Desde noviembre de 2020, Guillermo Vallet Millet, vicepresidente ejecutivo de los Hoteles Catalonia, es el presidente de la Comisión de Turismo de Foment del Treball. Hablamos con él sobre el momento actual y los retos de futuro del sector del turismo.
El turismo es un sector económico estratégico en nuestro país y uno de los que más ha sufrido con la crisis provocada por la Covid-19. ¿En qué momento se encuentra el sector ahora mismo?
La Semana Santa ha sido punto inflexión. Las perspectivas que tenemos a futuro son buenas y esperamos un muy buen verano. Después de casi 2 años de pandemia, la gente tenía ganas de salir y retornar a su vida anterior. Todos hemos echado de menos lo magnífico que es viajar, las posibilidades de desconectar y conocer nuevas culturas. Y esto está volviendo con mucha fuerza.
Las perspectivas son buenas pero desde el sector somos conscientes que debemos ser cautos y prudentes porque vivimos en un mundo complicado y cambiante.
¿Se espera recuperar las cifras de 2019?
Depende del destino. Si hablamos de Cataluña, a Barcelona por ejemplo le faltan aún emisores turísticos muy importantes como el americano, que era el principal mercado y ahora está arrancando pero no se encuentra dónde estaba. En cuanto al mercado asiático, que en los últimos años iba creciendo, estamos esperando que abra sus puertas. Y este año, el mercado ruso que era importante para el segmento de lujo, especialmente en la costa de Tarragona, no va a estar.
Lo estamos sustituyendo por otros mercados más de proximidad y mercados europeos, que dado hay destinos complicados, ya sea por la proximidad a Ucrania o por los brotes de Covid, se están planteando viajar más por Europa.
Hay destinos que puedan hacerlo mejor que en 2019 y otros que van a estar un poco por detrás pero se están reactivando también las ferias y congresos, que es muy importante para el destino Barcelona.
¿Las ayudas recibidas han sido suficientes? ¿Cuáles son las principales necesidades del sector?
La administración ha sido muy poco sensible al sufrimiento del sector. El Covid no lo ha generado nadie pero hemos sufrido las consecuencias. La movilidad es básica para nuestro sector y ha estado totalmente o muy restringida. Al principio de la pandemia estábamos con los hoteles cerrados y luego con aperturas paulatinas y ocupaciones muy bajas con las que difícilmente podíamos cubrir los costes fijos.
Otros países han sido más sensibles a esta situación ajena al sector turístico. En Alemania, por ejemplo, daban diferentes subvenciones para los costes fijos de las empresas. En España se han aplicado mecanismos como los ERTE que han sido buenos para los trabajadores que, no habiendo actividad, no podían trabajar. Pero sin este recurso, las empresas también tendríamos que haber mandado al paro esta gente e igualmente el estado tendría que haber pagado los costes.
Los mecanismos de los créditos ICO sí que han ayudado pero al final ha conllevado que las empresas del sector han tenido que endeudarse para salir de la situación y me parece totalmente injusto. Las administraciones públicas son las que han de ayudar cuando hay una afectación general.
Las ayudas directas al sector han sido mínimas. Las grandes empresas (cadenas hoteleras, aerolíneas, etc.) han sido las grandes perjudicadas ya que han recibido la misma ayuda que las empresas pequeñas
A esto hay que sumarle el incremento de la tasa turística y que muchos municipios no han tenido sensibilidad para disminuir los impuestos y que las empresas, con la actividad cerrada, han tenido que seguir pagando los impuestos de actividad, el IBI, la basura, etc.
Cuando asumió el cargo de presidente de la Comisión de Turismo de Foment, apuntó la necesidad de colaboración entre la Administración y el sector privado. ¿Se ha producido este diálogo?
A los políticos les gusta hablar y estamos abiertos a hablar aunque estemos disgustados con el trato que se nos ha dado durante la pandemia. Debemos seguir hablando y buscando líneas de colaboración con las administraciones.
Estamos de acuerdo en que queremos potenciar las bondades del turismo y corregir aquello que sea necesario: evitar la masificación en ciertas zonas, apostar por la sostenibilidad e intentar que la riqueza que genera el turismo se reparta para que sea un gran dinamizador de la economía.
Si queremos que el turismo se mueva por otras zonas, hay que generar polos de atracción. Apuestas como el Barcelona World, Pirineos 2030 o la montaña de Montjuïc son buenos ejemplos.
La colaboración públicoprivada nos permite ser dueños del relato y decidir qué contar al mundo para que el público que queremos venga a Cataluña. Queremos pivotar en sostenibilidad, en cultura, en atraer a gente de poder adquisitivo que tenga una interacción con el territorio. Y todo esto hay que explicarlo, si no lo hacemos tendremos un turismo que quizá no es el que nos interesa.
¿Qué tipo de turismo es el que interesa?
Buscamos un turismo de conocimiento, cultural, que se mezcle con la gente, que venga a hacer negocios, que respete el destino y que no genere problemas. Queremos un turista cívico para no generar turismofobia. Ser un destino turístico tiene muchas bondades que a veces no se explican: muchas infraestructuras de Barcelona no existirían (un gran aeropuerto con conexiones directas a muchos destinos, que favorece que las empresas se puedan internacionalizar y hacer negocios); una gran red de transportes y muchas actividades culturales que tiene la ciudad y que son sufragadas por los turistas.
Las pequeñas cosas que molestan hay que intentar gobernarlas. El caso de Barcelona es un éxito que muchos destinos usan como espejo para copiarlo. Debemos estar orgullosos y gestionar este éxito para potenciar las bondades y corregir todas aquellas molestias que genera una potencia turística.
¿En qué líneas trabajáis des de la Comisión de Turismo de Foment?
Hacemos lobby con las administraciones para explicar todo lo anterior. Queremos poner en el debate público estas grandes iniciativas generadoras de turismo y que se visiten otras partes de la ciudad y de Cataluña.
También generamos debates internos sobre innovación, sostenibilidad, empleabilidad y promoción, entre otros.
¿Cuáles son las principales reclamaciones de las empresas del sector?
Los fondos Next Generation son una oportunidad para repensar la economía en general y el sector turístico en particular. Aun así, la importancia que tiene el sector en España no se ve representada con los fondos que se van a destinar al turismo. A parte de los pocos fondos, se están haciendo microacciones que no ayudan a lo que realmente necesitamos si queremos competir internacionalmente con otros destinos.
Para el sector sería importante usar este dinero para aquellas grandes atracciones turísticas y culturales que tenemos en el territorio, para arreglarlas y fomentarlas. Para hacer que destinos que están inmaduros u obsoletos se puedan potenciar para que resurjan y generar nuevos polos de atracción turística.
Debemos apostar por grandes aspectos que nos puedan posicionar como destino y que sea una gran acción de marketing y publicidad más que por pequeñas cosas que van a pasar desapercibidas y van a hacer que seamos menos competitivo que otros destinos.
¿Cuáles son los principales retos de futuro a los que deben adaptarse los profesionales del sector turístico?
Uno de los grandes retos es la sostenibilidad. El sector tiene que ir a generar un impacto 0 o el mínimo en el medioambiente. Si el consumidor no es sensible o no lo exige en la toma de decisión de la compra hace que al final sea más una iniciativa que tenga que salir de una convicción de las empresas. Si los consumidores tienen una compra responsable, acelerarán el tema de la sostenibilidad y obligarán a aquellos que no lo hacen por convicción a que lo hagan por obligación, ayudando así a todo el sector.
También debemos involucrarnos más en apoyar la cultura y tener grandes centros culturales: museos, teatros, conciertos… Hemos de implicarnos de una manera más activa en tener estas grandes instalaciones.
Otro gran reto son nuestros equipos. Somos un sector que trabaja 24 horas al día, 7 días a la semana de forma presencial y esto hace difícil la conciliación familiar y tener un horario estable. La digitalización ha permitido que muchos trabajos se puedan hacer desde casa pero nosotros no podemos ofrecer estas ventajas a los trabajadores porque el cliente requiere atención presencial.
Son grandes retos que hemos de ir trabajando y estamos viendo falta de personal. Los salarios son competitivos y trabajar directamente con los clientes genera un impacto positivo. Se trata de un tema de conciliación.
La comisión de turismo de Foment ha organizado un acto para el próximo 27 de mayo. ¿En qué consistirá?
Tendremos el primer desayuno Foment-CETT con un debate en el que participarán cinco grandes empresas que atraen turismo y que son sensibles con el territorio: La Roca Village, Primavera Sound, Port Aventura, Puy du Fou (Toledo) y Denominación de Origen La Rioja.
Son cinco ejemplos de modelos de éxito turístico que nos explicarán cómo trabajan y cómo ayudan al territorio a desarrollarse y a repartir la riqueza.
Se trata de un evento cerrado y con acceso por invitación pero se podrá seguir en abierto por streaming.
Comments are closed.