Analistas coinciden en que la incertidumbre política prolongada lastrará la economía catalana, pero también la española

La práctica totalidad  de los analistas y centros de estudio y análisis económico coinciden en sus previsiones en la consideración de que si la incertidumbre y tensión política se mantiene en Catalunya, tendrá consecuencias respecto al crecimiento de la economía catalana con la contracción del PIB entre tres décimas y 2,5 puntos porcentuales desde el 2017 y hasta el 2019. La actividad económica se ralentizaría en consumo e inversiones internacionales de forma proporcional a la intensidad de la crisis política. Pero no sólo la economía catalana resultará perjudicada, sino también la española y, en general, la “marca España” y, por lo tanto, el resto de comunidades autónomas, con especial incidencia las que se encuentran más cercanas a Catalunya como son Aragón, Comunidad Valenciana y La Rioja. La Comisión Europea, no obstante, es precavida y en su último informe de otoño señala que las reacciones del mercado a los recientes eventos en Catalunya se mantuvieron “contenidas”, aunque alerta del riesgo sobre cómo afectarán  los futuros acontecimientos políticos al crecimiento económico.

El presidente de la Comisión de Economía y Fiscalidad, Valentí Pich, y el director de Economía de Foment del Treball, Salvador Guillermo, han presentado hoy el informe “Incidencia del escenario político en la actividad económica y empresarial” en el que concluye con los indicadores más recientes de la actividad en Catalunya como son: la evolución de las cotizaciones en bolsa –pierde ritmo el crecimiento del Ibex en relación a los índices de referencia europeos-; la actividad industrial –se muestra insensible a la coyuntura política-; ventas en turismo y consumo, en general –ritmo más moderado en relación al resto de España; y matriculaciones de vehículos –caída de un 4,3%-; actividad hotelera –reducción de un 13% de la facturación.

No obstante, la patronal catalana mantiene que la economía catalana tiene capacidad para reponerse gracias al peso de la industria y siempre que se mantenga la serenidad política e institucional que evite “ambientes propicios al boicot –actualmente muy testimonial- y focalizado hacia determinadas marcas notorias que se proveen de materia prima suministrada desde comunidades autónomas”.

A pesar de que Catalunya en los últimos años ha incrementado sus exportaciones  internacionales (2/3) respecto a las ventas a la comunidades autónomas (1/3) es necesario valorar adecuadamente los flujos comerciales que son de superávit respecto a las comunidades autónomas (17.378 millones de euros). De este modo, la pérdida que pueda derivarse por un posible boicot puede afectar a la venta de bienes con el resto de CCAA.

 Salida de empresas

Respecto al cambio de sede social y fiscal que se ha producido en las últimas semanas en empresas catalanas muy relevantes, el informe mantiene que una relocalización motivada por cuestiones de carácter estrictamente jurídico o fiscal ante un elevado riesgo político, no tendría impactos muy significativos desde el punto de vista económico en el corto plazo porque la actividad de la empresa permanece en el ámbito original.

El informe realiza un detallado análisis sobre grandes, pequeñas y medianas empresas en los países europeos y su relación con la productividad y el PIB. España muestra una menor presencia de empresas medianas y grandes, respecto a otros países y éstas ocupan el 40,8% de los trabajadores. Únicamente por debajo de España se sitúa Italia donde las grandes empresas ocupan el 33,7% del empleo, y Portugal. Las empresas grandes además tienen mayor capacidad exportadora y actividad internacional. Es por ello, tan relevante aplicar y ejecutar políticas que ayuden a incrementar el tamaño de las empresas.

Respecto a la movilidad empresarial registrada como consecuencia de la convocatoria del referéndum del 1 de octubre, el informe considera que “a pesar  de los grandes atractivos y cualidades que se dan en Catalunya, que pudieran favorecer la entrada de capital exterior, será necesario disponer de un entorno de estabilidad institucional y política para revertir en los próximos meses la crisis de confianza que se ha dado en la actividad económica y empresarial de Catalunya”.