Las instituciones y los agentes económicos de la ciudad de Barcelona, donde se celebra desde el año 2006 el encuentro anual de la industria de la comunicación móvil más importante del mundo, trabajan y tienen el compromiso firme de preservar y ofrecer las mejores condiciones para que la capital catalana continúe siendo la sede mundial de este evento fundamental y que está ya comprometido para Fira de Barcelona hasta el 2023.
Más de 100.000 profesionales del sector visitan la ciudad cada año durante la última semana de febrero, lo que genera 14.000 empleos temporales. El MWC tiene un impacto económico de 473 millones de euros, y proyecta la ciudad de Barcelona como de unas de las metrópolis más atractivas del mundo para los negocios.
Por todo ello, Foment del Treball, que representa a la totalidad de los sectores económicos e industriales, considera que esta feria es esencial para la economía española y que Barcelona reúne y aporta, y así seguirá haciéndolo a partir del año 2023, la oferta más cualificada para continuar siendo la anfitriona del congreso.
Barcelona ha mantenido la capitalidad del congreso desde hace 14 años y, por tanto, ha competido con las principales ciudades europeas que como Madrid, pero también Paris, Londres y Frankfurt desearían ganar la sede de este evento principal de la tecnología y la comunicación. La capital catalana acumula, pues, muchos años de trabajo de fondo que conecta a todos los agentes económicos e institucionales de la ciudad: las empresas, las industrias, las universidades y escuelas de negocios, los centros de innovación e investigación y, por supuesto, las instituciones políticas.
Al inicio de una década repleta de retos en España, Foment del Treball propone que Madrid y Barcelona deben mostrar su capacidad de colaboración y ofrecer al mundo propuestas complementarias para sumar y construir un país mejor.
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