- Este sexto diálogo moderado por Felip Puig ha contado con Meritxell Ruiz, Roser Fernández y Salvador Alemany
- Todos han alertado que el debate ideológico está amenazando la valiosa aportación de la colaboración públicoprivada
- Es importante destacar que se trata de un elemento de eficiencia, riqueza, diversidad y calidad democrática
El Think Tank de Foment del Treball, el Instituto de Estudios Estratégicos (IEE), ha celebrado una nueva sesión del ciclo «Buenos empleos. Democracia, crecimiento y bienestar en el siglo XXI», en la biblioteca de la patronal, para analizar la colaboración públicoprivada como generadora de empleo. Este sexto diálogo, moderado por Felip Puig, miembro del IEE, ha contado con tres expertos de ámbitos diferenciados como educación, salud, infraestructuras y cultura: Meritxell Ruiz, secretaria general de la Fundación Escuelas Cristianas de Cataluña y exconsejera de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña; Roser Fernández, directora general de la Unión Catalana de Hospitales y exsecretaria general del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña; y Salvador Alemany, presidente de Saba Infraestructuras, expresidente de Abertis, y presidente de la Fundación del Gran Teatre del Liceu.
Una de las reflexiones a las que todos han llegado es que «el debate ideológico está amenazando la valiosa aportación de la colaboración públicoprivada», y que «es importante destacar que se trata de un elemento de eficiencia, riqueza, diversidad y calidad democrática, en especial en los ámbitos que más la protagonizan».
Roser Fernández ha alertado de un «involucionismo con el auge de los populismos, que afecta la capacidad de respuesta a los servicios públicos». Según la directora general de la Unión Catalana de Hospitales, a la Administración le resulta complicada la gestión de la colaboración público-privada frente a un cuestionamiento constante de su legitimidad. En este sentido, Meritxell Ruiz coincidía afirmando que «en Cataluña la colaboración públicoprivada, lamentablemente, tiene mucho desprestigio» en el imaginario colectivo.
En el ámbito educativo, Ruiz apuntó que, según varios informes, «hacer el sistema educativo catalán gratuito costaría unos 310 millones de euros», una cifra que considera fácilmente asumible para las arcas públicas. Sin esta apuesta, la exconsejera de Enseñanza remarca que persistirá el problema del financiamiento.
En cuanto a las infraestructuras, Salvador Alemany destacó que la experiencia en la colaboración públicoprivada en el sistema de autopistas contribuyó de manera significativa a la generación de empleos de calidad, pero también generó mucha incomprensión: «Hemos aprendido lo que no se debe hacer y en la actualidad podríamos proponer un sistema de autopistas que fuese aceptado por la población. En la práctica, es un tema financiero que debe explicarse adecuadamente». No obstante, resaltó que vamos en la dirección de pagar las autopistas bajo la premisa del «quien usa, paga», que, anticipó, nos acabará imponiendo Europa con el objetivo de armonizar.
En cuanto a la cultura, Alemany subrayó que uno de los principales problemas reside en «la falta de recursos públicos para la promoción cultural, pero también falta una unidad de medida para calcular cuántos recursos son necesarios».
En el sector salud, Fernández reivindicó que en Cataluña «tenemos un modelo de raíz histórica que se caracteriza por ser muy equitativo. Un modelo que ha permitido crear una red de proximidad territorial y una red de excelencia que ha sumado al servicio público sanitario». En definitiva, según la exsecretaria general del Departamento de Salud, los sistemas establecidos de acreditación de entidades y de evaluación aportan valor y permiten diversidad de entidades, promueven la innovación y las inversiones, proporcionan estabilidad, y cuentan con órganos de gobierno profesionalizados que propician una buena gobernanza y una buena gestión, orientada a resultados y con compromiso social. Eso sí, también faltan recursos, tal como advirtió Fernández, en especial en el sector social que enfrenta un envejecimiento de la población cada vez más evidente, lo cual conlleva, en primer lugar, a la necesidad de más plazas en los centros asistenciales y, en segundo lugar, a una falta de personal que los asista. «La principal función de un país es generar empleos, pero este empleo debe tener condiciones dignas. Será necesario, por tanto, reclamar escenarios que permitan mejorar las condiciones laborales en el ámbito social», sentenció.
Durante el diálogo, se establecieron las claves para una buena concertación, como la necesidad de contar con mecanismos de seguimiento, evaluación y rectificación. «Primero deben estar las reglas del juego marcadas por el sector público para permitir la entrada al sector privado, y sobre todo cuidar la responsabilidad», admitía Alemany. «Busca más inspiración en modelos anglosajones que napoleónicos, en los cuales la rendición de cuentas funciona de manera más fluida», indicaba Puig en su moderación.
Además, Fernández también criticó el exceso de política declarativa en que se encuentra el país: «Estamos haciendo más políticas de partido que políticas públicas. Estamos secuestrando la capacidad que tenemos para dar respuesta a los servicios públicos», expresaba. Por todo esto, Ruiz hizo un llamado a ser muy conscientes al reclamar la necesidad de cooperación entre el sector público y el privado, porque «nos estamos jugando el modelo de país». Por su parte, Fernández destacó la importancia de promover que la iniciativa privada debe tener un sentido de compromiso social, basado en que los buenos resultados deben revertir en la sociedad: «la defensa de la colaboración públicoprivada debe ir acompañada de un relato de defensa de la cohesión social, debemos definir muy bien las características de las entidades y trasladar estas exigencias al sistema para que este funcione y aporte valor».
«Buenos empleos. Democracia, crecimiento y bienestar en el siglo XXI»
Con el ciclo de debates «Buenos empleos. Democracia, crecimiento y bienestar en el siglo XXI», el Think Tank de Foment pretende analizar con expertos cómo se puede alcanzar un empleo que sea una garantía de vida digna, con la convicción de que el trabajo decente al alcance de todos es el primer elemento legitimador del buen capitalismo y la base indispensable de la democracia parlamentaria.
Bajo la premisa de que la pandemia, la guerra en Ucrania y las evidentes debilidades de la globalización podrían marcar el inicio de una nueva era con nuevos retos, el Think Tank de Foment del Treball considera más esencial que nunca crear espacios de reflexión, ya que las sociedades avanzan cuando hay personas que piensan y generan debate.
Este ciclo cuenta con el apoyo de Banco Santander, Naturgy, Cellnex, el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputació de Barcelona.
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