- El vehículo privado y compartido continuarán teniendo un papel protagonista en la ciudad.
- El sector de la automoción es motor de la economía en Catalunya y es, por tanto, clave para la recuperación económica.
- Barcelona requiere mantener la calidad del transporte público, en convivencia con el vehículo privado y la innovación tecnológica.
- Foment del Treball se pone a disposición del Ayuntamiento de Barcelona para revisar el nuevo plan de movilidad con el consenso de todos los agentes del sector: empresas del automóvil, tecnológicas y de infraestructuras.
La progresiva recuperación de la actividad tras la crisis sanitaria comportará cambios en la movilidad de las grandes ciudades con un previsible retorno del vehículo privado al considerarse clave en el refuerzo de las medidas de seguridad y protección, para contener los contagios y evitar rebrotes de la COVID 19. En plena reconversión y transformación tecnológica del sector del automóvil, esta nueva circunstancia obliga a acelerar la revisión de las políticas de movilidad de la ciudad de Barcelona, que actualmente tienden a limitarla incluso con nueva señalización ya pintada en las calzadas.
Foment del Treball se pone a disposición del ayuntamiento de Barcelona para contribuir al cambio de modelo y revisar el impulso del consistorio al nuevo plan de movilidad en colaboración con las empresas del sector de la automoción, tecnológicas y de infraestructuras. Sólo el sector del automóvil ocupa a 143.000 trabajadores en Catalunya.
Barcelona debe mantener la calidad del transporte público y adaptarlo a la nueva situación, pero también debe facilitar la movilidad del vehículo privado y su uso compartido. Es necesario impulsar la renovación del parque de vehículos para contribuir a la reducción de emisiones y facilitar el acceso a ayudas públicas para la progresiva sustitución de los vehículos más contaminantes.
El transporte público es esencial, pero insuficiente, y es el momento de incorporar aún más la innovación y la tecnología para la gestión global de la movilidad y evitar así el colapso de la ciudad de Barcelona cuando se den las circunstancias para la recuperación total de la actividad. La bicicleta debe tener su espacio, pero una ciudad con la disposición geográfica de Barcelona, con gran atractivo turístico y por su condición de capital de Catalunya, debe tener a punto una oferta global de calidad en todos los ámbitos de la movilidad.
Las limitaciones de tráfico con nueva señalización horizontal ya pintada en arterias importantes de la ciudad, como la Vía Layetana, no aportará ventajas significativas para el transporte en bicicleta y afectará notablemente a la movilidad motorizada en el resto de la ciudad, al menos durante el tiempo en que sea necesario contener la pandemia. En ocasiones, hay medidas que aun teniendo el propósito de reducir las emisiones tienen consecuencias contrarias. En este caso, hay un claro riesgo de incrementar la contaminación y la congestión del tráfico.
Movilidad inteligente
Barcelona, que ganó en diciembre de 2018 ser la sede central del centro de investigación europeo de movilidad sostenible del European Institut of Innovation and Technology (EIT), tiene la oportunidad de desplegar la movilidad inteligente gracias a las nuevas tecnologías. Es relevante:
- La utilización de la tecnología para favorecer la planificación de los viajes, e intentar evitar que los taxis y VTC, s circulen sin pasajeros y aprovechar todo el potencial de la T-movilidad, para aumentar su eficiencia.
- Optimizar la movilidad frente al comercio electrónico, reforzando una red de puntos de fraccionamiento de carga,
- Potenciar los aparcamientos municipales como hub de servicios, para la ciudad y sus ciudadanos, y concentrar la diversidad de servicios de movilidad disponibles: bicicletas, motos (con o sin sharing), vehículos en alquiler-à -près y car-sharing, puntos de recarga de vehículos eléctricos, puntos de recogida de productos de internet, distribución de la última milla sostenible…
- Promover una visión de la movilidad no sólo desde el ámbito de ciudad sino desde la perspectiva metropolitana, y más teniendo en cuenta la congestión en los accesos de la ciudad en las horas punta.
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