- Disponer de programas que ayuden a los trabajadores a formarse en el ámbito digital es una prioridad que hay que abordar de forma inmediata.
- Administraciones públicas y mundo empresarial tienen que coordinar planes de formación digital para todos los ámbitos profesionales.
- Es necesario recuperar los fondos para la formación, que se han reducido para atender el subsidio del paro.
Los cambios que ha generado la crisis por la COVID19 en el mundo laboral han acelerado, con pocos meses, el proceso de digitalización de muchas empresas, al confirmarse como el principal recurso para garantizar y preservar la actividad comercial y la relación con sus clientes. Si desde hace más de una década muchas las empresas iniciaron el camino de la transformación digital, en este momento todas las actividades económicas requieren de forma inmediata la visión, la estrategia y la ejecución digital si quieren tener viabilidad al mercado.
De este modo, la demanda de perfiles digitales en todos los ámbitos profesionales (marketing, financiero, tecnológico, internacional, legal…), se ha incrementado de manera exponencial los últimos meses, pero las empresas se encuentran con muchas dificultades para conseguir las personas adecuadas con la formación, recursos y habilidades necesarias para dar respuesta a las actuales necesidades del mercado de trabajo.
Por este motivo, Foment del Treball –que representa a la práctica totalidad de los sector productivos y económicos de Cataluña- propone que las administraciones públicas, en coordinación con las empresas, impulsen programas de formación en recursos y habilidades digitales y, a la vez, se promocionen las vocaciones STEM –ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas- que registran una continuada tendencia a la baja, según registran las universidades de Cataluña. Estos programas tendrían que ser, además, una gran oportunidad de reincorporación al mercado para personas que han perdido el trabajo durante la crisis por la COVID 19.
Foment presentó a principios de mayo el Plan de Choque para la recuperación económica que incluía una serie de medidas para ayudar a las empresas a impulsar proyectos de transformación digital y a la vez a tener en cuenta la necesaria formación de los trabajadores. Muchos sectores se tendrán que reconvertir y hay que formar a los profesionales que no tienen unas competencias digitales mínimas.
Las últimas cifras destacaban grandes desajustes entre oferta y demanda. Con la aceleración de la digitalización empresarial estos perfiles serán más necesarios que nunca. Hay que tomar más seriamente las necesidades laborales que requieren nuestras empresas poniendo el capital humano que tenemos en el centro del debate. La desafectación de la cuota de formación para destinarla a la financiación de otros programas va justamente en la línea contraría. Por eso reiteramos la petición de dedicar estos fondos a programas de formación.
Los gobiernos nacionales y locales tendrían que invertir a lo largo de la etapa formativa para poder aprovechar al máximo las nuevas tecnologías y trabajar conjuntamente con las empresas para lograr objetivos que respondan a las necesidades del mercado de trabajo. Disponer de programas que ayuden los trabajadores a formarse en el ámbito digital es una prioridad que hay que abordar de forma inmediata.
En este sentido, a finales del 2018 Foment se implicó en la Barcelona Digital Talent, una iniciativa públicoprivada donde están representantes de los principales actores, tanto públicos como privados, que tienen interés en atraer, captar y retener talento digital a nuestro país. Conjuntamente con Mobile World Capital Barcelona, Barcelona Tech City, Barcelona Global, CTECNO, 22@Network, Ayuntamiento de Barcelona y Generalitat, trabajan para que las empresas puedan disponer de los perfiles necesarios para liderar proyectos tecnológicos de éxito.
Recuperar los fondos para la formación
Es necesario que los fondos asignados para las políticas activas de ocupación, y que se han redirigido a prestaciones del paro como consecuencia de la crisis sanitaria de la COVID 19, se recuperen para el sistema de Formación Profesional porque del mismo modo que hay que trabajar para acabar con la emergencia sanitaria, es imprescindible anticiparse y pensar ya en la rápida recuperación de la economía.
El Ministerio de Trabajo y Economía Social informó al inicio de la crisis sanitaria de un recorte del 55,3% (más de 215 millones de euros) del capital asignado en el caso de la Generalitat de Cataluña, de forma que los recursos para atender la formación profesional y las políticas activas de ocupación quedan reducidos a un total de 173 millones de euros. Sin poner en entredicho la prioridad de proteger a la población sin trabajo, no se tiene tampoco que obviar la relevancia de apoyar a la ocupación – y la ocupación de calidad- para hacer posible que una vez se supere la pandemia, la actividad económica se recupere con vigor y contribuya así a la reducción del paro. Es esencial evitar el riesgo de que los fondos para formación resten en mínimos, cuando son más necesario que nunca equipos competitivos y muy preparados para facilitar una recuperación rápida y sólida.
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