- El presidente de Foment admite el impacto negativo, pero apunta que «hay que pasar página y garantizar más ediciones del congreso, más allá del 2021».
- Foment entiende y respeta la decisión de la patronal GSMA de suspender la edición del MWC de este año.
- En ningún momento se cuestiona la seguridad de Barcelona, Cataluña y España. Nuestro país cuenta con un excelente sistema de sanidad y servicios públicos.
El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha mostrado hoy su respeto y comprensión por la decisión adoptada por GSMA, la patronal tecnológica, que ha celebrado ininterrumpidamente en la ciudad de Barcelona desde el año 2006 el Mobile World Congress. Los empresarios catalanes lamentan el negativo impacto económico que tiene por la ciudad, para Cataluña y para España la suspensión de la principal feria tecnológica y del móvil del mundo, pero se comparte que ha sido una decisión inevitable ante la sucesiva retirada de los expositores a lo largo de esta semana.
Sánchez Llibre se ha mostrado optimista respecto al futuro de la feria en la ciudad ya que el problema ha sido global -como consecuencia del brote del coronavirus- y ha trascendido en Barcelona. De hecho, el consenso institucional no hace más que reforzar la confianza de todos los actores y consolidar el trabajo que se ha hecho a lo largo de tantos años y que ha posicionado Barcelona como la capital tecnológica del sur de Europa. El presidente de la patronal apuesta por trabajar para continuidad más allá del 2021 y las futuras ediciones. En ningún momento se ha cuestionado la seguridad de Barcelona, Cataluña y España. La ciudad cuenta con un excelente y reputado sistema sanitario y de servicios públicos.
Más de 100.000 profesionales del sector visitan la ciudad cada año durante la última semana de febrero, lo que genera 14.000 empleos temporales. El MWC tiene un impacto económico de 473 millones de euros y proyecta la ciudad de Barcelona como una de las metrópolis más atractivas del mundo para los negocios.
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