En el segundo desayuno de turismo de CETT y Foment hemos puesto el foco en la montaña de Montjuïc, una montaña ligada a la historia de Barcelona, historia con sus luces y sus sombras, que ha sido protagonista de momentos negros como los bombardeos que se efectuaron desde la misma a la ciudad en diferentes momentos del siglo XIX a los fusilamientos que se llevaron a término en el siglo XX, entre los más conocidos como el de Francisco Ferrer Guardia o el President Lluís Companys. Así como momentos de gloria como la Exposición Universal de 1929 o las Olimpiadas de 1992, uno de los mejores (si no los mejores) juegos olímpicos de la historia moderna.
La montaña de Montjuïc alberga equipamientos culturales, instalaciones deportivas y tiene una amplia extensión con una gran proporción de zona verde. Esto reafirma que nos encontramos ante la gran oportunidad de nuestra ciudad.
Después de haber superado la crisis del COVID19, donde, entre muchos otros, el sector turístico sufrió su peor crisis de la historia, que también nos ayudó a todos a reflexionar y consensuar qué tipo de turismo queríamos para la ciudad condal: un turismo que conviva con el ciudadano, que se genere un espacio donde se pueda compartir y crecer, que los visitantes se sientan barceloneses y respeten nuestras normas. Queremos que el turismo pivote en la cultura, en la gastronomía, en el deporte, en las ferias y congresos, un turismo de experiencias que encuentre nuevos polos de atracción y tenga una mejor distribución, y tenemos el reto, como todos los sectores, de realizar una transición hacía la sostenibilidad.
Con lo que una de las respuestas a este turismo que queremos es Montjuïc. Pero ¿Por qué no hemos conseguido ya que se convierta en el pulmón verde de la cultura y deportes que atraiga y absorba a más barceloneses y visitantes? ¿Qué nos hace falta?
Durante el desayuno tendremos la oportunidad de conocer los puntos de vista de unos cuantos actores principales de la cultura y el deporte de Montjuïc. Debatiremos sobre aspectos como la accesibilidad y la seguridad o cómo las sinergias entres deporte, cultura y turismo pueden convertir Montjuïc en la gran oportunidad para descentralizar la actividad turística del centro de la ciudad.
Ahora que nos encontramos ante las puertas de las elecciones municipales, es un gran momento para reflexionar y consensuar entre todos, el futuro de Montjuïc, y trabajar para que deje de ser un lugar limítrofe de la ciudad a que se vuelva un lugar central para la vida de la misma. Aprovechemos que dentro de 7 años llegará el centenario de la Exposición Universal para trazar este bonito reto.
Artículo de opinión de:
Guillermo Vallet, vicepresidente ejecutivo de los Hoteles Catalonia y presidente de la Comisión de Turismo de Foment del Treball.
Eugeni Osácar, Director de Investigación del CETT Barcelona School of Tourism, Hospitality and Gastronomy.
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