- El 57% de las empresas apuestan por el reciclaje y el 66% han realizado inversiones en innovaciones tecnológicas en materia de circularidad
- Salvador Sedó, director de Desarrollo Sostenible de Foment en referencia a las múltiples trabas administrativas: “Es impensable que las empresas necesiten meses para incorporar los cambios y adaptaciones a la nueva legislación”
Foment del Treball, junto con la Comisión de Economía y Sostenibilidad del Colegio de Economistas de Cataluña, el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya, Pimec y la Cátedra de Economía Circular y Sostenibilidad del Tecnocampus Mataró-Maresme, han colaborado para elaborar la tercera edición del ‘Barómetro de economía circular de la empresa catalana’ con el objetivo de evaluar el grado de conocimiento e implementación de la economía circular en el conjunto de las empresas de Cataluña.
Anton Gasol, exdecano del Colegio de Economistas de Cataluña (CEC), y Anna Estella, subdirectora de Educación Ambiental, Naturaleza y Sociedad de la Generalitat de Catalunya, fueron los encargados de dar la bienvenida. Ambos coincidieron en que el Barómetro de economía circular de la empresa catalana está consolidado y visibiliza las acciones del sector privado en relación con la circularidad de la economía.
Posteriormente, Ana Garcia, presidenta de la Comisión de Economía y Sostenibilidad del CEC, repasó los principales resultados de la tercera edición del Barómetro. La primera conclusión obtenida es que el 86% de las empresas muestran un alto grado de conocimiento sobre economía circular, percibiéndola como una ventaja competitiva, de desarrollo sostenible e innovación. Además, destacó que el 55% de las empresas consideran que la economía circular tiene una fuerte influencia en la estrategia de crecimiento de las compañías.
Asimismo, Garcia hizo hincapié en algunas de las iniciativas más destacadas relacionadas con la economía circular, como el reciclaje (57% de las empresas), la mejora de la eficiencia de los recursos (46%) y la recuperación de materias primas recicladas (43%). También subrayó, como nuevas ideas aplicadas, la formación específica (30%), la exigencia de garantías ambientales en la cadena de suministro (24%) y la sustitución y recuperación de materiales críticos (9%).
Seguidamente, valoró que el 66% de las empresas han realizado inversiones en innovaciones tecnológicas, considerándolas un facilitador clave de la economía circular. Finalmente, Ana Garcia explicó que el 31% de las empresas consultadas han solicitado los Fondos Next Generation EU en materia de circularidad, y de todas ellas, un 69% los han recibido.
A continuación, se llevó a cabo una mesa redonda moderada por Mireia Cañelles, responsable de desarrollo sostenible de la Generalitat de Catalunya, en la cual Salvador Sedó, director de Desarrollo Sostenible de Foment del Treball, enfatizó que existen muchas trabas administrativas, y que la normativa debería ser más fácil de seguir y aplicar. “Es impensable que las empresas necesiten meses para incorporar los cambios y adaptaciones a la nueva legislación”.
Además, Sedó mencionó otros principales desafíos que enfrentan las empresas en esta transición, como los elevados costos, especialmente en la fase inicial de implementación de un cambio de modelo productivo, la necesidad de infraestructuras adecuadas para el tratamiento de residuos, diseñadas para gestionar el importante volumen de materiales o residuos a tratar, y la complejidad de toda la cadena de suministro, que requiere una colaboración total en el sistema de aprovisionamiento.
El director de sostenibilidad de la patronal lanzó un mensaje optimista, afirmando que todos estos desafíos pueden transformarse en oportunidades, generando beneficios económicos para la industria y la empresa a medio plazo, cuando las inversiones en el cambio de modelo puedan materializarse plenamente: “Se logra entonces un ahorro en materias primas, una mayor productividad o un aumento del empleo”.
Por encima de todo, Sedó subraya la importancia de la concienciación de los clientes y usuarios como factor clave para influir en las empresas a modificar sus sistemas de producción y en la definición de nuevos productos. “Es necesario que el usuario valore, incluso a un costo más alto, un producto basado en una producción circular en el momento de la compra”, concluyó.
Joan Barfull, secretario técnico de la Comisión de Sostenibilidad de PIMEC, mencionó la necesidad de plantear beneficios fiscales para aquellas empresas que incorporen criterios de sostenibilidad en sus organizaciones, aumentando así el seguimiento de las pymes a los criterios de la economía circular. Además, señaló que “es necesario acercar la circularidad a la ciudadanía, para llegar al consumidor final”.
Finalmente, Josep Lluís Checa, director general de la Fundación Tecnocampus Mataró-Maresme, subrayó que “existe una preocupación por contar con talento capacitado para aplicar la transición sostenible”.
Adjuntamos las conclusiones del Barómetro de la economía circular de la empresa catalana para que dispongan de todos los datos analizados.
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