- Es necesario aprobar la ampliación de ERTEs por fuerza mayor durante las fases de desconfinamiento en determinados sectores que se reactivarán de forma gradual.
- Si se implementa el plan de espaldas a los sectores, muchos deberán cerrar definitivamente sus puertas. Es necesario consultar a la patronal y los sectores de actividad.
- Se insiste en que la administración pública sea responsable del suministro de material de protección y seguridad.
- La recuperación de la actividad debe hacerse cuanto antes.
Los sectores económicos más afectados por el plan de desconfinamiento presentado ayer por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advierten que es imprescindible, para conseguir el éxito, que su implementación se haga con su acuerdo –si bien lamentan no haber sido consultados previamente-, y con nuevas medidas extraordinarias de carácter fiscal, laboral y económico que acompañen la gradualidad del fin del confinamiento. Es necesario escuchar a los empresarios y consultar a la patronal, es la reivindicación en la que coinciden los sectores del comercio, hostelería, restauración, hoteles , y cultura que son, en definitiva, de los que más depende el progresivo regreso a la “nueva normalidad” y a los que más impactan cada una de las sucesivas fases del plan.
Con la premisa de que la reactivación de la economía debe hacerse cuanto antes en condiciones de máxima seguridad y protección para trabajadores y clientes, el mundo empresarial insiste en que el suministro de material de protección e higiene corra a cargo principalmente de la administración pública.
Foment del Treball, insiste en que, con independencia del fin del Estado de Alarma, las medidas fiscales -exoneración o moratoria de tributos-, y laborales –ampliación de Erte’s por causa de fuerza mayor- se amplíen para hacer posible la implementación del plan de desconfinamientos ya que muchos negocios no podrán funcionar al 30% de su capacidad si no hay ayudas extraordinarias que compensenel déficit de trabajo y de demanda quese prolongorá en los próximos meses.
Los sectores turístico y cultural son, sin duda, los más críticos ya que el plan de desconfinamiento contempla situaciones contradictorias como, por ejemplo, la apertura de hoteles a un 30% de su capacidad, con el cierre de fronteras e incluso la prohibición de los desplazamientos interprovinciales.
Una situación muy similar es la del sector de la cultura con muchas limitaciones para la apertura de espacios de teatro y música ante la rlimitación de los aforos, lo que hace inviable su supervivencia. Sólo con ayudas públicas que lo compensen será posible iniciar la reapertura.
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