- La industria catalana reitera su compromiso con la sostenibilidad medioambiental con inversiones y el cumplimiento de la normativa, pero reclama compensaciones si se suman nuevos tributos, tal y como hacen otros países.
- El Pacto Nacional por la Industria sólo servirá si se acompaña de decisiones alineadas con una política industrial que atraiga inversiones y evite la marcha de la actividad.
- El nuevo tributo “hará menos competitiva la industria y puede afectar a la deslocalización de actividades”, afirma el documento.
- Casi todas las regiones españolas han perdido competitividad, pero no al ritmo de Catalunya.
Las comisiones de Industria, Energía y Desarrollo Sostenible de Foment han presentado hoy una declaración pública para reivindicar que se eviten y corrijan todas las decisiones que castigan a la industria y que contribuyen a la caída de la competitividad en Catalunya. En concreto, el manifiesto hace referencia a dos medidas que preocupan y provocan el rechazo de la totalidad de la industria: el nuevo impuesto sobre las instalaciones que emiten gases de efecto invernadero; y las limitaciones a la incineración de residuos, tal y como figura en el desarrollo de las medidas financieras y fiscales para 2022 -de la Disposición Adicional Segunda-.
La presión fiscal en Catalunya, que encabeza el ranking de tributos propios con un total de quince, contrasta con la media de 2,7 impuestos por comunidad autónoma en España. De estos 15 impuestos propios, 5 graban directamente a la industria, además del nuevo tributo en trámite. Las comisiones de Foment advierten que la industria en Catalunya está maltratada, en relación con el resto de comunidades autónomas. Los índices de competitividad revelan que casi todas las regiones españolas han perdido competitividad, pero no al ritmo de Catalunya.
Las comisiones de Foment del Treball, aunque admiten que el Pacto Nacional por la Industria pueda ayudar al crecimiento, sólo servirá si al mismo tiempo el gobierno de la Generalitat adopta un enfoque holístico con decisiones alineadas con una política industrial que atraiga inversiones. “Debemos hacer una política industrial ambiciosa, que rehúya de subvenciones de escasa entidad que no permiten transformar y consolidar un modelo industrial competitivo”.
Impuesto sobre emisiones de gases efecto invernadero: un tributo inoportuno y desafortunado.
En relación con el trámite del nuevo impuesto sobre las instalaciones que emiten gases de efecto invernadero, el manifiesto afirma que “es sorprendente” que se desarrolle una figura, que estaba contenida en forma enunciativa en la ley de cambio climático de 2017. El nuevo tributo “hará menos competitiva la industria y puede afectar a la deslocalización de actividades”, afirma el documento.
“Consideramos del todo inoportuna y desafortunada esta nueva figura tributaria” sentencia. Se castigará fiscalmente la actividad, y se favorecerá, en términos relativos, las posiciones de otros territorios para actividades económicas que podrían localizarse en Cataluña. Por todo ello “no es el momento ni la forma de hacerlo”. Las comisiones más vinculadas a la actividad industrial de Foment del Treball recuerdan que la Unión Europea tiene los recursos y la capacidad necesaria para desplegar coordinadamente la normativa propia que mitigue el cambio climático y así reducir las emisiones de CO2.
Prohibiciones incineradoras: perjudica a la industria
Respecto al desarrollo de las medidas financieras y fiscales para 2022 -de la Disposición Adicional Segunda- que marca un plazo de dos años para eliminar la incineración de residuos en Cataluña y la prohibición -ya en vigor- de ampliar o instalar nuevas incineradoras, el manifiesto considera que “esta barbaridad no sólo tiene repercusiones para la industria química y farmacéutica (…), supone el fin de muchas industrias.
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