- Por otra parte, tanto el FMI el OCDE señalan que la evolución de la inflación se moderará gradualmente en 2022.
El IPC continúa subiendo en septiembre, con una variación anual de 4,0% en el conjunto de España —la más alta desde septiembre de 2008— y de 3,7% en Cataluña. Desde enero de este año, el IPC ha subido 3,5 puntos.
La variación mensual, es decir, de septiembre respecto a agosto, es de 0,8%, un repunte frente al aumento de 0,5% del mes de agosto.
Destaca, como principal influencia al alza en la variación anual, el incremento de los precios de vivienda, por el aumento de la electricidad, el gasóleo para calefacción y el gas, así como la subida de ocio y cultura y de transporte (por los precios más elevados de los carburantes y lubricantes para transporte personal).
En este sentido, cabe señalar, que el índice de precios general sin productos energéticos apenas sube un 1,1%, ya que descuenta la subida tan fuerte de los productos energéticos de 28,8% anual.
Por otra parte, la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) se situó en el 1,0% en septiembre, tres puntos por debajo del índice general.
Las últimas previsiones ponen el foco en la inflación, cuyo crecimiento se moderará a partir del año que viene
Según el FMI la recuperación mundial continúa, pero ha perdido ímpetu y la incertidumbre ha aumentado.
De acuerdo al organismo, la inflación ha aumentado fuertemente en Estados Unidos y en algunas economías de mercados emergentes. La razón principal es que a medida que se levantaron las restricciones, la demanda se aceleró, pero la oferta no respondió con igual rapidez. La recuperación económica ha estimulado una rápida aceleración de la inflación este año en las economías avanzadas y de mercados emergentes, producto de una demanda sólida, la escasez de oferta y el rápido aumento de los precios de las materias primas.
El FMI destaca que la inflación aumenta a pesar de que el empleo está por debajo de los niveles previos a la pandemia en muchas economías, lo cual plantea espinosas disyuntivas para las autoridades monetarias. No obstante, el FMI prevé que las presiones de precios se moderen en la mayoría de los países en 2022.
En un capítulo especial de su informe sobre perspectivas de la economía mundial, llamado “Amenazas de inflación”, el FMI señala que “a pesar de los recientes aumentos del nivel general de inflación en las economías avanzadas y de mercados emergentes, las expectativas de inflación a largo plazo se mantienen ancladas. A futuro, se proyecta que la inflación general llegue a un nivel máximo en los últimos meses de 2021 para luego volver a los niveles registrados antes de la pandemia a mediados de 2022 en la mayoría de las economías”.
En definitiva, el FMI hace dos puntualizaciones:
- Las autoridades deben estar atentas a factores desencadenantes de una tormenta perfecta de riesgos de precios que inicialmente podrían ser benignos pero, combinados, podrían traducirse en aumentos mucho más rápidos que los previstos en los pronósticos.
- Una característica clave de las perspectivas es que hay diferencias significativas entre las economías. Por ejemplo, se proyecta que una inflación más acelerada en Estados Unidos contribuya a una aceleración en las economías avanzadas, pero se estima que las presiones en la zona euro y en Japón se mantendrán relativamente débiles.
Por su parte, la OCDE también señala que la evolución de la inflación se moderará gradualmente a fines de 2022.
Sin embargo, las perspectivas de inflación varían notablemente. Ha aumentado considerablemente en los EEUU y en algunas economías de mercados emergentes, pero sigue siendo relativamente baja en muchas otras economías avanzadas, particularmente en Europa.
La OCDE espera que la inflación disminuya; “las presiones inflacionarias deberían eventualmente desaparecer. Una vez que se resuelvan los cuellos de botella, es probable que los aumentos de precios de los bienes duraderos, como los automóviles, disminuyan rápidamente a medida que la oferta del sector manufacturero se recupere rápidamente. Aunque se están produciendo aumentos salariales considerables en algunos sectores que se están reabriendo, como el transporte, el ocio y la hostelería, la presión salarial general sigue siendo moderada”.
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