- La patronal catalana reclama a las administraciones públicas que defiendan los intereses de los sectores estratégicos y de sus mercados
A veces derivado de especulaciones al mercado, no necesariamente por informaciones contrastadas, se puede perjudicar la trayectoria de empresas productivas y el despliegue de sus inversiones. Así, los esfuerzos empresariales se ven reorientados para contener riesgos y situaciones de mercado, en lugar de dirigirse a desarrollar inversiones estratégicas, que en otros casos podrían haberse dado y que en determinadas circunstancias se ven aplazados hasta que se resuelva dicha situación. En el contexto actual entendemos que el caso de la compañía Grifols de los últimos días es un ejemplo. Se trata de una empresa líder en innovación y con unos activos considerados estratégicos, no solo en Cataluña, si no a nivel mundial. Las administraciones tendrían que velar por la defensa de los intereses de los sectores estratégicos y de sus mercados.
Foment del Treball plantea a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que regule y limite las posiciones especulativas de minoristas con un máximo de operaciones, con unos máximos de posiciones alcistas. Porque si no se actúa de este modo se afecta sobre un valor irreal con unos intereses a corto plazo. Por lo tanto, se debe regular y limitar las posiciones especulativas en operaciones bajistas para evitar especulaciones sobre la economía productiva.
La patronal presidida por Josep Sánchez Llibre recuerda su propuesta de hacer un tratamiento diferencial en positivo de las inversiones a largo plazo por encima de las de corto plazo, como serian, por ejemplo, los beneficios no distribuidos.
Además, la patronal catalana aprovecha para mostrar su preocupación por la economía especulativa cuando esta solo busca ganancias que se puedan derivar del engaño, la desinformación, o el beneficio derivado de informaciones interesadas para jugar en posiciones en corto. Se podría provocar inestabilidad en los mercados que solo se sustentarían en este interés especulativo contrario a la buena fe y a unos mercados de capitales mejor organizados.
Ante sospechas de un tercero, que pueden provocarse por parte de un tercero a veces de forma interesada, puede haber una sobrereacción en los mercados ante esta, que no se corresponden con la realidad de la empresa que pueda ser afectada.
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