¿Y si el currículum que descartaste era el mejor? En este artículo de AEBYS, se invita a repensar los criterios tradicionales en los procesos de selección y a valorar trayectorias profesionales no convencionales.
Los currículums impecables cuentan historias predecibles: una trayectoria lineal, ascensos progresivos y estabilidad laboral. En teoría, parecen una apuesta segura.
Pero, ¿qué pasa con esos currículums que no siguen un camino recto? Los que tienen cambios frecuentes de trabajo, pausas en la trayectoria o giros inesperados.
A simple vista, podrían parecer señales de inestabilidad o falta de compromiso. Sin embargo, en un mercado laboral en constante evolución, donde la resiliencia, la adaptabilidad y la determinación marcan la diferencia, los candidatos que han superado obstáculos pueden ser justamente el talento que tu empresa necesita.
Regina Hartley, experta en gestión del talento, lo dice claro: el currículum de una persona cuenta una historia. Y, a menudo, las historias más valiosas son aquellas que no siguen el camino convencional.
De “candidato inestable” a “candidato resiliente”: Un cambio de perspectiva
Durante años, los procesos de selección han priorizado la estabilidad y la coherencia en las trayectorias profesionales. Un currículum con múltiples trabajos en pocos años o con periodos de inactividad prolongados se ha asociado con falta de compromiso o poca claridad en los objetivos profesionales.
Pero en la realidad actual, este enfoque está quedando obsoleto.
Lo que antes se consideraba una señal de alerta, hoy puede interpretarse como un indicio de adaptabilidad y perseverancia. Veamos un ejemplo:
Antes: Un técnico de RRHH tradicional seguramente descartaría un currículum con múltiples trabajos temporales o periodos de desempleo, asumiendo que el candidato carece de estabilidad o compromiso.
Ahora: Un técnico de RRHH moderno ve en esa misma trayectoria un candidato con capacidad de adaptación, aprendizaje rápido y una ética de trabajo forjada en la necesidad.
En un entorno donde las habilidades blandas son tan importantes como las técnicas, ignorar a estos candidatos significa perder talento TOP.
Cuando la adversidad se convierte en ventaja competitiva
Muchos de los profesionales con más éxito han tenido trayectorias poco convencionales. Por ejemplo, un estudio de Case Business School reveló que una parte significativa de los grandes empresarios tiene dislexia. Lo interesante es que estos líderes no ven su éxito como un logro a pesar de la adversidad, sino gracias a ella.
¿Por qué? Porque desde pequeños aprendieron a:
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Afrontar problemas con creatividad.
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Superar la frustración y adaptarse a entornos difíciles.
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Desarrollar estrategias alternativas para alcanzar sus objetivos.
Esta misma lógica se aplica a profesionales que han tenido que superar otros tipos de barreras: quienes han enfrentado dificultades económicas, cambios de carrera inesperados o la necesidad de reinventarse varias veces.
En un proceso de selección tradicional, podrían ser etiquetados como «candidatos inestables», pero en realidad, lo que han hecho es convertir los desafíos en oportunidades. Son personas que han aprendido a moverse en la incertidumbre, a adaptarse a diferentes entornos y a desarrollar la resiliencia que toda empresa necesita.
Si el mundo laboral ya no es predecible, ¿por qué seguimos buscando candidatos con trayectorias perfectas y lineales?
Cómo reconocer el potencial en un currículum “roto”
Si quieres atraer talento con resiliencia, adaptabilidad y determinación, el primer paso es cambiar la forma en que interpretas los currículums.
En lugar de ver lagunas laborales, cambios de industria o múltiples empleos en poco tiempo como señales de alerta, es fundamental analizarlos con una perspectiva más amplia.
Detrás de cada aparente “inconsistencia” hay una historia de superación, aprendizaje y desarrollo que puede aportar un gran valor a tu empresa.
Mira más allá de las lagunas laborales
Uno de los errores más comunes en los procesos de selección es descartar automáticamente a candidatos que tienen periodos sin actividad laboral en su currículum.
Sin embargo, estos espacios en blanco pueden estar llenos de experiencias que han contribuido significativamente a su crecimiento personal y profesional.
En lugar de asumir que la falta de empleo implica falta de compromiso o inestabilidad, es mejor preguntarse: ¿Cómo aprovechó ese tiempo el candidato?
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¿Se dedicó a formarse en nuevas habilidades?
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¿Emprendió un negocio o trabajó como freelance?
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¿Asumió responsabilidades familiares que le exigieron organización, planificación y gestión del tiempo?
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¿Participó en proyectos voluntarios o en actividades que le permitieron desarrollar competencias clave?
Cada una de estas experiencias puede haber reforzado cualidades como la creatividad, la capacidad de resolución de problemas y la autonomía, todas ellas altamente valoradas en el mercado laboral actual.
Identifica patrones de esfuerzo y aprendizaje
Más allá de la cantidad de trabajos o la duración de cada uno, es importante analizar cómo ha evolucionado el candidato a lo largo de su trayectoria profesional.
Algunas preguntas que pueden ayudar a detectar un patrón de crecimiento son:
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¿Ha trabajado en distintos sectores, pero ha adquirido habilidades complementarias que pueden aportar valor a la empresa?
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¿Ha ido asumiendo roles con mayores responsabilidades a lo largo del tiempo?
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¿Ha demostrado interés por la formación continua, adquiriendo certificaciones o aprendiendo nuevas competencias de forma autodidacta?
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¿Cómo ha afrontado los cambios y qué decisiones ha tomado para avanzar en su carrera?
Un candidato que ha cambiado varias veces de empleo, pero ha demostrado esfuerzo por mejorar, aprender y crecer, probablemente sea alguien con una gran capacidad de adaptación y una mentalidad proactiva.
Escucha la historia detrás del currículum
El currículum es solo una parte de la historia de un candidato. La entrevista es el momento clave para profundizar y entender mejor su trayectoria.
En este sentido, en lugar de limitarse a preguntar por qué dejó su último empleo o por qué ha cambiado de sector, es más útil explorar cómo ha afrontado los desafíos y qué ha aprendido en el camino.
Algunas preguntas que pueden aportar información de valor son:
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«Cuéntame sobre un momento en tu carrera en el que enfrentaste un obstáculo importante. ¿Cómo lo superaste?»
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«Si volvieras atrás, ¿hay algo que harías diferente en tu trayectoria profesional? ¿Por qué?»
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«¿Qué te motivó a hacer esos cambios en tu carrera? ¿Qué buscabas en cada uno de ellos?»
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«¿Qué aprendizajes has obtenido de tus experiencias laborales que crees que pueden aportar valor a esta empresa?»
Las respuestas a estas preguntas ofrecen una fotografía más amplia del candidato, su mentalidad y su capacidad para adaptarse y evolucionar. Además, como extra, ayudan a evaluar si su perfil encaja con la cultura de la empresa y los desafíos del puesto.
La adversidad moldea el talento
No todos los profesionales han tenido una trayectoria lineal, y eso no los hace menos valiosos.
Muchas veces, las personas que han superado dificultades traen consigo una combinación única de cualidades que pueden ser clave para el crecimiento de una empresa.
Si sigues evaluando el talento solo en base a estabilidad laboral y experiencia tradicional, estarás dejando pasar a los mejores candidatos.
Por eso, es el momento de cambiar la perspectiva y empezar a ver los currículums como mosaicos, no como líneas rectas.
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