- La inversión extranjera creció a buen ritmo en España y con mayor intensidad en Cataluña, lo que refleja la confianza de los agentes internacionales hacia la economía doméstica
- Como secuela de la crisis, permanece una destrucción significativa de la empresa media y la clase media, que constituyen un importante motor del crecimiento económico y, por tanto, juegan un papel vital en el impulso de la productividad de la economía y en el mantenimiento del ritmo de crecimiento. Para consolidar la fase actual de crecimiento del PIB será entonces fundamental centrarse, esencialmente, en la creación de más empleo y así reconstituir el tejido empresarial y social perdido durante la crisis
- Las empresas catalanas, en los últimos 20 años, han pasado de exportar al exterior un 36,5% en 1995 a hacerlo un 62,3% en 2015
La economía catalana y el global del español mantienen la buena dinámica iniciada en el año 2014, a pesar de las señales de desaceleración que mostraban algunos indicadores a principios de año, la incertidumbre en el contexto internacional y la interinidad política e institucional de los últimos meses. Concretamente, en el ámbito doméstico, se está a la espera de que el riesgo político se disipe en los próximos meses con la conformación de un gobierno estatal que dé continuidad a las reformas ya la consolidación del déficit en un contexto de elevado endeudamiento público.
La expansión del PIB en España ha mantenido su ritmo de avance en el primer trimestre de 2016, fruto del impulso de la demanda interna y de una evolución favorable del sector exterior. Particularmente en Cataluña, durante los primeros meses del año, se ha comenzado a apreciar una ligera moderación del crecimiento del PIB. De todos modos, aún se mantiene parte de los efectos positivos de los factores externos que han propiciado un robusto dinamismo a la actividad económica doméstica, junto con los de carácter interno, como el aumento del empleo en línea con la evolución del PIB o la mejora del mercado financiero. Los indicadores de corta frecuencia, aunque en algunos casos denotan cierta moderación, apuntan a un comportamiento favorable de la economía.
De acuerdo con los datos de Contabilidad Nacional, en el primer trimestre, el PIB español aumentó un 0,8% intertrimestral, igual al crecimiento del trimestre anterior. Respecto al mismo trimestre de 2015, el nivel de actividad económica aumentó un 3,4%.
El crecimiento del PIB se vio favorecido por un incremento del gasto en consumo final de los hogares, que aumentó un 3,7% interanual, cifra dos décimas superior a la del trimestre anterior. Cabe señalar, que este componente del PIB continúa exhibiendo incrementos cada vez mayores en su ritmo de expansión desde su recuperación a inicios del 2014.
La inversión extranjera en Cataluña crece cinco veces más que en el global español
Además, durante este periodo, en torno a dos terceras partes de la inversión fue para ampliaciones de capital (frente a una media para España de 56,2%), lo que supone un mayor impacto sobre la producción y el empleo.
Incertidumbres
Secuelas de la crisis
La empresa catalana: de vender sobre todo en el resto de España a hacerlo mayoritariamente en el resto del mundo
Cabe decir, sin embargo, que a pesar del salto en las exportaciones en el extranjero (pasan de ser 1/3 a ser 2/3), el saldo comercial exterior sigue siendo negativo y se ve compensado por el saldo comercial interior que, como se observa en el cuadro de la derecha, se mantiene positivo.