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El Impuesto sobre las bebidas azucaradas envasadas «no favorecerá los cambios en los hábitos de consumo que justifica por motivos de salud y será soportado por el consumidor, tanto si tiene buenos hábitos alimenticios como si no»
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El Impuesto sobre Activos No Productivos, que entrará en vigor el próximo 30 de junio, no existe en ninguna otra Comunidad de España, como el de las bebidas azucaradas y otros, y además, técnicamente, existe un consenso general de que es un tributo muy difícil de aplicar y previsiblemente conllevará conflictividad y una recaudación baja
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Cataluña dispone de un total de 14 impuestos propios, cifra que supera con creces la media de tributos propios aprobados por el resto de comunidades
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Foment pide «que se reviertan los aumentos impositivos que ha sufrido la ciudadanía de Cataluña, que se han escudado durante el periodo de crisis que se ha vivido de forma tan intensa, y que no se continúe con la inercia de crear sucesivamente nuevos impuestos
Foment amenta la entrada en vigor del Impuesto sobre bebidas azucaradas envasadas que considera «injustificado» y que, además, no hace más que remachar la situación desventajosa que sufren familias y empresas en Cataluña al soportar la fiscalidad más alta de la Estado. Foment considera que, en este contexto, «el elevado número de modificaciones sustanciales que introduce la Ley de medidas fiscales, administrativas, financieras y del sector público para 2016, tanto en normativa tributaria como de tipo administrativo, puede generar inseguridad jurídica porque dificulta el conocimiento a sus destinatarios y puede conllevar incertidumbre razonable sobre la conducta exigible para su cumplimiento o sobre la predictibilidad de sus efectos».
En cuanto al Impuesto sobre las bebidas azucaradas envasadas que ha entrado en vigor y que miembros del gobierno ya han anunciado que estudian extender a otros actores del sector alimentario, Foment reitera que «no favorecerá los cambios en los hábitos de consumo que justifica por motivos de salud»: la patronal catalana concluye que «este será un tributo soportado por el consumidor, tanto si tiene buenos hábitos alimenticios como si no y que la discriminación de las bebidas azucaradas no constituye ninguna garantía para favorecer la salud de la población; parece que la finalidad del impuesto sea esencialmente recaudatoria, bajo una apariencia parafiscal«.
Creatividad desbordada en el diseño de nuevos impuestos
Foment ha manifestado su preocupación ya en reiteradas ocasiones por lo que considera «una creatividad desbordada en el diseño de nuevos impuestos» por parte de los diferentes niveles de administración del Estado. Y especialmente en Cataluña, comunidad que soporta fiscalidad para familias y empresas absolutamente desaforada en el contexto español.
En este contexto, el Impuesto sobre Activos No Productivos, que entrará en vigor el próximo 30 de junio, no existe en ninguna otra Comunidad de España, como el de las bebidas azucaradas u otros. Además, técnicamente, existe el consenso general de que es un tributo muy difícil de aplicar y previsiblemente conllevará conflictividad y una recaudación baja.
En definitiva, además, Cataluña dispone de un total de 14 impuestos propios, cifra que supera con creces la media de tributos propios aprobados por el resto de comunidades.
Validez de la Ley de estabilidad presupuestaria de 2012 y revertir los aumentos impositivos que ha sufrido la ciudadanía de Cataluña
En este contexto, Foment insiste en recordar que no comparte la derogación de Ley 6/2012, del 17 de mayo, de estabilidad presupuestaria, dado el endeudamiento de la Generalitat y que, por tanto, hay que seguir dando señales inequívocas de saneamiento de los cuentas públicas.
Asimismo, pide que «que se reviertan los aumentos impositivos que ha sufrido la ciudadanía de Cataluña, que se han escudado en el periodo de crisis que se ha vivido de forma tan intensa, y que no se continúe con la inercia de crear sucesivamente nuevos impuestos, que hacen que Cataluña se sitúe como una de las líderes en presión fiscal en España».
Reducir el déficit a costa de la fiscalidad empresarial
odo ello se suma a la adopción de medidas adicionales por parte del Gobierno de España para alcanzar el déficit el 2016, que se plasmaron en la Real Decreto Ley 2/2016, de 30 de septiembre, criticado severamente por la Junta Directiva de Foment porque entendió y entiende que se pone en peligro la liquidez a corto plazo de las empresas y critica que el cumplimiento de los objetivos de déficit pretenda resolverse casi exclusivamente a costa de la tesorería de buena parte del tejido empresarial. La decisión del Gobierno del Estado dobló el pago mínimo respecto de 2015 -del 12% al 23% – y redujo a la mitad el umbral de aplicación -de 20 millones de facturación en 10 millones.
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