La puesta en marcha de la FP Dual en Cataluña en 2012 tiene la voluntad de construir una formación profesional más útil tanto para las empresas como para la ciudadanía. Tal como quedó reflejado en el informe del CTESC “La Formación Profesional dual en el sistema educativo catalán”, publicado en 2017, la FP dual puede contribuir a mejorar la ocupación de los jóvenes y a la vez facilitar la transición del mundo formativo al laboral.
Con la Resolución EDU/1076/2019, publicada al Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña el 29 de abril, por la cual se actualiza la organización de la formación en alternancia en las enseñanzas de formación profesional inicial, se introducen una serie de cambios conceptuales, relativos tanto a los roles que participan en la modalidad dual, como su organización curricular, como las condiciones de relación entre alumno y empresa, que inciden en los principios claves del modelo de la FP Dual que se tiene que construir en Cataluña, y, por lo tanto, tendrían que haber resultado de un proceso de concertación.
La FP Dual pretende ser una herramienta importante para luchar contra el paro juvenil, un problema estructural del mercado de trabajo catalán, y es por lo tanto una elemento estratégico prioritario en el desarrollo del sistema integrado de formación y calificación profesional catalán. Es por eso que las organizaciones sindicales y empresariales más representativas de Cataluña hemos venido manifestando nuestra implicación con la FP Dual desde su inicio, a través de los espacios de concertación como el Consell Català de Formació Professional, el Consell de Relacions Laborals o el CTESC, con resultados como la publicación de los dos informes referentes en Cataluña en la materia, La formación profesional en el sistema educativo catalán (CTESC, 2017) y el Informe sobre modelos e iniciativas de aprendizaje y prácticas en la formación profesional en Cataluña (Consell de Relacions Laborals, 2018). Del mismo modo, quedó recogido nuestro compromiso en esta modalidad de formación profesional, a través del V Acuerdo Interprofesional de Cataluña (2018-2020), de manera especial al capítulo IX (La organización profesional, la formación profesional y la promoción) y al título V (Políticas de formación y ocupación), en lo establecido que “La negociación colectiva tendría que impulsar el uso de la FP Dual como una herramienta de calificación y de mejora de la empleabilidad” y se apuesta por la FP Dual o el modelo de alternancia para conseguir un nuevo modelo industrial más integrador y competitivo.
El actual contexto de despliegue de la Ley 10/2015, del 19 de junio, de formación y calificaciones profesionales, que prevé, entre otros el desarrollo del FP dual, tiene que constituir el marco de concertación para el establecimiento de los criterios generales de desarrollo de la FP Dual, así como introducir las mejoras necesarias para garantizar un modelo estable y de calidad. En este sentido no podamos sino recordar que la Comisión Rectora del Sistema de Formación y Calificación Profesional, que se constituyó el pasado 22 de febrero, cuenta entre las funciones atribuidas por la ley, la de “establecer los criterios generales del desarrollo de la formación en alternancia y dual”.
Aun así, consideramos que no se ha respetado este marco, y que este tendría que ser uno de los pilares fundamentales para constituir un sistema de formación y calificación realmente integrado. Ante esta situación las organizaciones sindicales y empresariales más representativas de Cataluña nos reservamos el derecho de recorrer la resolución.
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