“En la escuela deberían impartirse con carácter esencial dos clases: enseñar a dar valor al tiempo, y enseñarnos a ser eficaces en su utilización. Estas dos lecciones tienen enorme interés en la infancia porque pueden ayudar a configurar la escala de prioridades del que después será joven, adulto y mayor”. Esta es sólo una de las más de medio centenar de medidas, propuestas y conclusiones que exponen en su nuevo libro Ignasi Buqueras, adalid en España de la defensa de la racionalización de los horarios, y Jorge Cagigas, directivo de Recursos Humanos, con una amplia y reconocida trayectoria profesional. La obra lleva por título “Dejemos de perder el tiempo. Los beneficios de optimizar los horarios” y representa una manual imprescindible para que todos –empresas, trabajadores, estudiantes- tomen buena nota para trabajar mejor, ser más eficientes y productivos, disponer de más tiempo y, al final, ser más felices.
Junto a los autores, en la presentación que se celebró en Foment del Treball, participaron también Fabián Mohedano, promotor de la Iniciativa para la Reforma Horaria y diputado al Parlament de Catalunya, y Nuria Chinchilla. catedrática y directora del Centro Internacional de Trabajo y Familia del IESE. Después de más de 15 años de trabajo liderado desde la Fundación Independiente, presidida por Ignasi Buqueras, y de todos los agentes del ámbito laboral para transformar los horarios, se celebra que el Parlament de Catalunya esté tramitando la Ley por la Reforma Horaria, cuya aprobación requerirá de un gran consenso, y que se prevé pueda implementarse a partir de septiembre del 2018.
La obra incluye dos decálogos de medidas para gestionar el tiempo: desde la perspectiva de la empresa y del colaborador. Aunque tal y como afirmó Jorge Cagigas “el mundo empresarial no ha sido muy receptivo”, Foment del Treball entiende, al acoger la presentación pública de este libro, que es necesario tejer todos los acuerdos necesarios en el ámbito empresarial para iniciar el cambio cultural que representa. Así el decálogo de transformación que proponen los autores desde la perspectiva empresarial son: 1. Liderar desde la confianza y el entusiasmo, 2. Dirigir por objetivos, 3.gestionar el desempeño, 4 crear una cultura corporativa del eficiente uso del tiempo, 5. Facilitar una estructura adecuada de horarios y el acceso al teletrabajo, 6. Dar valor al tiempo de las reuniones, 7. formar a los colaboradores en el buen uso del tiempo, 8.adoptar un plan integral de conciliación, 9.instaurar la figura del responsable en conciliación y 10. Evolucionar al ritmo de los trabajadores y de la empresa.
En general el concepto que agrega todas las propuestas es el de la flexibilidad. En este sentido Nuria Chinchilla se refirió a las tres “efes”: familia, feminidad y flexibilidad. Defendió que el tiempo es un derecho y una necesidad de las personas y que la transformación cultural que requiere la reforma horaria sólo puede ser impulsada por los líderes responsables en cada uno de los ámbitos institucionales y laborales.
El diputado del Parlament de Catalunya de Junts pel Sí, Fabián Mohedano, consideró que la optimización del tiempo “es una cuestión de salud pública”. Como principal promotor de la Ley por la Reforma Horaria expuso que tres años después de la iniciativa “la cuestión ya está allí donde toca: en los medios de comunicación, en la familias y en la agenda política.
Ignasi Buqueras, activista incansable y tenaz de la reforma horaria, vinculó directamente la fortaleza de una sociedad con un uso más humano y racional del tiempo. Si un ciudadano no tiene tiempo para sí mismo, ni para su familia, aún menos lo tendrá para dedicar a los temas colectivos. Recordó que de Europa, es en España donde se registra una más baja natalidad, un mayor fracaso escolar y el más elevado porcentaje de separaciones.
Pero si la flexibilidad es la cuestión clave en el uso racional del tiempo, no está reñido con uno de los principios básicos: la puntualidad. “La gestión eficaz del tiempo comienza con la pountualidad. Esta gran virtud permite al trabajador aprovechar mejor su tiempo, y es una muestra de respeto hacia el tiempo de los demás, a la vez que una mnanera de exigir respeto para el propio. Además, ser escrupuloso con la hora de entrada al trabajo dar legitimidad para serlo también con la de salida. La perspectiva de poder salir a la hora proporciona una sensación de control sobre el tiempo y es esencial para mantener alta la motivación. Todo ello desde la flexibilidad de los horarios de entrada y salida del trabajo”. Así de simple.
Comments are closed.