- El crecimiento del PIB se ha mantenido elevado, tanto en España como Cataluña, y se han vuelto a corregir a la alza las previsiones de crecimiento por este año, aunque se aprecia una moderación de la actividad industrial, más intensa en el conjunto de España. Por el lado de la demanda, destaca la desaceleración de la inversión.
- Las economías española y catalana todavía se benefician de una coyuntura externa muy positiva (condiciones financieras favorables, recuperación de las economías europeas y del comercio exterior, impulso de la demanda interna, de las exportaciones y la industria). Además, a partir de este año el tono de la política fiscal será más expansivo.
- El crecimiento de la ocupación ha sido más fuerte en Cataluña que al global de España, según el EPA del primer trimestre, y se mantiene el buen ritmo de afiliación, pero la reducción del paro se está moderando con más intensidad
El ritmo de expansión de la economía catalana se ha mantenido potente a lo largo del último trimestre y las previsiones de crecimiento para el medio plazo se han corregido a la alza, dado que se prevé una moderación de la actividad económica en el próximo bienio. Así, por ejemplo, de acuerdo con las proyecciones del BBVA, Cataluña se encuentra dentro del grupo de CCAA donde más mejoran los pronósticos, y eleva la proyección de crecimiento en 0,4 puntos porcentuales por este año y en 0,3 puntos porcentuales para el 2019.
El BBVA señala que el aumento de la tensión política en Cataluña tuvo efectos inmediatos, pero circunscritos sobre la demanda interna en el último trimestre del 2017, que se vieron compensados por la mejora de la demanda exterior, y que para el 2018 las perspectivas son favorables. Además, el escenario internacional es ahora más favorable lo cual beneficiará en mayor medida a las comunidades más abiertas.
Sin embargo, Cataluña estaría perdiendo su condición de liderazgo en la recuperación de la economía española al mostrar menos dinamismo que otras comunidades como Madrid, País Vasco o Islas Baleares.
Estos datos, entre otras muchas, son las que analiza el Informe Trimestral de Coyuntura que elabora Fomento y que hoy han presentado el presidente de la Comisión de Economía y Fiscalidad de la patronal catalana, Valentí Pich, y el Director de Economía del Fomento, Salvador Guillermo.
Temor a una escalada del proteccionismo comercial
Gran parte de la coyuntura económica de estos meses está relacionada al contexto internacional. Temas políticos -desde la formación de un gobierno populista y antieuropeo en Italia, pasando por la tensión comercial entre los EE.UU. y la China o las negociaciones del Brexit, hasta el acuerdo de desnuclearización entre las dos Coreas- están marcando un pulso a los mercados financieros internacionales y el sentimiento de los agentes económicos en el corto plazo.
Así mismo existen otros elementos del entorno exterior que están determinando la marcha de la economía, como la evolución reciente del precio del petróleo, y de las materias primeras en general, o el proceso de normalización de la política monetaria tanto por parte de la Reserva Federal como del BCE. En el que al crecimiento de las economías avanzadas se refiere, se aprecia una moderación generalizada en el ritmo de expansión entre el último trimestre de 2017 y primer trimestre de 2018, excepto en los EE.UU.
Así lo constatan también algunos indicadores de actividad avanzados como el PMI (Actividad Total) que muestra una ralentización de la actividad a la zona euro en el mes de mayo al registrar un valor de 54,1, el más bajo en 18 meses (aunque se mantiene por encima del umbral de 50 puntos que indica crecimiento).
Según la Comisión Europea, los riesgos negativos para la economía global han aumentado significativamente, lo cual se traduce en un incremento de la volatilidad a los mercados financieros internacionales que podría tener repercusiones en las condiciones de financiación a nivel mundial. Por ejemplo, en el medio plazo, el programa de estímulo fiscal en los EE.UU. podría empeorar su déficit de cuenta corriente y aumentar los riesgos sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas. Así mismo las medidas comerciales proteccionistas anunciadas por la administración Trump, han incrementado la incertidumbre sobre una escalada de tensiones en el sistema de comercio multilateral actual. En definitiva, la Comisión sostiene que se mantiene la fase de expansión económica pero en un contexto más incierto, fundamentalmente en el ámbito del comercio internacional. Para la Comisión, la economía europea todavía tiene espacio para continuar creciente por encima de su nivel potencial por un periodo de tiempo, con más reducciones del paro y una inflación contenida.
La rehabilitación: un papel creciente y de mejora ambiental
A diferencia otros países, en España y en Cataluña, la obra nueva ha sido la actividad más relevante, ya sea, en la edificación como en la obra civil, a diferencia de la gran mayoría de países europeos en los cuales el subsector de rehabilitación tiene mayor importancia. El año 2008 el subsector de rehabilitación mantenimiento ha representado el 46% del sector de la construcción a los países europeos, a diferencia de España, que consiguió el 29%. Como consecuencia de la fuerte caída de actividad,
esencialmente en la obra nueva, ya sea esta de edificación como de obra civil, el peso relativo del subsector de la rehabilitación aumento hasta el 38%, siendo ya en Europa (Euroconstruct -19) el 51% de la totalidad del sector de la construcción. En estos datos, se pone de manifiesto dos hechos relevantes, a tener en cuenta, en un futuro cercano, que son: la mayor importancia que irá adquiriendo en el sector de la construcción las actividades de mantenimiento y rehabilitación, por un lado, si nos fijamos en los datos de producción, la fuerte y excesiva caída de los niveles de actividad que han mostrado las operaciones de edificación nueva y de obra civil nueva, que en ningún caso, puede mantenerse a estos niveles tan bajos.
Una fiscalidad para atraer actividad económica
La Generalitat de Cataluña ha venido caracterizándose, en un contexto de una financiación autonómica insuficiente e inadecuado (criterio de ordinalidad) y de fuertes restricciones presupuestarías -y con mayores exigencias para llegar a un nivel uniforme de déficit público, con independencia de su nivel de origen, a llevar a cabo- por un lado una reducción del gasto, conjuntamente con la proliferación y creación de nuevas figuras tributaria al albedrío del margen imaginativo que permite la LOFCA.
Si bien es cierto, que estas figuras tributarias no han tenido un efecto significativo en la recaudación, han traslado una imagen de una Cataluña que graba excesivamente las diversas actividades (turismo, aviación, recursos -agua, generación de electricidad- bajo el prisma del riesgo nuclear-, viviendas vacíos de grandes operadores, bebidas azucaradas, o más recientemente, la iniciativa de grabar las emisiones de CO2, entre otros-), además de disponer de tipos impositivos más elevados en los niveles altos de renta –que puedan disuadir a los profesionales de las multinacionales, con un impacto recaudatorio casi nulo- o de un nivel elevado de los tipos en transmisiones patrimoniales y AJD o de los impuesto sobre el patrimonio o del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. En definitiva, la imagen – y en parte, realidad- que este maremàgnum de impuestos, posiblemente poco significativos en términos de recaudación, pueden dar una imagen de una alta fiscalidad, lo cual en nada contribuye a traer inversiones.
En conclusión, Cataluña es la comunidad con más tributos propios. Además tiene una imagen muy negativa en cuanto a la carga impositiva que perjudica a empresas, profesionales y familias.
Buenos datos de descenso del paro
El número de parados, desde el último trimestre del año pasado al primer trimestre, subió a España (29.400) –aunque en términos desestacionados bajó un 3,0%–, mientras que en Cataluña descendió (20.600). La cifra de parados totales se sitúa en 3.766.700 y 479.200, respectivamente. De esta forma, el ritmo de caída interanual del paro se mantiene fuerte: en Cataluña la reducción fue del 20,5%, mientras que en el conjunto de España el paro bajó un 10,8%. Así, la tasa de paro se situó en el 12,2% para Cataluña y en el 16,7% para España.
Por otro lado, la afiliación total en Cataluña aumentó un 3,0% interanual en mayo, lo cual implica 97.554 afiliados más en los últimos 12 meses. En España, la subida fue similar, con un incremento de la afiliación del 3,1%, es decir, 570.254 afiliados más respecto a igual mes del año anterior. La cifra de afiliación total actualmente asciende a 3.393.908 y 18.915.668 personas en Cataluña y España, respectivamente.
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