- Retos para que la futura acción de gobierno facilite la actividad del empresario contribuyendo a la mejora de la competitividad y el crecimiento de la pyme catalana
El Consell Territorial de la Pime (CTP) de Foment defiende la pyme como motor de crecimiento económico y social de Cataluña. Trabaja para que el marco político y económico favorezca el desarrollo de la pyme, que representa el 99,8% del tejido empresarial catalán y genera más del 65% de las afiliaciones de los trabajadores a la Seguridad Social en Cataluña.
El CTP de Foment, quiere contribuir a la difusión de las recomendaciones prioritarias para las pymes con el fin de alentar al nuevo gobierno, que saldrá de las urnas el próximo 12 de mayo, a implementar las reformas necesarias para contribuir en la mejora de la competitividad y el crecimiento de la pyme catalana.
El Consell considera que para esta nueva legislatura será crucial que se desarrollen medidas que faciliten y promuevan el crecimiento empresarial. La empresa catalana es, de media, más pequeña que en la mayoría de países europeos, lo cual disminuye la productividad media de la economía en tanto que las empresas más pequeñas asumen mayores dificultades con menos recursos. Facilitar el crecimiento de las pymes catalanas es una tarea que va en beneficio de todos: empresas, trabajadores, Gobierno y sociedad.
Por este motivo, queremos comenzar estas recomendaciones con 10 líneas básicas y generales centradas en el crecimiento empresarial. Retos para que la futura acción de gobierno facilite, y no entorpezca, la actividad del empresario para crear un entorno más amigable con la inversión a largo plazo y alejado de la creación de mercados rígidos que lastren la productividad.
- Piensa primero en lo pequeño. Toda legislación debe partir de tener en cuenta la verdadera dimensión de la empresa. Hoy se legisla, prácticamente, como si todas las empresas fueran grandes.
- Una más, (al menos) una menos. Principio de calidad normativa que debería prevalecer para evitar la sobre regulación y la burocracia. Por cada norma nueva, debería derogarse al menos una norma del mismo rango; es la única manera de contener el elevado volumen normativo que castiga especialmente a las pymes.
- Reducción de costes, cargas burocráticas y barreras reguladoras. En los últimos años, las continuadas subidas de costes aprobadas afectan especialmente a las empresas de menor tamaño, lastrando sus recursos hacia cuestiones no productivas y menguando por tanto su potencial de reducir costes, cargas burocráticas y regulación, ibreraría los recursos de las empresas que podrían utilizar en su inversión, expansión y crecimiento.
- Hacer efectivos los escalones reguladores después de cuatro años consecutivos de cumplimiento de los requisitos. Esto evita que se disparen por un crecimiento circunstancial y da tiempo a la pyme para seguir creciendo, por lo cual el umbral regulador deja de ser un obstáculo.
- Medidas que promuevan y hagan muy atractiva la fusión de empresas. Por ejemplo, con deducciones fiscales que compensen los costes de fusionarse, un régimen temporal específico que brinde facilidades laborales, tributarias.
- Medidas que promuevan la profesionalización de la gestión de las pymes catalanas, así como la formación y el reskilling de los empresarios catalanes para poder dirigir sus compañías en el nuevo entorno.
- Es de crucial importancia contener el agravamiento de la falta de mano de obra para el buen funcionamiento de las empresas, su mayor productividad y competitividad, así como para cimentar las bases que permitan a las pymes asegurar el relevo generacional, ganar tamaño, ampliar el negocio y aumentar el empleo.
- Se requiere una reconsideración de las políticas activas y pasivas de empleo con enfoque en un mejor y más eficaz ajuste entre la demanda y la oferta de trabajo, así como una redefinición de las tareas de intermediación del SOC.
- El tejido productivo catalán requiere un reequilibrio que sostenga la población y el tejido productivo en Cataluña, afectado por la despoblación, especialmente en aquellas zonas en las que la falta de habitantes frena la inversión.
- Es necesario rediseñar los programas formativos en todos los niveles, enseñanza básica, superior y formación profesional, para incorporar las nuevas competencias profesionales, marcadas por las nuevas tecnologías, y adecuarlos a las demandas de las empresas. En este sentido, es esencial estrechar la colaboración entre el sistema educativo y los interlocutores.
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