El portavoz y Director General de Comunicación del Parlamento Europeo, Jaume Duch, afirmó hoy en Foment del Treball que la Unión Europea tiene una «esperanza generalizada» de que sea posible alcanzar un acuerdo para el Brexit a partir de la prórroga hasta el 30 de junio que ha solicitado la primera ministra británica Theresa May, «si no fuera así -ha señalado- un Brexit sin acuerdo crearía una situación complicada». Jaume Duch intervino en Foment del Treball ante un auditorio compuesto por un centenar de asistentes del ámbito empresarial y institucional de Barcelona. El Brexit es el hoy el único tema de la Unión Europea que provoca la unanimidad total sin ninguna disfunción. Antes las elecciones del 26 de mayo, Duch prevé un incremento de hasta el 5% de representantes antieuropeos en la nueva cámara. El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, le presentó como «uno de los catalanes más influyentes de la Unión Europea».
Jaume Duch destacó que la Unión Europea sale de los diez años más difíciles de su historia como consecuencia de una triple crisis «económica, institucional y de valores». Ante las elecciones europeas que se celebrarán el próximo 26 de mayo, Duch alertó de la importancia de estos comicios porque se decidirá «hacia dónde queremos ir», si bien destacó que con toda probabilidad irrumpirán en el Parlamento Europeo representantes de fuerzas políticas con mucha representación en sus países y que vienen con nuevas recetas. De este modo, apuntó que el Brexit ha provocado una cierta evolución de las formaciones políticas que desde los diferentes estados defendían también abandonar la Unión Europea «y al constatar las dificultades de alcanzar acuerdos han modificado sus posiciones para promover la transformación y la reforma interna de la Unión Europea». Duch prevé un Parlamento Europeo fragmentado en el que primará la necesidad de alcanzar pactos, construir consensos y formar «frentes comunes» para atender las prioridades.
No obstante, Duch destacó que el 68% de los europeos muestra confianza hacia las instituciones europeas porque considera que pertenecer a la UE le beneficia. En España ese porcentaje es aún superior (78%). Se justifica por la intensa legislación que el Parlamento Europeo ha producido en los últimos cinco años sobre cuestiones de máximo interés de los ciudadanos: normativa sobre trabajadores desplazados, acuerdos comerciales con Canbadá, Japón y Singapur, la normativa europea de protección de datos, el acuerdo sobre el clima o, incluso, la legislación para la lucha contra el terrorismo. «Los ciudadanos son pragmáticos y mientras entiendan que la UE les «sirve y beneficia» se mantendrá su interés. «La UE -añadió Duch- se ha convertido en un paragüas respecto a incertidum,bre como China, EEUU, Turquía, Brexit…..».
Valores y democracia
Jaume Duch reflexionó sobre la evolución de los posicionamientos de la ciudadanía europea. Por un lado, apuntó la tendencia hacia la democracia iliberal, con partidos políticos que ganan elecciones por mayoría absoluta en referencia a países con gobiernos de tinte autoritario. Por otro lado, se observa que el pragmatismo de la ciudadanía puede derivar en una menor consideración de la democracia como un valor no principal. Elegir los representantes en este sentido justifica que, por ejemplo, determinados países adopten políticas contra la acogida de refugiados. En este sentido, Duch valoró la decisión de Alemania que ha integrado ya a una tercera parte de los refugiados que acogió en 2015 en posiciones de alta formación y conocimiento.
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