- Las soluciones individuales de los estados suponen un lastre del crecimiento económico conjunto como, por ejemplo, el Brexit. La historia, con las devaluaciones competitivas de los años 30 ya mostraron su inviabilidad y acentuó la profundidad de la crisis del crack del 29.
- La mayor complejidad política catalana y española amplia la responsabilidad política también a la oposición al romperse el bipartidismo.
- Ante un escenario de desaceleración económica internacional e interna se requiere eliminar debilidades internas. Por ello, debería disponerse de presupuestos tanto en el Estado como en la Generalitat y en el Ayuntamiento de Barcelona. La prórroga presupuestaria es la excepción, no la norma.
- No se vislumbra una crisis cercana a la luz de los últimos datos.
- Nuevamente, la política monetaria actúa para suavizar la desaceleración pero se requieren reformas estructurales que mejoren la productividad y la competitividad.
El secretario general adjunto de Foment del Treball y director del departamento de Economia, Salvador Guillermo, y el presidente de la comisión de Economía y Fiscalidad, Valentí Pich, han presentado el informe de coyuntura correspondiente al mes de agosto de 2019.
En el escenario internacional aumentan los niveles de incertidumbre (política comercial EEUU-China, Brexit, Italia, Alemania, emergentes) que se trasladan con una revisión a la baja de las previsiones a nivel global, los tipos soberanos en mínimos y una política monetaria acomodaticia con recorte de tipos de referencia en EEUU derivado de un giro de la misma.
Esta acentuación en la desaceleración se está dando también en la Unión Europea, destacando su mayor efecto en este segundo trimestre, especialmente, en Alemania e Italia, en el primer caso, derivado de las exportaciones en mayor medida, y en el segundo, por razones más internas. Debe destacarse, en el caso alemán, las mayores incertidumbres sobre el sector del automóvil y las exigencias regulatorias, por otro lado, como factores adicionales.
Se estima que se moderará el crecimiento de la economía española y catalana de cara al segundo semestre, después de un inicio de año mejor del esperado. La demanda doméstica continuará siendo el factor de impulso de la economía, aunque la reducción del ritmo de creación de empleo también la afectará más adelante. No se vislumbra una crisis cercana a la luz de los últimos datos.
En el segundo trimestre, la economía española creció a menor ritmo que en el primero. Destaca la aportación positiva del sector exterior y la aceleración del consumo, frente a la moderación de la inversión. Por su parte, la economía catalana aceleró ligeramente su avance en el segundo trimestre, pero se mantiene por debajo de la media del conjunto de España, aunque la CA de Madrid experimentó un crecimiento de su PIB en el segundo trimestre del 3,3% (siendo superior al 3,0% desde 2015).
En el mercado de trabajo español y catalán continúa aumentando el empleo y la afiliación, en un contexto de crecimiento de la población activa. Sin embargo, los ritmos de crecimiento del empleo observados comienzan a ser más moderados, en línea con la evolución de la actividad económica. Según la EPA, el empleo en España aumentó en los últimos 12 meses en 431.000, de los cuales el 90% fue indefinido.
Unos de los factores más determinantes, tanto a nivel internacional como interno, son los riesgos políticos y las tensiones que puedan estar profundizando la desaceleración económica, a la vez que fuerzan que los bancos centrales suavicen más su política monetaria para contrarrestar esa mayor expectativa de una fase de disminución del ciclo económico.
Es esencial disponer de presupuestos públicos
En este contexto, resulta esencial reducir los riesgos políticos que afectan al crecimiento económico, y que a nivel interno, sería esencial disponer de Presupuestos Públicos (tanto a nivel estatal, autonómico como local). Existe una mayor fragmentación política (vs. Un bipartidismo más marcado), en donde debe exigirse un mayor compromiso, tanto al Gobierno, por su capacidad de iniciativa presupuestaria, como a la oposición, para que la prórroga presupuestaria sea la excepción y no la norma. Resulta necesario, y más ante un contexto de desaceleración económica y de menor creación de empleo, que el conjunto de fuerzas huyan de un tacticismo a corto plazo, y se puedan incorporar y pactar en los presupuestos propuestas de las diferentes fuerzas parlamentarias.
Adicionalmente, los cambios disruptivos que se producen en la denominada economía 4.0, exigen también una estabilidad política para adecuar un conjunto de pactos, de amplio espectro político, que permitan acciones dirigidas a la mejora de la productividad, tales como la formación, una administración pública eficiente, un servicio de justicia ágil, y el desarrollo de infraestructuras, entre otros, así como acciones que refuercen la cohesión social y la sostenibilidad ambiental.
Promover un crecimiento inclusivo
Sobre el crecimiento inclusivo que la OCDE define como «lo que crea oportunidades para todos los grupos de población y distribuye los dividendos del incremento en prosperidad, tanto en términos monetarios como no monetarios, de manera justa entre la sociedad“, para promoverlo en España es necesario reforzar las estrategias en el mercado laboral, la reducción del fracaso escolar y del abandono prematuro, y reforzar la calidad del trabajo y las políticas de familia y de conciliación.
Papel relevante de Barcelona entre las ciudades globales
Cada vez más, la competencia por las actividades de alto valor añadido y la atracción
del talento en una economía globalizada se da más entre ciudades globales en lugar de entre los países, aunque siguen teniendo un papel relevante. Hoy, por ejemplo, no compite el Reino Unido vs los Países Bajos, sino Londres vs Amsterdam; y destaca ver como Londres, de ser un referente estando dentro de la UE, pierde parcialmente su atractivo por el Brexit. En este proceso de globalización y de concentración del poder económico, de la gestión de la cadena de valor y de actividades de alto valor añadido, no son muchas las ciudades que pueden participar de esta «liga de ciudades», pero Barcelona, puede jugar un papel relevante, aunque la competencia, dado el proceso de concentración, será cada vez más significativo. Desde la sociedad civil, como desde las instituciones locales, con un enfoque eminentemente metropolitano, debemos saber aprovechar las potencialidades de Barcelona y su área / región metropolitana para situarla como ciudad global.
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