Una delegación de la Junta de la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT), presidida por Joan Pedrerol, ha mantenido una reunión de trabajo con el Ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, en la sede de Foment del Treball de Barcelona, con el objetivo de presentarle las necesidades del sector en materia de energía eléctrica para garantizar la competitividad y el futuro del clúster.
Las propuestas presentadas al ministro se centran en que se reconozca el carácter singular de Gran Industria para la química de Tarragona y la necesidad de un trato adecuado a las particularidades, lo que ha de permitir acceder a un precio europeo de la electricidad (un coste final de un 25% más económico que el actual) con el fin de garantizar la competitividad en igualdad de condiciones con otros polígonos europeos. Por otro lado, también se reclama dotar a las empresas de la necesaria seguridad jurídica y garantías para mantener sus instalaciones en el territorio, posibilitando el acceso a las redes cerradas y en consecuencia a mejores tarifas.
El presidente de la AEQT ha invitado al ministro a visitar Tarragona, quien ha mostrado su interés en conocer de primera mano el primer clúster químico y se ha comprometido a estudiar las propuestas presentadas por el sector.
Todo ello ayudará a garantizar la estabilidad y creación de riqueza que genera la industria química y evitar el riesgo de efecto dominó que podría afectar no únicamente al sector sino también a los distintos agentes que conforman el clúster químico de Tarragona
La energía en la industria química
Los costes de la energía eléctrica constituyen uno de los factores clave de competitividad para la industria química. Existen diversos procesos en nuestros complejos que requieren de un uso intensivo de energía eléctrica, llegando en algunos casos a constituir el primer coste de producción (incluso por delante de la materia prima y los salarios), y llega a superar el 50% de los costes totales de producción.
En el mismo territorio donde nuestras empresas químicas consumen la energía eléctrica para cubrir sus necesidades productivas se registra la concentración más importante de la península Ibérica de instalaciones de generación eléctrica de base. En nuestro territorio están ubicadas 3 centrales nucleares, 4 ciclos combinados y una central térmica, que suman una potencia total instalada de 5.300 MW. La potencia total instalada en la Gran Industria Química de Tarragona es de 442 MW y el consumo es de 3.130 GWh.
En el escenario actual, las empresas de la AEQT compiten con sus mismas compañías en el escenario europeo para captar inversiones, principalmente en los grandes complejos y clústeres de Alemania, Francia y Holanda.
La tarifa eléctrica constituye uno de los factores esenciales, que puede ser decisivo y marcar la diferencia con relación a los competidores. Al tratarse de un espacio común, como es la Unión Europea, que cuenta con una directiva comunitaria en materia energética, ese no debería ser un factor de diferenciación.
En conjunto, las empresas pagan la energía a un precio aproximadamente un 25% más elevado que los países europeos antes referidos. La Gran Industria Química de Tarragona precisa un precio mucho más competitivo que permita acceder a los mercados internacionales en igualdad de condiciones. El ahorro, en muchos casos, puede suponer la diferencia entre poder continuar con la actividad o cesarla.
Asimismo, las regulaciones en el marco energético han sufrido frecuentes variaciones en los últimos años. La necesidad de un marco jurídico estable es un factor estratégico necesario para garantizar la actividad productiva más allá incluso de una modalidad de tarifa de forma que no se perciba inseguridad jurídica en este campo que dificulte las decisiones en materias de inversión.
Por otra parte, esta Gran Industria, conformada en los polígonos químicos, deviene en una singularidad derivada en buena medida de la elevada sinergia entre los procesos y las producciones de las distintas empresas. Estas sinergias conllevan que el cese de la actividad de una planta genere graves distorsiones en el negocio del resto de empresas, produciendo un efecto negativo en cadena, con el consiguiente riesgo para las restantes empresas del sector.
El indeseado efecto dominó podría llevar a la destrucción del tejido industrial productivo del sector químico, que lideran los polígonos de Tarragona, y el efecto extensivo a otras actividades y agentes del territorio.
Actualmente hay diversas empresas que asisten al proceso de ver cómo su producción se está trasladando a plantas ubicadas en otros países europeos, por el coste más competitivo de la energía, un hecho que conlleva que las plantas locales funcionen a muy baja carga o de forma discontinua, lo que a la vez pone en riesgo su viabilidad.
El Presidente de FEIQUE (Federación Empresarial de la Industria Química Española), Luís Serrano, en la Asamblea del pasado 19 de junio, donde se presentaron resultados y las perspectivas europeas en el horizonte de 2030, declaró que “el crecimiento global dependerá de que las instituciones comunitarias y los gobiernos consideren de forma prioritaria el desarrollo de una política industrial efectiva que integre todos los factores de competitividad y garantice la solidez económica que actualmente tienen los países que disponen de sectores industriales potentes”.
Clúster químico
Las empresas de la AEQT han apostado por el futuro, esforzándose en la creación de infraestructuras propias. Actualmente la AEQT lidera el proceso de creación del principal clúster químico del Mediterráneo y del Sur de Europa, que se constituirá en el último trimestre del año, integrando los principales agentes que representan la Gran Industria Química de Tarragona: la producción (AEQT y AEST), la logística (Puerto de Tarragona), el talento (Universitat Rovira i Virgili), la investigación (ICIQ – Instituto de Investigación Química de Catalunya- con reputación mundial, y el CTQC –Centro de Tecnología Química de Catalunya-), con el apoyo del factor humano (los sindicatos) y el compromiso de las Administraciones Públicas (Ayuntamientos, Generalitat, Subdelegación del Gobierno) con los agentes económicos (Cámaras de Comercio de Tarragona, Reus y Valls).
Todo ello está basado en distintos puntales siendo el energético uno de los fundamentales como ha sido siempre desde el inicio de las primeras instalaciones del sector en el territorio Históricamente las necesidades energéticas de las empresas químicas y la legislación eléctrica vigente de cada momento han configurado una red de puntos de suministro que, en la mayoría de los casos, se ha mantenido intacta hasta hoy.
La evolución normal de estas empresas, que han sufrido diversas escisiones, ha configurado un escenario empresarial bien distinto al inicial (aun existiendo las mismas instalaciones productivas sin haber variado los puntos de acceso a la red eléctrica) convirtiéndose en una Red de distribución Cerrada, categoría contemplada en los artículos 28 y 34 de la directiva 2009/72/CE sobre normas comunes para el mercado interior de electricidad, pero que no se ha recogido en la transposición al ordenamiento jurídico estatal, Real Decreto ley 13/2012, de 30 de marzo.
Esta situación se podría regularizar reconociendo la existencia de un único consumidor ante el sistema eléctrico, dadas las circunstancias especiales de Gran Industria que concurren en los complejos industriales existentes, mediante la modificación de los artículos 76.c y 79.3 del Real Decreto 1955/2000.
La industria química de Tarragona
Las empresas químicas del polígono químico de Tarragona se implantaron en los años sesenta, convirtiéndose en uno de los principales motores económicos del territorio; por ejemplo, con la puesta en marcha de la refinería en 1976 contribuyó al relanzamiento del Puerto, al generar más del 60% del tráfico anual de mercancías.
La Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT) representa en la actualidad a las 30 empresas químicas que se ubican en el territorio, principalmente en los dos grandes polígonos del Camp de Tarragona: Norte y Sur, que generan 10.000 puestos de trabajo directos y 30.000 de inducidos, y donde se produce el 44% de los plásticos y el 25% de la química española, un sector que en 2012 registró una cifra de negocio de 55.000 M€, genera el 11% del PIB industrial, es el primer inversor en I+D+i del Estado y para 2013 prevé un incremento exportador del 4,9%.
Las características singulares de esta Gran Industria, que cuenta con un elevado índice de integración por el intercambio de productos (materias primas) y servicios en los procesos productivos, ha comportado el desarrollo de infraestructuras propias por parte de la AEQT con el fin de optimizar los recursos económicos y tecnológicos adecuados a los niveles de exigencia y calidad que contribuyen a garantizar la competitividad.
Además de la vertebración con la sociedad del entorno, cabe destacar la construcción de un rack propio, una infraestructura que comunica las industrias con el puerto que ha permitido incrementar producción y mejorar las exportaciones. También dispone de una red propia para distribución de agua, que desde diciembre pasado cuenta con una línea de agua regenerada a partir de depuradoras de aguas residuales, que es única en Europa. A final de año está previsto que entre en servicio un emisario submarino conjunto, con control de emisiones mediante una red propia de fibra óptica. Finalmente los parques particulares de bomberos, uno en cada polígono y también en el puerto, mejoran la seguridad y garantizan la intervención inmediata de los bomberos en casos de emergencia.
El factor humano, para garantizar la calidad, cuenta con la formación continuada, la formación profesional dual y la homologación de todos los trabajadores de las empresas especializadas agrupadas en la Asociación de Empresas de Servicio de Tarragona (AEST), con una plantilla de unos 4.500 trabajadores.
El Plan Estratégico de la AEQT para 2013 – 2016 se plantea como objetivos esenciales:
1. Fomentar la Competitividad y Sostenibilidad de los polígonos químicos como dinamizador de la economía
2. Impulsar el Crecimiento, favoreciendo nuevas inversiones
3. Promover la Innovación, a través del desarrollo de nuevos productos y procesos (I+D+i)
4. Fortalecer la imagen y relaciones de la Industria Química
5. Impulsar la constitución y consolidación del clúster
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