto de la crisis sanitaria y sus consecuencias sociales y económicas, el Instituto de Estudios Estatégicos de Foment del Treball señala que “la dinámica de mayor gasto público en los próximos años, para recomponer los destrozos de la pandemia, y la necesidad de una mejor provisión estable de servicios públicos esenciales, como sanidad y educación, convierte en indispensable y urgente la rendición de cuentas y evaluación sistemática de las políticas públicas. A este fin contribuirá un compromiso reforzado de las instituciones parlamentarias, pero, tanto o más importante resultará la asignación de recursos y competencias a organismos independientes y especializados, como los señalados en el presente documento. Pero todo ello sólo resultará eficiente y sostenible si va acompañado de un ambicioso proceso de reforma y modernización de la función pública”.
Asimismo, “las aportaciones deberán ir acompañadas de reformas en las políticas públicas, que favorezcan el buen fin y consistencia de las inversiones. Así, se consideran actuaciones en ámbitos como educación, mercado de trabajo, innovación, y transparencia”.
Con estos objetivos, el Instituto de Estudios Estratégicos de Foment valora como fundamental entender las exigencias europeas para aplicarlas no únicamente en el caso del fondo Next Generation y para abordar “una de las carencias que lastran nuestro desarrollo: la ausencia de una evaluación sistemática y coordinada de las políticas públicas”.
Ante el crecimiento extraordinario del gasto y con un gran protagonismo del sector público en la reconstrucción, el think tank de Foment subraya que “nos corresponde elaborar una estrategia conjunta de país, que debe empezar por consensuar sus criterios básicos”.
Esta estrategia debe incorporar la imprescindible rendición de cuentas para aportar una mayor calidad institucional y para favorecer un crecimiento económico, sostenible e inclusivo. Además, “en paralelo, resulta urgente articular un entramado público competente para evitar situaciones como, por ejemplo, la enorme dificultad para que el ingreso mínimo vital llegue a quienes lo necesitan”.
El Instituto de Estudios Estratégicos considera que en España disponemos de los datos y las fuentes de información adecuadas y remarca que “el problema reside en la falta de coordinación entre organismos públicos, instituciones, y entes territoriales, así como en la escasa transparencia por ofrecer datos de calidad”.
Para alcanzar la sistemática y eficiente evaluación de las políticas públicas, afirma que es necesario reforzar y dotar de nuevas funciones a organismos ya existentes como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF) que debería incorporar una nueva función: “la capacidad de bloquear y en determinados casos, de sancionar”. También se valora que el Tribunal de Cuentas y los correspondientes Tribunales Autonómicos deben contar con más recursos.
En definitiva, el Instituto de Estudios Estratégicos de Foment concluye que “toda estrategia de evaluación de las políticas públicas debe enmarcarse en el contexto más amplio de reforma de las Administraciones, con tres prioridades principales: un mejor sistema de atracción y retención del talento en la función pública; un uso generalizado de la ciencia, tecnología y conocimiento en la formulación y gestión de políticas; y una mayor coordinación entre los diversos niveles de las Administraciones Públicas”.
“Las enormes dificultades -señala el informe- para gestionar el ingreso mínimo vital, los retrasos en la percepción de los ERTE, o el mejorable historial que acumulamos en la gestión de los fondos europeos, son ejemplos paradigmáticos de la necesidad de un amplio compromiso político a favor de la puesta al día de nuestra función pública”.
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