- Se reflejará en una baja reacción de empleo que conllevará una imperceptible reducción de la tasa de paro
- Se estiman subidas del IPC en España que se moderará a lo largo de 2024
- La inflación más persistente obliga a los bancos centrales a tener unos tipos de interés altos o incluso incrementarlos
Foment del Treball observa en su nuevo Informe de Coyuntura Económica correspondiente al segundo trimestre del año, un comportamiento dispar del PIB entre las principales economías mundiales. En EE. UU. se mantuvo un crecimiento estable, mientras que en China se moderó sustancialmente la actividad. Por su parte, Alemania registró una variación nula del PIB después de la recesión técnica en los dos trimestres anteriores. La economía de Francia repuntó, y también la de Japón, pero se contrajo la de Italia. En conjunto, la tasa de crecimiento del PIB de la UE bajó a cero y la de la eurozona se mantuvo. El Reino Unido prácticamente permaneció estancado desde el segundo trimestre de 2022.
Así, las previsiones de los principales organismos internacionales apuntan a una moderación del crecimiento de la economía en 2023 que presumiblemente ya empiece en los últimos meses del año, con menos actividad comercial y una inflación menor pero aún en niveles relativamente elevados, en un contexto de crecimiento del precio del petróleo que está siendo seguido muy de cerca también por las autoridades monetarias en este ciclo de endurecimiento de la política monetaria.
En el caso de España se registró una desaceleración de la economía, en especial del consumo privado y las exportaciones (en este caso por el menor dinamismo de la economía europea que es el destino principal de las ventas al exterior españolas y catalanas). Funcas, por ejemplo, prevé un crecimiento de la economía trimestral del orden del 0,2% en la segunda parte del año, pero mejorando a partir del 2024. Se aprecia, por otra parte, que se mantuvieron las horas trabajadas, lo que implicaría un descenso de los niveles de productividad agregada. Se redujo la aportación de la demanda exterior, con un estancamiento de la industria y una desaceleración de los servicios. En Cataluña, no obstante, subieron los servicios y la industria.
El 14 de septiembre el Banco Central Europeo subió, por décima vez consecutiva, los tipos de interés, en 25 puntos básicos en esta ocasión, dejando los valores de referencia en máximos históricos: los tipos de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito subieron hasta el 4,50%, el 4,75% y el 4,00%, respectivamente. Respecto a la inflación, la autoridad monetaria europea considera que “aún se espera que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo”.
Mientras tanto, la Fed, en su última reunión del 20 de septiembre, dejó los tipos de interés en el rango de 5,25%-5,50%, aunque es probable que, tras una breve pausa, vuelva a observarse una subida de tipos este año.
Por otra parte, el mercado de trabajo muestra indicadores todavía resilientes en términos de empleo y afiliación. El empleo muestra crecimiento, pero irá moderándose en los próximos meses, con una tasa de paro estable (CEOE prevé un 12,5% en 2023 y un 12,4% en 2024).
En este sentido, la morosidad bancaria se mantiene en mínimos. Cabe recordar que esta variable está fuertemente correlacionada con la tasa de paro que, de momento, también se ha reducido. Pero, a su vez, se observa un fuerte aumento del coste del crédito, con caídas de los préstamos a hogares desde el mes de febrero, por la reducción de las hipotecas y la moderación del crédito al consumo. También se contrae el crédito a empresas.
La tendencia de la inflación general es descendente, aunque la subyacente aún permanece en niveles elevados. La inflación registrará aumentos apreciables hasta diciembre, debido a la bajada del precio de los productos energéticos a finales de 2022. Ello no implicará un repunte permanente ya que en 2024 ese efecto se habrá diluido. Según la CEOE, se espera que el año cierre con un IPC del 4,8%, mientras que para el próximo año la previsión es del 2,1%
Es importante destacar, en este sentido, el incremento del precio del petróleo, que actualmente se sitúa cerca de los 95 dólares el barril, habiendo llegado a un mínimo de, aproximadamente, 80 dólares a finales de abril.
En cuanto a las finanzas públicas, los ingresos por recaudación aumentaron debido al incremento de las rentas nominales por la inflación. En España, además, se optó por la aplicación de impuestos específicos, básicamente al sector energético y bancario, que a diferencia de otros países europeos en los que se gravaron los beneficios extraordinarios, en España fue la cifra de negocio (OCDE, septiembre 2023).
Además de nuevos impuestos como el de grandes fortunas. El debilitamiento de la economía se verá reflejado en una menor recaudación, como por ejemplo el IVA, y los ajustes que deban realizarse en relación con el déficit público tendrán que venir del lado del gasto y no de los ingresos. En este sentido, son relevantes las propuestas de política económica del Comité Ejecutivo del Foment del Treball para la mejora de la productividad dados esos menores niveles de crecimiento, y en reforzar una agenda económica y política para afrontar el debilitamiento de la economía y el estancamiento de la tasa de paro.
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