- Josep Sánchez Llibre recuerda que “este era un impuesto que era temporal y mantenerlo parece una persecución”.
Ante algunas informaciones que apuntan que el Gobierno central intentará ampliar durante el próximo año los impuestos extraordinarios a empresas energéticas y bancos, Foment del Treball muestra su rechazo frontal a estas medidas que considera un castigo sin sentido a ciertos sectores económicos y con ánimo confiscatorio. Cabe tener en cuenta que estas figuras fiscales sobre entidades bancarias y empresas energéticas recaudaron 2.900 millones de euros en 2023. El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, considera que “el Gobierno debería repensárselo y recordar que estos impuestos eran temporales y en un contexto en el que se pidió un esfuerzo a todos, mantenerlo parece una persecución”. Estas figuras supuestamente se crearon por razones de la crisis económica, y si como el Gobierno señala estamos teniendo una recuperación destacada, y por encima de la europea, parece innecesario insistir en el mantenimiento de estas figuras extraordinarias.
El Ministerio de Hacienda publicó el pasado jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la orden de elaboración de los Presupuestos Generales del Estado de 2025 donde ya se recoge la prolongación de los dos impuestos que debían ser temporales. También debía ser temporal en su momento el impuesto de Patrimonio, único en su especie en Europa, del que Foment pide su erradicación total y por eso presentó recurso a la Audiencia Nacional, entendiendo que es confiscatorio. Si no se ganara en esta instancia judicial, Foment tiene preparado un recurso para llevar al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo la eliminación del impuesto de patrimonio. En este caso, sí que toca llevar a cabo una armonización, y hacer desaparecer, como lo han hecho los países de la UE, esta figura tributaria del sistema fiscal. Insistir en su mantenimiento no aporta nada, tan solo querer poner de manifiesto una postura ideológica, que hace tiempo que ha abandonado la totalidad de países de la UE, excepto España.
Además, durante esta semana también se ha sabido que el Ministerio de Hacienda llevará al próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del próximo mes de julio el debate sobre la reforma de la financiación autonómica una armonización del impuesto de Sucesiones y Donaciones, que establezca un tipo mínimo común para todas las comunidades autónomas. Foment considera que esta acción va contra las competencias de las Comunidades Autónomas y se suma a la carrera intervencionista del Gobierno central a nivel fiscal, hecho que frena la actividad económica y hunde la competitividad de las empresas. Lo que hace falta no es limitar la capacidad fiscal de las comunidades autónomas, sino llevar a cabo la reforma del sistema de financiación que no se ha tocado desde 2009.
Finalmente, Foment reclama deflactar la tarifa del IRPF, huyendo de la progresividad en frío, es decir, hacer pagar más a Hacienda, no porque la ciudadanía gane más, sino por el proceso inflacionista: toca ya deflactar la tarifa.
Comments are closed.