Los últimos indicadores constatan que, en este primer semestre de 2015, la recuperación económica tanto en Cataluña como en España se afianza, la economía crece a buen ritmo -sobre todo en comparación con los países europeos- y las previsiones de crecimiento a medio plazo se corrigen al alza. Además, los datos de los indicadores de corta frecuencia son positivos: la actividad en el sector servicios se acelera; la confianza de los consumidores se vuelve a situar en la zona de optimismo; la producción y facturación de la industria, y también los pedidos, crecen; la actividad en la construcción comienza a mostrar un repunte; y el sector exterior sigue registrando cifras muy positivas en cuanto a exportaciones y visitas de turistas. Asimismo, el contexto es absolutamente favorable para fortalecer esta recuperación: el bajo precio del petróleo, la ausencia de presiones inflacionarias, la caída de la cotización del euro, los tipos de interés en mínimos, la política monetaria de estímulo implementada por el BCE y una política fiscal menos restrictiva. Foment ha presentado las conclusiones que se desprenden de su nuevo Informe de Coyuntura, que analiza el primer semestre de 2015 y avanza el panorama para el segundo, al tiempo que hace síntesis de la economía de Cataluña en relación con el global de España y la situación mundial. La presentación, en rueda de prensa, ha ido a cargo del presidente de la Comisión de Economía y Fiscalidad de Foment, Valentí Pich, y del director de Economía de Foment, Salvador Guillermo.
Sin embargo, Foment alerta de los peligros internos que debe afrontar esta recuperación económica y que ahora provienen del ciclo electoral en el que ha entrado España. El desenlace de este proceso, dada la fragmentación política que han legado las municipales, puede conducir a un escenario de mayor dificultad para la gobernabilidad. En este sentido, Foment entiende que los políticos deben asumir su responsabilidad y continuar en la senda de la implementación de las reformas necesarias para la consolidación de la recuperación económica y la recuperación del empleo en Cataluña y España. En este sentido, Foment pide a todos los actores políticos e institucionales un ejercicio de responsabilidad a favor de la gobernabilidad y que rehuyan las posiciones maximalistas o de tipo autista. En este sentido, Foment recuerda que las asociaciones empresariales y sindicales han hecho un esfuerzo para negociar, lo que ha fructificado en el acuerdo para los criterios de determinación de los incrementos salariales, lo que permitirá una paz social negociadora los próximos tres años.
Confianza en la economía española
La confianza en la economía de nuestro país y de su senda de crecimiento sostenido ha aumentado considerablemente en los últimos meses, lo que viene expresada por el fuerte empuje del consumo y la inversión, e incluso, por los intereses negativos de la deuda pública . Además, ya se constata el crecimiento de crédito nuevo (flujo) con un proceso de desendeudamiento del sector privado (stock). Lo que también se refleja en los precios de las operaciones, ya que el tipo de interés para las pymes se redujo en relación al año anterior.
También hay que señalar el hecho de que el consumo privado experimenta crecimientos superiores al PIB, lo que en anteriores ciclos económicos se daba cuando la percepción de la recuperación cogía fuerza y velocidad de crucero.
Esta mejora se nota en la fuerte generación de empleo. Así, entre el primer trimestre de este año y el primero del año pasado, se han generado más de medio millón de puestos de trabajo en toda España, de los cuales casi un 62% son de carácter indefinidos. Además, en España se ha creado el 12,5% de la ocupación de la zona euro, cuando su peso económico es de 10%, aproximadamente. Los datos de la EPA también se han puesto de manifiesto en las de afiliación a la Seguridad Social, especialmente y de forma significativa en el segundo trimestre.
Por tanto, es imprescindible aprovechar esta fase positiva del ciclo económico para culminar el proceso de reestructuración de la economía, e impulsar las reformas pendientes para favorecer la competitividad y aumentar la productividad con políticas de innovación, liberalización e internacionalización. Es importante conseguir un modelo de crecimiento económico sostenible y afianzar la mejora en el mercado de trabajo, ya la vez mantener la corrección de los desequilibrios macroeconómicos, como el elevado nivel de endeudamiento y de déficit público. En definitiva, la tarea ahora consiste en consolidar el crecimiento de la economía.
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