La expansión mundial de la enfermedad infecciosa COVID-19 ha generado una situación de excepcionalidad que está siendo aprovechada por actores cibercriminales. Destaca el ataque denominado ransomware -secuestro de datos- a uno de los principales laboratorios de pruebas del COVID-19 de la República Checa.
En el incremento que se ha registrado de campañas de correos con malware -amenazas informáticas en general- también cabe resaltar las que se valen de la técnica phishing o smishing –en su variante cuando el canal es un mensaje de móvil-, que actúan a través de la ingeniería social. Aprovechando el flujo informativo que ha provocado por la crisis del coronavirus, la técnica consiste en engañar a la víctima haciéndose pasar por una persona, empresa o servicio de confianza, para hacer que realice acciones dañinas para su dispositivo.
La adopción masiva del teletrabajo de forma repentina, aumenta la superficie de exposición, lo cual es aprovechado por los cibercriminales. Parte de esta actividad maliciosa ha llegado a Cataluña, por lo que la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña ha publicado un boletín en el que se describen las principales amenazas y recomienda las medidas a adoptar para combatirlas.
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