La debilidad de la economía europea se relaciona con la evolución de las economías de Alemania, Francia e Italia, y a pesar de que la economía española registra una buena marcha, se percibe la moderación en las exportaciones de bienes hacia los principales mercados de destino cuyo destino primordial es Europa.
Por su parte, la evolución del turismo internacional es muy destacada, lo que explica, en parte, la diferencia de crecimiento con otras economías europeas.
De esta forma, se mantienen las previsiones para 2025, con el diferencial de crecimiento de España frente a Europa. Así el crecimiento de la economía española para 2025 es de 2,1% según la última previsión actualizada de julio del FMI y para la zona euro de 1,5%.