- Sería muy positivo introducir deducción por familia numerosa (general o especial) y monoparental y por adopción internacional o por parto o adopción múltiple.
- Sorprende la inexistencia de deducciones autonómicas por enfermedad, dependencias, minusvalía, tercera edad o por tema laboral.
- Catalunya debe ofrecer deducciones que incentiven el crecimiento del parque de vivienda de alquiler y de propiedad.
- Deben considerarse deducciones por inversión en sectores estratégicos.
- En educación, la Generalitat de Catalunya debería incrementar las deducciones fiscales, prácticamente inexistentes.
- Deben implementarse deducciones que faciliten una movilidad más sostenible, como por la adquisición de vehículos eléctricos y de abonos de transporte público.
- Foment recomienda deducciones por las subvenciones o ayudas recibidas para paliar los efectos de la pandemia.
- Se proponen deducciones como las de la Comunidad Autónoma de Madrid de 1.000€ para los menores de 35 años que causen alta por primera vez en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores.
El informe del Departamento de Economía de Foment del Treball -que compara la fiscalidad de las comunidades autónomas- señala que Catalunya presenta unos tipos mínimos significativamente más altos (el mínimo se sitúa en 12%, dos puntos y medio por encima de la media) y que en los máximos ocupa la cuarta posición, junto a Asturias y Cantabria (25,5%, medio punto por encima).
Esta situación hace de Catalunya una de las CCAA con los tipos de IRPF más altos y no la hace atractiva ni competitiva fiscalmente.
Por el contrario, comunidades con un PIB similar a Catalunya, como la de Madrid, presentan unos tipos impositivos más bajos -el mínimo (9%) y el máximo (21%). Por lo general, el tipo mínimo del conjunto de CCAA tiene un promedio del 9,68% y su mediana se encuentra en el 9,5%. En cuanto al máximo, el promedio es del 24,5% y su mediana, en el 25%.
Deducciones insuficientes
En cuanto a deducciones en el IRPF, Foment cree que sería muy positivo introducirlas para las familias numerosas (general o especial) y monoparentales y también por adopción internacional o por parto o adopción múltiple para facilitar e incentivar el aumento de la natalidad y la adopción, especialmente en zonas en riesgo de despoblación. El aumento de la natalidad ampliaría la base de la pirámide poblacional y contribuiría a medio y largo plazo a resolver problemas como el envejecimiento de la población y la viabilidad del Sistema Nacional de Pensiones.
Catalunya solo presenta deducciones por nacimiento o adopción nacional (150€ en declaración individual y 300€ en la conjunta), por acogimiento familiar de menores (500€) y por viudedad durante tres años (150€). Sin embargo, las cuantías son muy limitadas en comparación con otras CCAA.
En sanidad, en la que Catalunya tiene una presencia destacada de sanidad privada que facilita una menor presión sobre la sanidad pública, carece de deducciones por gastos de enfermedad, figura tributaria, existente hace unos años y que ha recuperado Canarias y Cantabria con una desgravación del 10%.
También sorprende, a pesar de sus referencias en el discurso público, la inexistencia de deducciones por dependencia, por minusvalía y por tercera edad. De hecho, Catalunya es la única CCAA del régimen común sin ninguna deducción en esta categoría.
En vivienda, Cataluña presenta deducciones con niveles mucho más bajos
Catalunya apenas presenta deducción alguna: un 1,5% por rehabilitación de la vivienda habitual, un 10% por su alquiler para jóvenes menores de 35 años y algún otro colectivo, así como un 15% por obras de adecuación y accesibilidad.
Comparando con otras CCAA, Catalunya ofrece deducciones mucho más bajas. Además, no incluye deducciones autonómicas por adquisición de vivienda ni por alquiler (para el conjunto de la población de carácter general). Dadas las necesidades de vivienda, Catalunya debería plantear deducciones que incentiven el crecimiento del parque tanto de alquiler como de propiedad, para hacerlo más accesible.
Deducciones por I+D+i, mecenazgo e inversiones
En cambio, Foment valora muy positivamente la deducción del 25% por donaciones a la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación (I+D+i). No obstante, podría ampliarse para ganar una diferencia competitiva a nivel fiscal; y debería acompañarse de otras deducciones por donaciones como las de convenios de colaboración empresarial, mecenazgo cultural, científico, etc., como hacen muchas CCAA (ej.: Murcia: 50%) o los de donaciones de bienes culturales y patrimoniales, así como donaciones para su conservación.
En este sentido, las deducciones por donaciones para un gran impulso del mecenazgo son relativamente bajas en Catalunya en comparación con otras CCAA, como Madrid, Baleares, Castilla La Mancha, Cantabria o Canarias, con el 15% de la donación.
Sorprende que, en cuanto a inversiones, Catalunya solo se centre en las enfocadas a atraer las de los ángeles inversores. Es un propósito positivo, pero Foment cree preciso incentivar la inversión en empresas por el público general para fomentar la rentabilización del capital ahorrado y la creación de una cultura financiera, muy necesaria en nuestro país.
También deberían considerarse las deducciones por inversión en sectores estratégicos del país.
Deducciones para fomentar una mayor ocupación y por educación
Es llamativa la inexistencia de deducciones en el ámbito laboral (únicamente una hipotética en caso de tener dos perceptores, y en el contexto del Covid-19, derivado de los ERTE). Sería positivo usarlas para atraer talento y emprendimiento a zonas rurales en riesgo de despoblación, y talento cualificado en el campo científico, técnico y del I+D, por las cuotas a la Seguridad Social de un trabajador incluido en el Sistema Especial para Empleados del Hogar del régimen general de la SS.
En educación, sorprende que la Generalitat de Catalunya no proporcione facilidades con deducciones fiscales en el IRPF. Apenas existen y únicamente permiten deducir los intereses generados de los préstamos y ayudas para los estudios universitarios de máster y doctorado.
Por el contrario, la gran mayoría de CCAA concede deducciones por los libros de texto de educación primaria y ESO; por los gastos de guardería, e incluso permite deducirse los gastos por aprendizaje extraescolar de idiomas extranjeros, lo que, sin duda, a día de hoy, es esencial para el futuro de las nuevas generaciones y para impulsar un capital humano competitivo a escala mundial, así como para el cuidado de hijos menores.
Movilidad y sostenibilidad
Deberían implementarse deducciones para facilitar una movilidad más sostenible por adquisición de vehículos eléctricos y de abonos de transporte público. Las zonas urbanas reducirían su contaminación y la congestión de sus calles.
Foment remarca, en cambio, positivamente las deducciones por donaciones dinerarias con finalidad ecológica. Sin embargo, valora que sería de gran utilidad implementarlas por la inversión en la renovación y/o instalación de sistemas de eficiencia energética del parque de vivienda, que se dan en otras CCAA.
Deducciones por covid para familias, empresas y jóvenes
Por el altísimo impacto económico del Covid-19 sobre empresas y familias sería positivo implementar las deducciones y de forma específica para los ejercicios 2020 y 2021. Observando las iniciativas de otras CCAA, Foment recomienda introducir deducciones por la obtención de subvenciones o ayudas para paliar los efectos de la pandemia. El ciudadano no entiende que, por un lado, se le den estas ayudas y que luego deba tributar por ellas. Por tanto, convendría buscar un efecto neto, dado que reduce su impacto corrector positivo, como, por ejemplo, los gastos derivados del cuidado de ascendientes o descendientes o por cuarentena.
Foment pone además el foco en deducciones como las de la Comunidad Autónoma de Madrid de 1.000€ para los menores de 35 años que causen alta por primera vez en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores. Sin lugar a dudas es un incentivo para que más jóvenes apuesten por emprender y creen empresas generando nueva ocupación.
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