- La patronal catalana cifra en 42.500 millones de euros la infradotación en infraestructuras en el período 2009-2023
- Josep Sánchez Llibre califica de “tomadura de pelo” una cifra “escandalosa” y reclama que las diferentes Administraciones Públicas resuelvan la situación “de una vez por todas”
Desde 2009, Cataluña sufre un problema de infradotación pública en infraestructuras por parte del conjunto de las Administraciones Públicas. Así se desprende del informe El dèficit d’inversió en infraestructures a Catalunya 2009-2023 que ha confeccionado Foment del Treball junto con la Cámara de Contratistas de Cataluña. Durante la última década, ha faltado una apuesta decidida por la inversión y las cifras de licitación en relación con el PIB se sitúan muy por debajo de los estándares europeos. En este sentido, desde 2009, el déficit de inversión acumulado se sitúa en los 42.500 millones de euros en 2023 por el conjunto de las Administraciones Públicas, en términos comparativos con lo razonablemente deseable, que es un 2,2% del PIB. El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha subrayado que se trata de una cifra «escandalosa» y que le genera «vergüenza» denunciar año tras año esta situación «intolerable», y por eso ha apelado «a la responsabilidad» de las diferentes administraciones para que resuelvan «de una vez por todas este problema».
En la presentación del informe han participado también Anna Cornadó, presidenta de la comisión de Infraestructuras de Foment; Lluís Moreno, presidente de la Cámara de Contratistas de Cataluña; y Salvador Guillermo, director de Economía de Foment del Treball. El informe presentado indica que durante el período 2009-2015, a raíz de la crisis económica iniciada en 2008, la disminución de la inversión pública en España, así como en otros estados donde el crecimiento económico fue más débil y el déficit público mayor respecto a otros países europeos, fue significativamente mucho más elevada respecto al resto de socios europeos. En este sentido, los ajustes del déficit público se produjeron por la vía de una reducción drástica de la inversión pública, en un contexto de austeridad económica en la Unión Europea. Como consecuencia, en términos comparativos, Cataluña ha perdido competitividad económica y seguiremos perdiendo si no revertimos la situación y se comienza a invertir de manera constante y planificada en las infraestructuras que necesita el país.
Además, sin lugar a dudas, esta falta de inversión en infraestructuras provoca una pérdida de bienestar y de calidad de vida en la ciudadanía, que son los principales usuarios y quienes sufren las principales carencias y deficiencias de las actuales infraestructuras. En este documento se ha hecho un estudio comparativo entre diferentes regiones europeas, con ciertas similitudes con Cataluña, sobre diferentes variables relacionadas con las infraestructuras de transporte, dejando patente ciertas infradotaciones en infraestructuras en nuestro país.
También, se han expuesto algunos ejemplos de carencias, como las de infraestructuras hídricas necesarias para mejorar la gestión del agua y para afrontar con mayores garantías el suministro de agua durante los períodos de sequía. La falta de inversión tampoco ha permitido mejorar la red de cercanías durante más de una década, donde los principales afectados son los usuarios diarios de este servicio, víctimas de afectaciones constantes, así como tampoco se ha avanzado hacia el aumento de la cuota de mercancías transportadas por ferrocarril. Si bien en la red de carreteras se están llevando a cabo actuaciones destacadas, como por ejemplo la estrategia 2+1 por parte de la Generalitat, aún queda mucho por hacer para tener una red de carreteras más segura, integrada y resiliente.
En el actual contexto, la patronal considera que hay cinco grandes proyectos de país, que pasan por la mejora de la movilidad por ferrocarril, mejora de la seguridad vial y de la interconexión entre territorios, mejora de la conectividad intercontinental, mejora en el transporte ferroviario de mercancías y el autoabastecimiento hídrico.
Por todo esto, Foment reclama una inversión recurrente equivalente al 2,2% del PIB, basada en una planificación realista y que se ejecute en el tiempo y forma planificada de manera que se garantice el bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía ante los problemas y retos que plantea el futuro.
Comments are closed.