El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha defendido iniciar un nuevo ciclo de reformas con el máximo consenso político y con la participación de los agentes sociales. Durante su intervención en el Nueva Economía Fórum destacó que es una prioridad que la nueva legislatura tenga como objetivo “una gran estrategia de reformas en el terreno económico, laboral y social, además de la necesaria revisión de la política fiscal”. Sánchez Llibre realizó su intervención ante la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, y una amplia representación de empresarios reunidos en la capital española. También estuvo presente el secretario de Estado de Infraestrucuturas, Pedro Saura, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien ha presentado su ponencia.
Durante sus palabras se mostró confiado en el retorno de las empresas que desplazaron su sede social de Barcelona -tras el 1 de octubre de 2017-, “y eso será posible como consecuencia de la progresiva normalización política en Cataluña. El retorno de las sedes sociales se podría producir en el horizonte de los años 2020 y 2021”, añadió.
Sanchez Llibre recordó que aunque se mantienen las dificultades derivadas de la cuestión catalana, y en el ámbito económico por los problemas generados por las tensiones comerciales a nivel internacional, que complican la situación europea, “no debemos desaprovechar la oportunidad de iniciar un ciclo de reformas que conjuguen estabilidad y reequilibrio social”. En este sentido destacó que la revolución tecnológica y la globalización deben ser un generador de riqueza que llegue a todos los ciudadanos, y que no lleve a una fractura social y a un hundimiento de la política tradicional, como viene sucediendo de manera generalizada en el mundo occidental”. Así insistió en que España y Europa necesitan un nuevo pacto social que mire al futuro.
Fiscalidad y economía sumergida
Del mismo modo, resalto la necesidad de iniciar la reforma para avanzar hacia una fiscalidad más competitiva que permita redistribuir la riqueza de manera equitativa y fomentar la economía productiva. En concreto, palenteó reducir las cotizaciones sociales a cargo de los empresarios a cuenta de los recursos generados por el incremento del IVA en el año 2012. También insistió en la necesidad de impulsar desde el Gobierno la lucha contra la economía sumergida, que en España alcanza un volumen similar al 25% del PIB. “Es necesario un plan a cuatro años para reducir la economía sumergida en diez puntos en relación al PIB”.
En el mismo capítulo de la reforma fiscal propuso la supresión del Impuesto del Patrimonio y reducir el Impuestos de Sociedades a un tipo más reducido del 25% al 15%.
Destacó también que el tamaño de las empresas, con una media de pymes superior a la media europea, es un lastre para nuestra competitividad. Es conveniente que las empresas ganen en tamaño para afrontar el futuro con garantías de éxito y para garantizar el acceso de más compañías a los mercados internacionales.
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