El objetivo principal de Foment del Treball en sus alegaciones, como ya hizo en su momento con la Circular 3/2020 de la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC) sobre peajes al transporte y distribución, es reducir el coste energético de la industria catalana para que le permita garantizar la competitividad con el resto del Estado y los países europeos del entorno.
La industria catalana sufre un agravio respecto a otras regiones del Estado en cuanto a los costes energéticos que se tendría que modificar para poder competir con igualdad de condiciones. Desde Foment se reclama una variación en la definición de los niveles tarifarios según la tensión utilizada en las redes eléctricas.
Con la actual propuesta, el incremento de costes de la energía eléctrica para el sector industrial catalán podría representar hasta un 14%, hecho que no ayudaría a la necesaria reactivación económica para salir de la crisis produida por la pandemia de la Covid-19.
Foment propuso en el “Plan de Choque para recuperar la ocupación” una serie de medidas para reducir los costes energéticos para las empresas catalanas, como son una gestión eficiente de los costes energéticos, la autorización de redes cerradas de distribución eléctrica, un plan de renovación de sistemas de cogeneración o la implantación del Estatuto del Consumidor Electrointensiu.
La patronal está comprometida en el logro del objetivo de neutralidad climática por el año 2050 propuesto por la Unión Europea, mediante la descarbonización de la economica y la transición a fuentes energéticas renovables, manteniendo la ocupación y evitando la deslocalización, la competitividad industrial y la creación de riqueza.
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