- El cierre total tendría todavía un más fuerte impacto en el empleo
- Podría comprometer seriamente el normal funcionamiento de los servicios esenciales
El confinamiento total no es una medida proporcionada en la actual situación de crisis sanitaria y de colapso económico, y puede ser contraproducente desde esas dos perspectivas.
Actualmente sólo están funcionando, además de las que operan por teletrabajo, las empresas y servicios que garantizan los servicios básicos alimentarios, energéticos, transporte de mercancías, comercio alimentario, telecomunicaciones, farmacéuticos y sanitarios, así como todas las empresas de suministros y servicios que garantizan el normal funcionamiento de los anteriores. El cierre total tendría todavía más un fuerte impacto en el empleo con más pérdidas de puestos de trabajo
El confinamiento total podría comprometer seriamente el normal funcionamiento de los servicios esenciales. Incluso de los estrictamente sanitarios.
El confinamiento total puede sustituirse por la adopción de todas las medidas de protección necesarias para evitar los contagios y garantizar la salud de los trabajadores y de los propios ciudadanos.
Las actuales medidas decretada por el Gobierno de España son suficientemente restrictivas. Aumentarlas pondría todavía más en riesgo la recuperación económica tras la pandemia.
Decir que el confinamiento total prioriza la salud frente a la economía es un planteamiento maniqueo. No respeta el principio de proporcionalidad y, además, no tiene en cuenta que sin el mantenimiento y posterior recuperación del nivel de la actividad económica muchas familias quedarán expuestas a problemas de subsistencia.
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