- El ámbito de actuación de la Agencia es tan amplio que condiciona cualquier desarrollo estratégico en la industria, las infraestructuras, la energía, el urbanismo o la agroalimentación, entre otros. Cualquier actividad que necesite del territorio para su desarrollo.
- Es imprescindible acotar el ámbito de actuación a lo que verdaderamente hay que proteger, empezando por lo que se ha hecho mal durante años con el medio natural: la ausencia de criterios técnicos, científicos y económicos en una gestión ordenada y de calidad.
- No hay necesariamente una correlación directa entre la protección del medio natural y las medidas que la Agencia tomará, menos aún ante la ausencia de estudios de impacto sobre el tejido productivo por parte del órgano impulsor que es la Generalitat de Catalunya.
Foment del Treball exige cambios profundos porque la puesta en marcha de la Agencia de la Natura pone en riesgo el desarrollo económico y el tejido productivo porque no existe una garantía de que se realice una gestión adecuada del medio natural en Catalunya. Para promover la atracción de nuevas industrias y el retorno de las que se marcharon en los últimos años, la Agencia de la Natura debe dar un giro de 180° para generar incentivos positivos y no mayores costes. En línea con la política europea, es necesario evitar una regulación excesiva y contradictoria, simplificando trámites administrativos. Esta Agencia, tal y como está planteada en este momento, supone más burocracia improductiva y más costes para las empresas sin un retorno tangible para la naturaleza.
Según la redacción actual de la normativa, se trata de una Agencia que tendrá plenas competencias para, en última instancia, tomar decisiones sobre desarrollos urbanísticos, instalación de invernaderos, regadíos, tecnología de precisión, energías renovables, desarrollo industrial, marítimo y aéreo, infraestructuras hídricas o plantas de biomasa, entre otros. En resumen, cualquier actividad que requiera del territorio o sus recursos para su desarrollo. La creación de este nuevo organismo paralelo a la actual Administración con plena capacidad recaudatoria (el impuesto al CO2 que provoca una pérdida de competitividad con respecto a Europa y al resto de España), de endeudamiento, administrativa y sancionadora tiene un impacto muy importante sobre la actividad económica de Catalunya más allá del teórico fin inicial de conservación natural.
En este sentido, Foment exige modificar el ámbito de actuación de la Agencia, restringiendo su competencia a bosques de especial protección públicos y con acuerdos específicos, donde es más importante poner en marcha planes específicos de gestión, innovación científica y evaluación de riesgos. En este sentido, las cuestiones centrales son el ámbito de actuación, la toma de decisiones y gestión del organismo y la manera en que se ejercen las competencias propias, que puede ser tanto con una visión que promueva el desarrollo económico y la reindustrialización como con una visión restrictiva donde sólo se busque un entorno natural de postal. Es imprescindible, por tanto, acotar el ámbito de actuación a lo que verdaderamente hay que proteger, empezando por lo que se ha hecho mal durante años con el medio natural: la ausencia de criterios técnicos, científicos y económicos en una gestión ordenada y de calidad.
Ante una situación tan importante, la voz de los empresarios catalanes no puede quedar al margen cuando es más que evidente que la Generalitat pretende multiplicar el poder actual que tiene la declaración de impacto ambiental (DIA) para cualquier desarrollo empresarial. De lo contrario, el riesgo de tomar decisiones arbitrarias es muy elevado, generando desincentivos para la inversión y animando a la deslocalización. No hay reindustrialización ni recuperación posible de la confianza de los empresarios si el Govern pone en marcha instrumentos que no son neutrales a la actividad económica, sino que más bien la perjudican.
Por este motivo, Foment reclama su presencia en la toma de decisiones de la Agencia, dado que su actuación afecta de manera transversal a la práctica totalidad de los sectores económicos de Catalunya y porque, hoy por hoy, no hay necesariamente una correlación directa entre la protección del medio natural y las medidas que la Agencia tomará, menos aún ante la ausencia de estudios de impacto sobre el tejido productivo por parte del órgano impulsor que es la Generalitat de Catalunya.
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