Foment del Treball considera que el precio no debe ser el único factor en la adjudicación de contratos públicos, dado la calidad del producto o servicio prestado o, incluso, la viabilidad del propio producto o servicio , si se hace bajo precios (dumping). Foment considera que, en consonancia con las nuevas Directivas europeas, hay que valorar, conjuntamente con el precio, otros factores importantes como son la calidad, sostenibilidad o la racionalidad del proyecto. Cuando la Administración, en un mercado dependiente, presiona con su poder de marcado, y obtiene precios sustancialmente por debajo coste, no hace una defensa de los intereses generales.
La dinámica imperante en las últimas décadas en cuanto a la contratación pública ha dado en nuestro país una relevancia determinante en el precio, produciéndose reiteradamente la situación de adjudicar contratos bajo el coste real del producto o servicio, lo que ha generado situaciones no deseadas, modificados en el pliego de condiciones, ampliaciones de presupuesto o, incluso, abandono del proyecto adjudicado por imposibilidad real de ofrecer el servicio.
La Administración tiene la obligación de garantizar unos bienes y servicios cuidadosos y gastar bien, con la mejor calidad-precio; no el más barato.
Esta necesidad de restar preponderancia al factor precio se puede ver, especialmente, por ejemplo, en los proyectos de ingeniería o de otros similares donde la aportación intelectual es el servicio, ya que el factor cualitativo debería ser el determinante. En este sentido, un proyecto de ingeniería de calidad optimiza y garantiza la ejecución de la obra.
En este mismo sentido, Foment del Treball ya lleva tiempo reiterando este posicionamiento mediante su pronunciamiento sobre el nuevo modelo de gestión de las infraestructuras, que presentó con el Catálogo de Infraestructuras 2015.
Por otra parte, Foment ha mostrado también su preocupación porque, a partir de la Ley de Desindexación de la Economía, las empresas no pueden revertir en la adjudicación la subida de precios de los materiales , ya sea al alza oa la baja, como se hacía a través de las fórmulas polinómicas (se ponderaba en función de los diferentes obras y de los diferentes inputs de producción). Ahora nos encontramos que proyectos firmados y calculados cuando eran más baratos los inputs en el momento de la adjudicación resultan relevantes en el de la ejecución.
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