La acumulación de actividades, procedimientos, documentos y funciones de seguridad que se realizan en nombre de la seguridad, pero que no contribuyen realmente a la seguridad, es una realidad bien conocida que afecta negativamente a la eficacia de los sistemas preventivos, pero también a la credibilidad de los servicios de prevención y sus actuaciones. Esta compleja realidad se ha venido denominando «Safety Clutter» o «desorden de seguridad».
Entre otros motivos, el origen de este «desorden» radica en la necesidad percibida que tienen las organizaciones de demostrar que son seguras y de acreditar detallada y documentalmente que cumplen con lo que se espera de ellas en prevención.
Esta guía está dirigida a los profesionales de la prevención que permita conocer este fenómeno y, sobre todo, formular propuestas y criterios prácticos para reorientar la actividad de los sistemas de gestión de la PRL hacia la eficacia y la eficiencia, mejorando la calidad de sus actuaciones y, de esta manera, la prevención de los riesgos laborales, el fin último del sistema preventivo.
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