- Ante la excepcionalidad de la coyuntura económica, es necesario flexibilizar las obligaciones fiscales y facilitar la financiación para proteger la liquidez de las empresas.
La excepcionalidad de la coyuntura económica como consecuencia del impacto del COVID-19 requerirá en las próximas semanas la permanente actualización de las medidas tanto de alcance sanitario como económico con el objetivo de proteger a los ciudadanos, las familias, los autónomos y las empresas. Desde la perspectiva económica. Foment del Treball valora positivamente “el primer paquete de medidas” que aprobó ayer el Consejo de Ministros y el Consell Executiu de la Generalitat de Catalunya, y entiende que todas aquellas que refuerzan la liquidez de las empresas y autónomos son la clave para superar con éxito la crisis y acotar las consecuencias del parón de la actividad económica en algunos sectores esenciales para la economía. Por todo ello, la patronal confía en el anuncio de nuevas medidas en los próximas días ante la alerta también económica que vive el país.
Las decisiones sobre las obligaciones fiscales –flexibilizar los aplazamientos de pago de impuestos- o facilidades al crédito –línea de financiación a través del ICO- y bonificaciones a la Seguridad Social para contratos fijos discontinuos, son esenciales para reducir la tensión en las empresas y autónomos en un momento de máxima tensión económica y proteger su liquidez. Siguiendo esta tendencia, Foment sugiere que la banca privada cuente con la garantía pública para atender las necesidades de financiación de empresas y autónomos durante el período en que la crisis del COVID-19 atenaza a las empresas que sufren la caía de la actividad económica y, por tanto, de la facturación. El objetivo es preservar la liquidez de los empresas y autónomos y mitigar así las consecuencias para empleados, clientes y proveedores.
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