La Unió Catalana d’Entitats Asseguradores i Reasseguradores (UCEAC) es la unión territorial en Cataluña de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA). La asociación fue fundada en 1977 y representa a cerca de 200 compañías que juntas abarcan el 98% del negocio en España. Por su parte, UCEAC engloba a 98 entidades que operan en el mercado asegurador catalán.
Para conocer más detalles del sector, hablamos hoy con Vicente Cancio García, presidente de UCEAC.
¿Cómo han vivido las empresas del sector la crisis provocada por la pandemia?
La pandemia ha supuesto un desafío en la gestión del negocio, al igual que ha ocurrido en muchos otros sectores. En los primeros días del estado de alarma se designó a los seguros como servicio de primera necesidad.
Creo que, con carácter general, la respuesta del seguro durante la pandemia fue excelente. Las entidades mantuvieron sus compromisos con los asegurados y atendieron las prestaciones acordadas en los contratos. El sector no ha pedido ayudas públicas ni ha realizado ERTE, y los más de 50.000 empleados migraron con rapidez a un entorno de teletrabajo con total eficiencia frente al cliente. El seguro ha seguido trabajando con normalidad.
Además, me gustaría destacar la labor de las aseguradoras de salud, que atendieron a sus clientes en este complicado contexto y contribuyeron así a aliviar la carga asistencial del sistema sanitario público; por no mencionar las donaciones masivas de material terapéutico en un momento de carencia grave de mascarillas y EPI. Fuimos parte de la solución. El seguro de decesos, igual y tristemente, tuvo que emplearse a fondo en los primeros compases de la emergencia sanitaria.
Merece la pena poner en valor la labor del seguro de hogar. El confinamiento, primero, y el teletrabajo, después, se han traducido en un incremento de los percances atendidos por este ramo. Es lógico que, si pasamos más tiempo en casa, se estropeen más las cosas. Las aseguradoras hemos estado ahí para ayudar a nuestros clientes.
También me gustaría destacar la puesta en marcha por parte de 107 aseguradoras de un fondo solidario dotado de 38 millones de euros. Este dinero se ha empleado en asegurar la vida de más de 1 millón de trabajadores de centros sanitarios y residencias durante un año. En concreto, desde marzo de 2020 hasta la primavera de 2021. Asimismo, este fondo ha financiado proyectos de investigación del CSIC, el Instituto de Salud Carlos III y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. Igualmente, ha apoyado proyectos sociales de Cruz Roja, Cáritas y FESBAL, además de financiar la compra de vacunas para países con pocos recursos a través de UNICEF. Por último, la Fundación Salud y Persona tiene habilitada en la actualidad una línea gratuita de atención telefónica para personal sanitario y sus familias gracias a este fondo.
¿Se ha recuperado la situación previa a la COVID?
Al finalizar el mes de mayo de 2022, los ingresos por primas totales del sector estaban un 3,5% por debajo aún de los niveles del mismo mes de 2019. Esta situación es en todo imputable al seguro de vida, que está un 18,8% por debajo de su nivel; y, muy particularmente, de los productos de ahorro, que todavía están un 24,3% por debajo de su nivel en el mismo mes de 2019. El conjunto de seguros distintos del de vida está ya un 8,4% por encima de los niveles de 2019, y el único ejemplo en este conjunto de evolución por debajo de los niveles de 2019 es el seguro del automóvil (menos 1,4%), sometido a una competencia generalizada.
El mayor dinamismo respecto de 2019 se observa en ramos como los seguros patrimoniales multirriesgo, que están un 13,6% por encima; y, sobre todo, los seguros de salud, que están un 18,4% por encima, impulsados por una tendencia clara al incremento de la clientela.
¿Cuántos imprevistos resuelve cada día la industria del seguro en Cataluña?
Si tomamos en cuenta la cuota que supone el seguro catalán sobre el total, puede estimarse que, en Cataluña, cada día, se resuelven algo más de 6.000 incidentes en hogares y comunidades de vecinos, 200 sepelios, más de 30.000 visitas al médico especialista, y unos 2.000 vehículos que precisan reparación por verse implicados en un accidente.
¿Cuáles son las necesidades actuales de las empresas del sector asegurador?
El sector asegurador forma parte de la sociedad. Como tal, las nuevas tendencias sociales forman parte de nuestro día a día y se pueden percibir, a un tiempo, como necesidades y retos de nuestra industria.
La digitalización de la economía nos afecta de lleno. Por un lado, por la propia dinámica del negocio. Nuestros clientes y nuestros colaboradores son digitales y quieren que nosotros también seamos digitales. Por eso efectuamos importantes inversiones en este ámbito. Tratamos de optimizar procesos y mejorar el servicio resultante. Pero para desarrollar todo esto necesitamos que la normativa nos acompañe. No hay que perder de vista que el seguro es una actividad regulada y supervisada. Por esta razón, convendría suprimir el rigor formalista de algunas normas para que la digitalización de nuestra actividad pueda seguir avanzando. En el ámbito de la regulación y la tecnología es, además, particularmente importante respetar el principio de “a misma actividad, mismas reglas”.
Los fenómenos naturales se han convertido en una fuente creciente de daños para las personas y su patrimonio. En España, afortunadamente, contamos con la existencia del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS). Esta institución se hace cargo de indemnizar los daños causados por varios fenómenos de la naturaleza. No obstante, quedan áreas donde es posible progresar. En el sector asegurador consideramos que convendría revisar el reglamento de riesgos extraordinarios para que el CCS pueda hacerse cargo de los percances ocasionados por más tipologías de eventos.
El envejecimiento de la población española generará una mayor presión sobre las arcas públicas. Por esta razón, consideramos necesario que se fomente el ahorro a largo plazo. En todas sus modalidades. No hay que perder de vista que el ahorro privado, tanto el que se efectúa a través de esquemas colectivos como el que se realiza a título personal, se complementa con la pensión pública.
Digitalización, fenómenos naturales, envejecimiento… Estas tres dinámicas son un claro ejemplo de la función del seguro en la sociedad y son áreas donde se pueden hacer cosas. La meta de nuestra industria es, con carácter general, cubrir las carencias de protección que existen. Solo así, atendiendo a todas estas situaciones, podremos tener un país más asegurado, una sociedad más protegida y, en definitiva, un futuro sostenible.
¿Qué tipo de seguros son imprescindibles para el buen funcionamiento de una empresa?
Hace un par de años lanzamos, en colaboración con CEPYME, un portal para sensibilizar a las pymes de los riesgos a los que se encuentran expuestas y la forma de abordarlos. Se llama Prevenir para crecer.
En esta web se identifican, en concreto, nueve tipologías distintas de riesgo. Son estas: riesgos naturales, antisociales y de seguridad; político sociales; laborales y de salud; físicos; químicos; logísticos; operacionales y de funcionamiento; así como reclamaciones por responsabilidad civil.
El seguro dispone de mecanismos para contrarrestar todos y cada uno de estos peligros. En la página se explican, acompañando a cada riesgo, las coberturas que evitan o minimizan las consecuencias de un suceso adverso. La web describe más de medio centenar de protecciones distintas. Desde la cobertura frente a incendios, a la pérdida de alquileres; pasando por la responsabilidad civil de explotación, la pérdida de beneficios, la protección jurídica, los accidentes personales o la cobertura de riesgos cibernéticos.
Para evitar que algo se tuerza en el negocio, el portal recuerda la importancia de la prevención. Esta es la razón por la que hemos incluido en microsite una docena de listas de consejos que abarcan materias muy diversas como los incendios, los robos, los riesgos cibernéticos o las reclamaciones por responsabilidad civil.
A menudo solo nos fijamos en el precio final pero ¿cuáles son las recomendaciones para contratar un buen seguro? ¿Qué hay que tener en cuenta?
Me va a tener que permitir que no le responda a esta cuestión. UCEAC, como unión territorial de UNESPA en Cataluña, representa a muchas compañías. Son entidades que compiten entre ellas y no podemos entrar a valorar cuestiones comerciales o de mercado.
¿Cuáles son los principales retos de futuro de la UCEAC?
Los retos que afronta UCEAC son los mismos que encara el sector asegurador español en su conjunto. Las grandes dinámicas que marcarán el futuro del seguro durante los próximos años son el envejecimiento demográfico, la sostenibilidad, la digitalización y los nuevos riesgos.
El envejecimiento demográfico marcará el devenir de las sociedades desarrolladas. El seguro aparece en este contexto como un aliado de los poderes públicos en la atención de las necesidades de la sociedad (salud, pensiones, dependencia, etc.). En el caso de España, es necesario construir alianzas público-privadas para que el seguro colabore en la prestación de servicios para la crecientemente envejecida población y promover el ahorro-previsión. Pero ese ahorro hay que promoverlo en todas sus variantes, como decía antes. Es decir, tanto en el ámbito individual como en el colectivo. Vamos a ser una sociedad envejecida dentro de no mucho tiempo. Si queremos seguir siendo una sociedad próspera, es fundamental potenciar el ahorro.
La sostenibilidad se ha convertido en una parte fundamental de la gestión de las empresas y mucho más en el seguro, una industria que tiene un interés especial por el largo plazo y la gestión basada en el sentido común. Recientemente, hemos publicado la Memoria social del seguro 2021. En este documento dejamos constancia del papel que juega el seguro en favor de la sostenibilidad. Ya sea en su faceta medioambiental, social o de gobernanza.
La digitalización está impactando sobre la forma que tiene la industria de relacionarse con sus clientes, sus proveedores, etcétera. Para que la digitalización en nuestra industria progrese es necesario que la normativa también evolucione. El seguro es un sector supervisado y, como tal, necesita que las autoridades recorran ese camino con él. En la actualidad, los legisladores están analizando varias cuestiones que tendrán un impacto sustantivo sobre nuestra actividad, como son la inteligencia artificial, el open insurance, la protección de datos…
Uno de los temas donde, quizá, es más palpable esta necesidad de que la norma se ponga al día es la Ley de contrato de seguro. Este texto, que data de 1980, establece unas exigencias que tenían su lógica en aquel entonces pero que, quizá, hayan quedado superadas por las costumbres sociales y la realidad tecnológica en que vivimos.
Por último, me gustaría hacer mención a la aparición de nuevos riesgos a los que debe hacer frente el seguro. Uno de ellos son las nuevas formas de movilidad. En los últimos años el tráfico se ha vuelto más heterogéneo. Al clásico panorama de coches y peatones se han venido a sumar patinetes, bicicletas eléctricas y otros dispositivos personales. Pues bien, estos medios de transporte constituyen también una fuente de accidentes y, consecuentemente, deberían contar con un seguro. Está claro que el riesgo que entrañan no es el mismo que el que pueda suponer un automóvil, por lo que el alcance de su cobertura debería estar regulada en función de sus características.
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