Las economías de África Subsahariana aceleraron el ritmo de la actividad reformadora, con 37 países realizando un total de 80 reformas empresariales el año pasado, lo que representa un 14% más que el año anterior. El 77% de las economías africanas hicieron esas reformas, con una media de 1.7 reformas por país y siete economías de la región implementaron cuatro o más medidas en este sentido, cada una, el año pasado. Estas cifras sitúan a África Subsahariana por delante de Latinoamérica, Caribe y el norte de América en el mapa general de las reformas económicas que favorecen el clima de negocios.
Así lo afirmó hoy en la sede del Foment el Director del Grupo de Indicadores Globales del Grupo Banco Mundial, Augusto López-Claros, que presentó los resultados del informe Doing Business 2017, un trabajo que cada año permite evaluar el esfuerzo de los países por facilitar la emprendeduría y la llegada de inversiones a través de una exhaustiva medición de indicadores que afectan a 11 áreas del ciclo de vida de una empresa. El acto, organizado por Casa África en el marco del proyecto CONFIAFRICA, cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional-FEDER en el marco del programa de cooperación INTERREG MAC (Azores, Madeira y Canarias), fue inaugurado por el Director General de Casa África, Luis Padrón, y del presidente de la Comisión Internacional del Foment, Joan Canals.
En la inauguración, el Director General de Casa África, Luis Padrón, explicó que el Doing Business es el informe de referencia para evaluar el clima de negocio de los países del mundo, y que en el caso africano muestra año a año el esfuerzo que realizan por facilitar la creación de empresas y atraer inversión. Padrón dijo que es un informe muy influyente, hasta el punto que los gobiernos se esfuerzan año a año por mejorar en todos los indicadores.
El informe Doing Business muestra cómo prácticamente todos los países africanos han mejorados sus indicadores en los últimos dos años. En lo más alto del ranking africano, Mauricio es el país con mejor posición a nivel global (puesto 49), seguido de Ruanda (56), Botsuana (71), Sudáfrica (74) y Kenia ( 91). Por el contrario, los últimos países del ranking global siguen siendo, en su mayoría, africanos: República Democrática del Congo (184), República Centroafricana (185), Sudán del Sur (186), Eritrea (189) y Somalia (190).
En los dos últimos años, 18 países africanos han hecho reformas para resolver problemas de insolvencia de las empresas, 15 países han hecho reformas para agilizar la creación de empresas y la emprendeduría, 14 países han legislado para facilitar y mejorar la obtención de créditos y 8 países han regulado sus mercados de trabajo. De hecho, tres cuartas partes de las reformas realizadas en África Subsahariana en los últimos 10 años persiguieron reducir la complejidad y los costes de los procesos regulatorios.
A modo de ejemplo, en 2005, en solo 3 de las 45 economías de África Subsahariana que se medían en el Doing Business, se podría crear una empresa en menos de 20 días. Hoy, 12 años más tarde, más de la mitad de las economías africanas permiten la creación de una empresa en menos de 20 días.
El trabajo del Banco Mundial, según expuso López Claros está evidenciando como año a año se reduce la brecha entre los países subsaharianos y del resto del mundo, y permite poner el foco en algunos de los retos a los que a corto plazo se enfrentan los países africanos. Uno de ellos, por ejemplo, es el tiempo y el coste medio para realizar un trámite aduanero, tanto de exportación como de importación. En estos momentos, hace falta una media de 144 horas y 676 dólares para que un producto importado consiga entrar en un país de África Subsahariana, muy lejos de las 79 horas y 473 dólares de media global. En las exportaciones, la brecha sigue siendo amplia, porque mientras en África subsahariana la exportación de un producto tarda unas 103 horas de aduana y cuesta 583 dólares, la media global tarda 59 horas y cuesta 403 dólares. La clave, según afirma el Banco Mundial, es perseverar en la implementación de sistemas electrónicos, que son los que más impacto logran en la reducción de tiempos y costes.
Este año, Doing Business incluye un componente de género en tres indicadores – apertura de una empresa, registro de propiedades y cumplimiento de contratos-, encontrándose disparidades en 38 economías. Entre estas economías, 23 imponen más requisitos a las mujeres casadas que a los hombres casados que desean constituir una empresa. 16 economías limitan la capacidad de las mujeres de poseer, usar y transferir propiedades. Doing Business revela que, en estas economías, menos mujeres trabajan en el sector privado, ya sea como trabajadoras o como empleadoras.
En lo que se refiere a países africanos que se sitúan entre los alumnos más aventajados de la clase, encontramos territorios como Costa de Marfil. En 2008, el gobierno marfileño comenzó las reformas para facilitar los negocios en el país, aboliendo el requisito de notificación de apertura de negocio ante el Ministerio de Trabajo. Las reformas continuaron en 2012, 2014 y 2015, reorganizando la oficina legal en la que los emprendedores presentaban su documentación, creando una fila única, reduciendo las tasas de notaría, reemplazando el certificado de penales por una declaración jurada, reduciendo el capital mínimo requerido y las tasas de registro y agilizando otros procesos.
Senegal, por ejemplo, es uno de los países que ha trabajado en el último año para facilitar el registro de la propiedad con vistas a la transparencia tanto en el catastro como en el registro. Además, Senegal ha mejorado el acceso a la información sobre el crédito con una nueva oficina específica, redujo impuestos, mejoró la contabilidad y los programas informáticos para el pago de tasas e introdujo un nuevo procedimiento de conciliación para empresas con dificultades financiaras y un procedimiento preventivo de finiquito simplificado para las pequeñas empresas.
Doing Busines
Doing Business 2017 es la decimocuarta edición de una serie de informes anuales que miden las regulaciones que favorecen o restringen la actividad empresarial. Doing Business presenta indicadores cuantitativos sobre las regulaciones empresariales y la protección de los derechos de propiedad que son comparables entre 190 economías – desde Afganistán hasta Zimbabwe – y a través del tiempo.
Doing Business analiza las regulaciones que afectan a 11 áreas del ciclo de vida de una empresa. Diez de estas áreas se incluyen en la clasificación sobre la facilidad para hacer negocios de este año: apertura de una empresa, manejo de permisos de construcción, obtención de electricidad, registro de propiedades, obtención de crédito, protección de los inversionistas minoritarios, pago de impuestos, comercio transfronterizo, cumplimiento de contratos y resolución de insolvencia. Doing Business también mide la regulación del mercado laboral, que no está incluida en la clasificación de este año.
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