- Instar al Gobierno para la elaboración de un plan estratégico a cuatro años para reducir la economía sumergida en diez puntos en relación al PIB. En total, los ingresos ascenderían a 100.585 millones de euros en el conjunto de los cuatro años, si se hiciera de forma gradual. A partir del cuarto año se logran unos ingresos recurrentes de 40.234 millones anuales.
- Foment del Treball pide la supresión del Impuesto del Patrimonio. Este impuesto disuade y distorsiona la actividad económica y su efecto redistributivo es muy menor, 0,03%.
- Se propone recuperar los incentivos al ahorro a largo plazo (2º y 3er pilar de las pensiones), especialmente a los mayores de 52 años y personas discapacitadas (33%).
- Rebajar los tipos marginales del IRPF en Cataluña, tanto para las rentas altas (48%) como las bajas (21,5%). Cataluña tiene los tipos más elevados del conjunto de las comunidades autónomas españolas. Se propone situarlos al nivel de las comunidades más dinámicas (18,5% – 43,5%).
- Situar el tipo impositivo del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en el 5% para los parientes próximos, y del 10% para el resto.
- En el Impuesto sobre Sociedades (25%), Fomento considera imprescindible establecer un tipo más reducido (15%) para las pymes y para los beneficios no distribuidos; eliminar el pago mínimo (que paguen lo que corresponde) y considera esencial mantener en el futuro la deducción del 100% por doble imposición.
- Foment propone la reducción de las cotizaciones sociales a cargo de los empleadores a medida que se mejore la recaudación por el aumento de empleo.
- Resulta imprescindible revisar los impuestos propios de la Generalitat. Cataluña es la comunidad autónoma que tiene más tributos propios, 18 en total, pero la recaudación sólo es superior en un 1 punto más (3,2%) respecto a la media del resto de autonomías (2,2%).
- Se propone eliminar también del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, la imposición por Documentos Notariales, obsoleta en un sistema fiscal moderno.
- Ampliar a 10 años, igual que Portugal, el plazo para el tratamiento de no residentes con el objetivo de atraer talento foráneo.
- Bajar el tipo de IVA reducido y super reducido en las actividades básicas.
- Régimen fiscal como Zonas Económicas Especiales para territorios despoblados.
El modelo de financiación autonómica del Estado y el exceso de tributos propios de la administración autonómica no favorecen la actividad económica y empresarial y disuaden la atracción de inversiones y de talento a Cataluña. Foment del Treball propone una reforma del marco regulatorio del sistema fiscal que se aplica en Cataluña a empresas y ciudadanos con el propósito de equipararlo al resto de comunidades autónomas de España y también a las principales capitales europeas. El objetivo es no perder posiciones en el ránking de los territorios y capitales europeas más dinámicas y competir en igualdad de condiciones, de modo que la fiscalidad no represente un obstáculo, sino que, por el contrario, estimule la localización de inversiones y capital humano en Barcelona y las principales comarcas de Catalunya.
Foment del Treball ha elaborado un informe técnico que apunta algunas propuestas para eliminar o reformar determinados tributos, pero que incluye también abordar la lucha contra la economía sumergida en un plan a cuatro años. Sin ser esta una cuestión estrictamente fiscal, se entiende que reducir el volumen de economía sumergida –que en España registra una tasa muy superior al de los principales países de la UE -alcanza un volumen similar al 25,2% del PIB-, el impacto por incremento en la recaudación por impuestos sería muy notable y, con toda probabilidad, la principal fuente de aumento de ingresos para la administración pública. El informe ilustra, por ejemplo, que, si España lograra reducir la economía sumergida al registro de Alemania, que representa un 15,6% del PIB del país, las arcas públicas aumentarían sus ingresos en 38.625 millones de euros, lo que representa un incremento del 9,6% de recaudación por impuestos.
El sistema fiscal es relevante en la toma de decisiones de empresas y ciudadanos y representa una palanca esencial que determina la competitividad de un territorio. En definitiva, no se trata tanto de exigir mayores cargas fiscales a los contribuyentes, ni de reducir los recursos públicos de la administración para hacer frente a los principales fundamentos del Estado del Bienestar -Sanidad y Educación-, como de explorar e incentivar una actividad económica responsable que contribuya fiscalmente a sus obligaciones y que evite, por ello, un modelo impositivo disuasorio para ciudadanos, empresas y talento internacional. Cataluña es la comunidad autónoma que tiene más tributos propios respecto al resto del Estado, pero la recaudación sólo es superior en un 1 punto más (3,2%) respecto a la media del resto de autonomías (2,2%). Debe hacerse compatible el mantenimiento del Estado del Bienestar, con una gestión eficiente de los impuestos y con la reversión, de forma gradual, del continuado incremento de la presión fiscal.
Economía sumergida
El volumen de recaudación impositiva en España es considerablemente inferior al de los principales países de la Unión Europea, consecuencia de la elevada actividad de la economía sumergida y no por el modelo fiscal que recoge, en términos generales, las principales figuras tributarias del resto de países. Desde este punto de partida, el incremento de impuestos y de la presión fiscal no resuelve el problema.
Haciendo una comparativa con los niveles de economía sumergida existente en otros Estados grandes y de similar nivel de desarrollo que España, podemos extraer que, si ésta dispusiera de los mismos niveles de economía sumergida que dichos países, sus arcas públicas dispondrían de mayores ingresos por la vía impositiva (un 33,3% aprox.) sobre la nueva parte de la economía iluminada. A modo de ejemplo, si España (25,2%) tuviera el mismo nivel de economía sumergida que Alemania (15,6%), se aflorarían 115.991 M€ extra en concepto de economía iluminada, de los cuales unos 46.396 M€ contribuirían a las arcas públicas. Foment propone que se aborde definitivamente un plan, a cuatro años vista, para reducir en 10 puntos – en relación al PIB- el volumen de economía sumergida hasta situarlo en la media de los principales países europeos.
Impuesto sobre el Patrimonio
El Impuesto sobre el Patrimonio, temporalmente suprimido en 2008/2010, se recuperó en el 2011 en un escenario de desplome de los ingresos tributarios. Madrid y La Rioja han establecido una bonificación del 100% y del 75% del impuesto, respectivamente. Catalunya tiene, junto a Aragón, Extremadura y Comunidad Valenciana, el mínimo exento más bajo (500.000€). Se propone su eliminación o bonificación del 100% ya que su contribución a la redistribución del sistema fiscal es mínima, como consecuencia de su escasa capacidad recaudatoria y los elevados costes de su gestión. Sólo reduce en un 0,03% la desigualdad en la distribución de la renta bruta de los hogares españoles.
En el entorno internacional, el informe destaca que Francia ha transformado su impuesto equivalente a las grandes fortunas, en un tributo orientado a gravar los bienes inmuebles. Por su parte, los países nórdicos, con gran responsabilidad en aplicar un sistema equitativo, han eliminado este tributo hace muchos años.
Incentivos al ahorro a largo plazo
Reducción del importe del límite máximo de los fondos de pensiones y de los planes de empleo (3er y 2do pilar de las pensiones) que fue fijado en noviembre de 2014 en 8.000€. Antes de 2011, los mayores de 52 años podían hacer mayores aportaciones a los planes de pensiones (que era de 12.500€ más 1.250€ por cada año de edad a partir de 52 años, con el límite máximo de 24.250€).
Ante la situación del sistema de pensiones, debe incentivarse (en este caso diferirse) el pago del impuesto de la renta de las personas físicas para que cada persona pueda responsabilizarse más de su pensión, con el ahorro, y por lo tanto, debe revertirse este criterio tan estricto que a lo largo de la crisis se ha hecho del límite máximo a aportar a los planes y fondos de pensiones, volviendo al sistema de un límite mayor para todos, y aumentando para los mayores de 52 años hasta los 24.250€, que se mantiene para los discapacitados con un grado superior al 66% (33% si es mental), el cual se debería generalizar al 33% con independencia de donde proceda la discapacidad.
IRPF, el efecto espejo
Se constatan las diferencias que existen entre las Comunidades de régimen común, con datos de 2019. El tipo mínimo más alto lo tiene Catalunya con un 21,5% (12% en la parte de la tarifa autonómica, y 9,5% en la estatal) y el tipo máximo también lo tiene Catalunya, con un 48% (25,5% en la tarifa autonómica, y 22,5% en la estatal) junto con otras Comunidades como Andalucía o Asturias. El más bajo se sitúa en Madrid con un 18,5% de tipo mínimo conjunto y un 43,5% el tipo impositivo máximo conjunto.
Nuevamente, se enfocan dos estrategias, que, aunque legítimas, deben contemplarse en sus efectos sobre la atracción de inversiones y actividad. En este sentido, la recaudación que se obtiene por los tipos máximos es exigua, pero su efecto espejo es relevante ante los ejecutivos que deben de decidir sobre donde ubicar una nueva actividad. Seguramente a corto plazo su resultado es inapreciable, pero a medio y largo plazo puede ser relevante y en sentido contrario.
Tipos bajos para Impuesto Sucesiones y Donaciones. Como pide la Comisión de Expertos
Se propone, tal y como también sugieren la Comisión de Expertos para la Financiación Autonómica 2017 y la Comisión de Expertos para la Reforma del Sistema Tributario Español 2014 por la introducción de un mínimo exento único que proporcionaría progresividad a una tarifa lineal, que podría variar entre el 4-5% y el 10-11%, según el grado de parentesco. Por ello, Foment propone situar el tipo del 5% para el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones para los parientes próximos y del 10% para el resto.
Impuesto de Sociedades, aproximarlo a la media europea
En España la reducción del tipo impositivo nominal de sociedades, que se deja en el 25% después de la última reforma del mismo, se hace con cargo, en gran parte, a la eliminación de un conjunto de deducciones y bonificaciones, que sufragan la reducción de la recaudación.
Foment propone establecer un Impuesto sobre Sociedades que permita mejorar la financiación propia mediante un tipo más reducido para pymes y para los beneficios no distribuidos, y considera esencial mantener en el futuro la deducción del 100% por doble imposición, como hasta ahora y la eliminación del pago mínimo del mismo.
Cotizaciones sociales, alineadas a la evolución de la ocupación
España tiene, en el conjunto de las fuentes impositivas, un peso relevante de las cotizaciones sociales, que representa el 34,2% del total. Esta presión es especialmente relevante para el empleador. Por ello, siempre desde el mundo empresarial, se ha pedido su reducción con cargo al IVA. Foment entiende que como consecuencia del notable incremento del IVA hasta el 21%, aplicado en 2012, es fundamental que el peso de los impuestos directos y el de las contribuciones sociales sobre el total de la carga fiscal estén alineados a la evolución de la ocupación.
Eliminar la imposición por Documentos Notariales
Foment comparte la necesidad de suprimir la imposición por Documentos Notariales, tal y como destaco en su Informe la Comisión de Expertos para la financiación autonómica. Se considera una figura peculiar de nuestro sistema tributario, con escaso parangón en los sistemas comparados y que implica en ocasiones una suerte de doble imposición penalizadora sobre las transacciones económicas, cuando ya existen figuras más adecuadas para gravar los aumentos de la capacidad de pago generados por las mismas.
Ampliar a 10 años el régimen especial para impatriados
Barcelona muestra una fiscalidad que en nada favorece la atracción de talento, frente a otras ocho ciudades competidoras, tales como Paris, Ámsterdam, Berlín, Zúrich; Madrid, New York, London y Singapur. Así lo constató Barcelona Global en su estudio “Qué necesita España para atraer talento: la fiscalidad”.
Por ello, Foment propone aproximarse al sistema implantado en Portugal para impatriados, según el cual, se fija un período de diez años de aplicación con un tipo impositivo del 20% para las rentas generadas en el país luso, entre otros aspectos.
Bajar al tipo de IVA reducido y superreducido las actividades básicas
Fijar el tipo reducido del IVA (del 10%) a las siguientes actividades:
- Gimnasios, debido a que constituyen un elemento esencial en la prevención de la salud.
- Gastos de sepelio o por decesos, es un dispendio relevante de la economía familiar, y hay que revertir la subida del tipo impositivo del reducido al general adoptada en la crisis.
- Servicios básicos, como el suministro de agua, electricidad y gas, y como tal deberían disponer del tipo reducido.
- Parques de atracciones, por su capacidad de arrastre sobre la actividad turística, siendo España la segunda potencia mundial, por ingresos turísticos en su Balanza de Pagos.
- Peluquerías, recuperando el tipo que tenían antes de la crisis, y que se realizó en base a ser un tipo de actividad muy intensiva en trabajo, y presente en todo el territorio nacional.
- Al coste de la energía empleada por los regadíos; por los trabajos forestales de apertura de caminos y por los verdes ornamentales, para potenciar el sector agrario.
Fijar el tipo de IVA superreducido (4%):
- A los sectores de la carne y la pesca.
- Aplicación del IVA del 4% a todos los servicios sociales de dependencia del sector privado por justicia social.
Régimen fiscal como Zonas Económicas Especiales para territorios despoblados
Identificación e implantación de «Zonas Económicas Especiales» que padecen un grado alto de despoblamiento del medio rural y baja actividad económica. En estas se dispondría de un marco fiscal diferenciado, basado en una rebaja generalizada de carácter temporal de los impuestos directos, ya sea, en sociedades o de la renta, por las nuevas instalaciones o residencia de persona.
Comments are closed.