demeter es una empresa especializada en la ejecución de derribos por el método de la deconstrucción y descontaminación de tierras.
Para conocer en profundidad la historia de la empresa, hablamos con Manuel Algueró, CEO de demeter.
¿Qué significa la economía circular para demeter?
La economía circular es la piedra angular de nuestra filosofía como empresa, con un equipo experto en esta materia cuya experiencia se inicia en 1987. Se trata del uso eficiente del tratamiento de los residuos de los derribos y de la construcción en general, transformándolos en áridos artificiales. También descontaminamos las tierras y, mediante la remediación, las transformamos en tierras productivas.
¿Es lo mismo derribar que deconstruir?
Somos pioneros en la deconstrucción. En el año 2002 realizamos el proyecto de deconstrucción más innovador de Europa, redactado entre demeter y el Instituto Franco-Alemán de Investigación Medio Ambiental de la Universidad de Karlsruhe, para la deconstrucción de un edificio situado en el Paseo de Gracia, 82 de Barcelona.
Este proyecto significó un punto de inflexión en el tratamiento para mejorar el reciclaje de los residuos.
Antes de derribar se realiza la deconstrucción: recuperación de maderas, plásticos, textil, vidrio, papel, metales, fluorescentes y elementos banales sensibles a reciclaje.
¿Qué se hace con todos esos materiales y residuos de la construcción?
Somos (mediante la sociedad del Holding Plus Reconstrucción) socios fundadores y accionistas de la Empresa Gestió de Terres i Runes, A.I.E., sociedad asignada por la Agencia de Residuos del Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, operadora de residuos de la construcción en el Port de Barcelona.
En el año 1994 instalamos de la primera planta de reciclaje de residuos de España en el Puerto de Barcelona con motivo de la ampliación de las infraestructuras Portuarias. Las obras efectuadas a lo largo de 28 años incluyen la realización del Muelle de inflamables, Muelle adosado y Dique Sud donde se está trabajando actualmente. Se han generado hasta la actualidad 53,3 millones de toneladas convertidas en áridos artificiales que se reutilizan para el relleno del propio puerto y de la construcción en general.
Nos ha hablado de deconstrucción y reciclaje de los escombros, y ¿en referencia a las tierras contaminadas?
A partir del 1999 nos especializamos en la descontaminación de tierras. Nuestra primera obra fue para el Excelentísimo Ayuntamiento de Barcelona, descontaminando el Campo de Tiro de Montjuïc. Hasta el día de hoy, estamos realizando remediación de tierras en antiguos emplazamientos industriales que han quedado abandonados en el interior de tramas urbanas consolidadas, no dejan de ser un “subproducto” de las eras industriales históricas vividas. Por lo tanto, recuperar (descontaminar) estos espacios permiten volver a poner en movimiento estos emplazamientos y continuar el ciclo. El territorio urbano se “recicla” y vuelve a empezar.
¿Cómo descontaminamos los solares industriales contaminados?
Aquí también aplicamos la Economía Circular. Rehuimos descontaminar mediante la excavación del suelo y su traslado a vertederos de residuos. El procedimiento de limpieza que aplicamos consiste en excavar selectivamente todos los tipos de suelos que encontramos en función de su calidad ambiental.
Convertimos las obras de limpieza y descontaminación en algo similar a lo que hacemos con los desechos de casa, es decir, separamos el papel, el vidrio, el plástico, la fracción orgánica, etc. para posibilitar su reciclaje.
Excavamos de manera selectiva, separamos las fracciones, las cribamos, las analizamos en el laboratorio y finalmente las clasificamos para destinarlas a plantas de reciclaje y de valorización de suelos. Gran parte de estas tierras pueden aprovecharse para usos productivos como: terraplenes de carreteras, rellenos de muelles portuarios, nivelación de fincas, restauración de canteras y una parte se transforma en áridos reciclados para hacer pavimentos, bases de calles, etc.
Con este procedimiento actualmente estamos reciclando un 70-90% de las tierras obtenidas de las obras de limpieza y descontaminación de antiguas zonas industriales. Sólo se llevan a destino finalista (incineración o vertedero) aquellas tierras que por su grado de contaminación o peligrosidad no se pueden recuperar, por ejemplo, suelos con contaminantes tóxicos y peligrosos en concentraciones muy elevadas como cianuros, dioxinas, cromo hexavalente, arsénico y también productos líquidos en fase libre, disolventes, hidrocarburos, etc.
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