- La segunda mitad del 2018 viene pautada por un contexto internacional de mayor incertidumbre, con una ligera moderación de la economía europea en la primera parte del año.
- Los precios ya aparecen en España con valores por encima del 2%, con diferencial positivo con Europa: hay que evitar, no obstante, medidas de política fiscal que puedan elevar la inflación. En este sentido, las diversas propuestas de subidas de impuestos son inoportunas.
- El Informe de Coyuntura del Foment para el tercer trimestre pone el foco sobre el estado del sistema de pensiones: se necesitan reformas para garantizar el sistema público de pensiones, siempre desde el mayor consenso político y con perspectiva a largo plazo
La economía catalana, al igual que el global de la española, ha registrado durante el último trimestre una cierta moderación del crecimiento del PIB. Aunque aún se mantiene por encima de los guarismos del resto de economías europeas. Destaca, eso sí, el menor impulso del consumo privado en oposición a la inversión, y la contribución negativa del sector exterior al crecimiento de la economía. En este sentido, la evolución de los indicadores más recientes es mixta, con una pérdida de impulso en la afiliación, las ventas de los comercios, la confianza del consumidor, la producción industrial, las exportaciones o la llegada de turistas internacionales. Estas son las principales conclusiones que muestra el último Informe de Coyuntura del Foment, que han presentado el presidente de la Comisión de Economía y Fiscalidad de la patronal catalana, Valentí Pich, y el director de Economía y Estudios del Foment, Salvador Guillermo.
Esta moderación en el crecimiento del PIB de la economía catalana se presenta en un contexto en el que la segunda mitad del 2018 ha venido pautada por un escenario internacional de mayor incertidumbre, con una ligera moderación de la economía europea en la primera parte de la año. El escenario comercial mundial y los mercados financieros internacionales, muy determinados por la política de EEUU (comercial, monetaria, fiscal), sigue siendo fuente de grandes incertidumbres, con importantes repercusiones en las economías emergentes, y con más o menos inmediato, en función de sus respectivos desequilibrios macroeconómicos.
Caída del consumo privado
Entre los parámetros analizados sobre la economía de Cataluña y España de los últimos meses, destaca la caída acentuada del consumo en el segundo trimestre, de seis decenas en España y de ocho decenas en Cataluña, en un contexto en el que la tasa de ahorro familiar ya se encuentra en mínimos históricos.
Adicionalmente, hay un efecto riqueza negativo, especialmente por la evolución de las cotizaciones bursátiles, que frenaran el consumo, y donde su evolución viene más explicada por la creación de empleo que se está suavizando, que no por los incrementos salariales, que muestran un menor grado de correlación con el consumo. En este contexto de ralentización en el ciclo económico, debe priorizarse la generación de empleo, especialmente hacia las personas que se encuentran en situación de desempleo de larga duración.
Crecimiento de precios por encima del 2%, lo que desaconseja aumento de impuestos
Los precios ya aparecen en España con valores por encima del 2%, con diferencial positivo con Europa; aunque obedece a factores erráticos, como la energía y los productos alimenticios no elaborados. La inflación subyacente es del 0,8%. En este sentido deben evitarse medidas de política fiscal que incidan con la elevación de precios en un contexto de inflación más elevada, debido a factores coyunturales, que puedan inducir a efectos de segunda ronda o vuelta. La prudencia, ante esta situación debe ser máxima, para evitar expectativas de precios más elevadas.
En este entorno de mayores incertidumbres y con un consenso en cuanto a un crecimiento del PIB más moderado en España, hay que recordar la importancia de mantener el compromiso con la senda de estabilidad de las cuentas públicas, sin olvidar la implementación de reformas estructurales, como la del sistema de pensiones.
En este sentido, las diversas propuestas anunciadas sobre la elevación de impuestos no se consideran oportunas, pues la recaudación del 2017 y la que llevamos hasta julio muestra valores destacados, que ante un contexto de desaceleración y de inflación por encima de la objetivo, no deba adoptarse medidas discrecionales en estos ámbitos fiscales, debiendo contener el déficit público mediante una gestión más eficaz del gasto, ya que los ingresos muestran crecimientos destacados. No resulta justificado que siempre, en bonanza o en crisis, sea el mejor momento para subir impuestos.
Reforma estructural del sistema público de pensiones
La Comisión Europea propone que, para asegurar un sistema de pensiones adecuado, se promueva, entre otras cuestiones, una mayor duración de la vida laboral en línea con la mayor esperanza de vida, mediante medidas como: la formación a lo largo de la vida laboral; la promoción de ambientes de trabajo seguros y saludables; el ajuste de las edades de pensión; la compensación a la jubilación más tardía; la promoción de sistemas de trabajo flexibles (combinar jubilación con trabajo), la promoción de la conciliación laboral con la vida personal y una mayor equidad en la distribución del cuidado de otras personas y la consideración de este tiempo en los esquemas de pensión , así como la promoción de sistemas de pensión complementarios.
El sistema público de pensiones español tiene dos cuerpos diferentes, la Seguridad Social (93% del total de pasivos), que se rige por un sistema de reparto financiado por trabajadores y empleadores, en el que las cotizaciones de las personas en activo se destinan a financiar las pensiones existentes en ese momento, y las Clases Pasivas (7% del total de pasivos) cuyos fondos provienen del presupuesto del Estado en afectar empleados públicos, dado que este sistema está abocado a extinguirse (ya que no hay nuevos ingresos desde el 1 de enero de 2011 derivado del RDL13 / 2010).
En el caso de España, el sistema de pensiones ha jugado un papel muy importante en la política de cohesión social y en el mantenimiento de la calidad de vida de las personas de mayor edad. Cabe destacar que la tasa de reemplazo porcentaje de ingresos en la jubilación respecto a los ingresos previsde las pensiones españolas es de las más elevadas. Así, los pensionistas cobran un 82% de sus ingresos previos mientras que, por ejemplo, este porcentaje para la media de los países de la OCDE se encuentra en el 41%, por lo que los fondos de pensiones tengan un carácter complementario.
En España, es necesario abordar, con medidas eficientes, el problema de la sostenibilidad del sistema de pensiones público de reparto, con el fin de mantener el Estado del bienestar. Entre las opciones para la reforma del sistema de pensiones, cabe mencionar, la implementación de un sistema mixto de capitalización y reparto, es decir, que permita complementar el actual sistema de reparto intergeneracional con uno de capitalización, así como la ajuste automático del sistema para preservar su sostenibilidad a largo plazo.
La adopción de medidas que impliquen cambios discrecionales de una cierta dimensión, por el bien del sistema, deberán adoptarse con mayorías ampliadas. Las pensiones constituyen un eje básico del Estado de Bienestar, conjuntamente con la Educación y la Salud, y diez preservarse en un contexto de una economía social de mercado, dentro de un equilibrio de beneficios y cargas entre generaciones, y en los que ha de resultar más insensible a los períodos electorales, con una perspectiva de largo plazo, de cambio, sí, pero con apoyo de mayoría parlamentaria reforzada, y donde la transparencia de las medidas debe dar opciones para actuar a los agentes económicos.
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