La Federació Empresarial del Gran Penedès, presenta sus estudios anuales sobre la evolución económica de las comarcas catalanas con unos indicadores establecidos en la trayectoria de 19 años del Índex FEGP. Cómo es habitual, lo hace en la capital catalana en la sede de Foment para acceder a todos los medios de ámbito nacional, y posteriormente en las comarcas Penedès – Garraf, este año el jueves 11 de mayo en la sala Crea&CO de Neàpolis.
La edición 19a del Índex FEGP de Competitividad y Sostenibilidad Comarcal se presenta en un momento de optimismo para la recuperación económica de las comarcas después de los efectos de la pandemia y la situación en Ucrania. Se destaca la rápida reacción de los gobiernos para mantener las empresas y la ocupación, lo cual ha permitido una recuperación rápida de la economía, sobre todo en términos de ocupación. Se valora la puesta en marcha de los fondos europeos Next Generation, que se basan en la transformación hacia economías más sostenibles, digitales e inclusivas y se hace énfasis en la importancia de no olvidar en las comarcas menos competitivas en la distribución de estos fondos para garantizar una recuperación económica justa y sostenible.
En la edición actual del informe, se ha elaborado un análisis comarcal para evaluar la vulnerabilidad y resistencia de las economías en el periodo de mayor impacto de la pandemia, desde febrero de 2020 hasta febrero de 2023. El objetivo es profundizar en la recuperación y transformación de las economías comarcales, a pesar de que todavía hay limitaciones en los datos e indicadores para describir plenamente el impacto de la pandemia en la competitividad. Este informe se centra a captar las desigualdades en la recuperación económica de los diferentes sectores productivos y de las comarcas, destacando especialmente el análisis de la diferencia entre las comarcas rurales y urbanas.
Finalmente, se introducen también resultados obtenidos por las tres comarcas del Penedès, analizando sus dinámicas a largo plazo y los cambios experimentados durante el 2022. Se presentan los pilares de su competitividad y sostenibilidad, así como las principales debilidades que cada comarca presenta para competir en una economía global basada en el conocimiento y la tecnología. El capítulo de cada comarca concluye con unas orientaciones estratégicas para contribuir al proceso de toma de decisiones. En resumen, el informe ofrece una visión completa de la situación económica y las oportunidades para la transformación hacia economías más sostenibles e inclusivas de las comarcas, y propuestas para garantizar una recuperación económica justa y sostenible.
El informe de este año revela una rápida recuperación de la ocupación en las comarcas de Cataluña, pero destaca desigualdades en la competitividad y recuperación económica
El Índex FEGP de competitividad y sostenibilidad comarcal pose de manifiesto una rápida recuperación de la ocupación en las comarcas de Cataluña después de los efectos de la pandemia y la situación en Ucrania. Se ha observado una tendencia positiva en la afiliación laboral, consiguiendo niveles previos a la crisis sanitaria. Sin embargo, se han identificado desigualdades en la competitividad y la recuperación económica entre las comarcas.
Las comarcas más competitivas han experimentado una recuperación más notable, destacando casos como Osona, Gironès, Tarragonès, Baix Llobregat y Pla de l’Estany. Es importante señalar que las comarcas menos orientadas al modelo de crecimiento basado en conocimiento y tecnología y con una orientación más local o regional han experimentado una recuperación más limitada. Además, algunas comarcas, como la Ribera de Ebro, Terra Alta, Noguera y Garrigues, han registrado una contracción de la ocupación, reflejando los retos y las dificultades específicas que enfrentan.
En conclusión, todo y la recuperación general de la ocupación en las comarcas de Cataluña, se han identificado desigualdades en la competitividad y la dinámica de recuperación económica. Es fundamental continuar impulsando medidas e inversiones que promuevan una recuperación justa, sostenible e inclusiva para todas las comarcas, especialmente aquellas que presentan mayores desafíos para adaptarse al nuevo contexto postpandémico.
Transformación económica en Cataluña: De la pandemia a un modelo sostenible y digital
Durante el periodo de crecimiento económico antes de la pandemia de la COVID-19, se identificaron cuatro pilares fundamentales en el modelo de crecimiento: el desarrollo de los servicios de producción vinculados con la mejora competitiva, la innovación y la digitalización; el turismo; las actividades relacionadas con el estado del bienestar; y la actividad inmobiliaria y la construcción. Este crecimiento se centró principalmente en las comarcas urbanas, con una contribución significativa del sector industrial manufacturero al ámbito rural.
Desde la pandemia, la ocupación en Cataluña ha experimentado cambios significativos. Ha habido un aumento importante en las actividades de la administración pública y la sanidad y servicios sociales, impulsado por el aumento de la inversión pública y los fondos Next Generation de la UE. Las actividades de información y comunicaciones, así como las actividades profesionales, científicas y técnicas, también han contribuido positivamente a la ocupación. En cambio, la hostelería ha registrado una caída destacada que no se ha recuperado hasta muy entrado el 2023, mientras que las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento han mostrado una recuperación positiva a partir del 2022.
En general, se observa un cambio en la distribución sectorial de la ocupación en Cataluña, con un crecimiento significativo en las actividades relacionadas con la salud, la administración pública, la innovación y la digitalización, así como de las actividades energéticas y medioambientales para fomentar un modelo de desarrollo más sostenible.
Desigualdad territorial en la recuperación económica: Las zonas urbanas lideran la transformación tecnológica y ecológica mientras las zonas rurales se terciaritzen
Poniendo el foco en si se ha producido una recuperación desigual entre el ámbito rural y el urbano, se constata que el ámbito intermedio ha experimentado un mayor crecimiento, seguido del ámbito urbano y, finalmente, el ámbito rural. Los datos de afiliación a diferentes sectores entre 2019 y 2023 muestran que las comarcas urbanas están experimentando una transformación en su estructura productiva. Se están dando crecimientos significativos en las actividades relacionadas con la tecnología y la innovación, la información y las comunicaciones, las actividades profesionales y técnicas, y las actividades sanitarias y de servicios sociales. Esto indica una tendencia hacia una economía más basada en la tecnología y la innovación, con una mayor demanda de servicios relacionados con las nuevas tecnologías y la salud. También se observa un aumento en las actividades relacionadas con la gestión de residuos y la reducción del impacto ambiental, indicando una importante transición ecológica en las comarcas urbanas.
Por otro lado, las comarcas rurales también están experimentando una transformación significativa de su tejido productivo. Las actividades administrativas y auxiliares, las actividades de los hogares, las actividades inmobiliarias, las actividades artísticas y de entretenimiento, la administración pública, las actividades sanitarias y servicios sociales, el transporte y almacenamiento, y las actividades profesionales y técnicas son las que experimentan un mayor crecimiento. Sin embargo, la agricultura, la ganadería, la pesca y la energía eléctrica y el gas han mostrado una disminución relativa, indicando una transición hacia una economía más diversificada y orientada a los servicios en las comarcas rurales.
La recuperación económica ha evidenciado cambios relevantes en el papel del turismo y la actividad inmobiliaria durando y después de la pandemia. A pesar de que las actividades relacionadas con la transición ecológica y la digitalización han ganado protagonismo en la creación de ocupación, existe una desigualdad territorial clara en este nuevo modelo, beneficiando principalmente las zonas urbanas. El sector industrial rural mantiene un alto dinamismo, mientras que el turismo crece más intensamente en las zonas urbanas e intermedias que en las rurales.
En resumen, las comarcas urbanas de Cataluña están experimentando una transformación hacia sectores más tecnológicos e intensivos en conocimiento, así como una transición ecológica importante. Las comarcas rurales también están experimentando cambios en su tejido productivo, con una diversificación hacia sectores de servicios y una menor dependencia del sector primario.
Barcelonès mantiene su supremacía compitiendo con Vallès Occidental, Baix Llobregat y Gironès en el ranking de la competitividad comarcal
El Barcelonès continúa siendo la comarca más competitiva de Cataluña, destacando por su economía interna, acceso a los mercados y demanda interna exigente. Sin embargo, presenta debilidades en sostenibilidad y disponibilidad de suelo. El Vallès Occidental apuesta por la competitividad empresarial, pero tiene que mejorar su sostenibilidad y accesibilidad a los mercados globales. El Baix Llobregat consolida su competitividad gracias a la mejora de los niveles de calificación de su población y su oferta de mano de obra. El Gironès destaca por su ecosistema empresarial robusto, innovador y sostenible, a pesar de la limitación de suelo disponible. El Vallès Oriental destaca por su potencial de competitividad gracias a su ubicación estratégica y una cultura de innovación, y una población cada vez más cualificada. El Segrià destaca en sostenibilidad e infraestructuras, pero tiene que mejorar en innovación y acceso a los mercados para mantener su competitividad. El Maresme mejora su competitividad gracias a la mejora de la calificación de su población, que se consolida como elemento clave, a pesar de las debilidades en sostenibilidad medioambiental, la disponibilidad de suelo e innovación. La apuesta por la sostenibilidad de Osona es una ventaja competitiva, pero los recursos humanos y el emprendimiento continúan siendo un reto.
Estabilidad en el ranking de competitividad de las comarcas catalanas, pero con cambios significativos. Mejora generalizada el 2022.
El Índex de competitividad FEGP de las 42 comarcas catalanas ha mostrado cierta estabilidad en los primeros lugares, con el Barcelonès y el Vallès Occidental manteniendo lo primero y segundo lugar respectivamente. Algunas comarcas, como el Baix Llobregat y el Gironès, han experimentado cambios significativos en su ranking, mientras que otros como el Vallès Oriental, Osona y el Baix Camp han perdido posiciones. A pesar de las transformaciones disruptivas de la pandemia, la competitividad continúa siendo determinada por los mismos factores que ya se conocían, como el mercado, las infraestructuras, la tecnología y la población activa con niveles de calificación elevados. El 2022 ha sido un año de mejora general en el índice FEGP de competitividad comarcal, con todas las comarcas, excepto el Arán, experimentando una mejora en su valor respecto al año anterior. Esto puede ser atribuido a las políticas públicas implementadas para fomentar la competitividad, así como a las tendencias macroeconómicas positivas a escala nacional e internacional. Algunas comarcas, como el Baix Ebre, Baix Penedès, Selva y Baix Empordà, han tenido un aumento notable en el índice de competitividad durante el 2022.
La eficiencia en el uso de los factores de producción y el modelo de desarrollo, claves para la competitividad de las comarcas catalanas
Las comarcas catalanas presentan diferentes niveles de competitividad y riqueza, los cuales están relacionados con su capacidad para gestionar eficientemente los factores de producción e implementar un modelo de desarrollo sostenible. El índice FEGP de competitividad revela que las comarcas con mejores condiciones tienden a obtener niveles más altos de renta. Las estrategias de desarrollo varían, con algunas comarcas destacando por su eficiencia en el uso de los factores de producción y su orientación hacia sectores intensivos en conocimiento y tecnología para los mercados globales. Otras comarcas, a pesar de tener externalidades importantes, pueden registrar niveles de producción inferiores a causa de factores como la distribución de la población ocupada en otras comarcas próximas. Al mismo tiempo, las comarcas más pequeñas y rurales han conseguido unos niveles de producción elevados mediante modelos de desarrollo endógeno adaptados a sus características. Así, la competitividad y la riqueza de las comarcas catalanas dependen no solo de la eficiencia en el uso de los factores de producción, sino también de la capacidad de cada comarca para establecer un modelo de desarrollo adecuado a sus necesidades y potencialidades.
El Alt Penedès se mantiene en la 14 posición durante el 2022. Así, la comarca ha mantenido una posición relativamente constante en los últimos años, sin grandes oscilaciones en ninguna dirección significativa
Los pilares de la competitividad del Alt Penedès: suelo, infraestructuras y servicios de transporte, acceso a los mercados e innovación.
El espíritu emprendedor y la calificación de la población, factores limitadores de la competitividad en el Alt Penedès.
Los elementos en la que la evolución 2022 inciden más positivamente en la competitividad de la comarca se sitúan en los factores relacionados con la calificación de los recursos humanos y el emprendimiento, con un incremento notable de la población con estudios professionalitzadors y estudios superiores y también de las sociedades constituidas, que registran un máximo durante el 2022.
Por el contrario, se dan retrocesos importantes en los factores de sostenibilidad, sobre todo en los indicadores sociales, con un peor comportamiento en los aspectos relacionados con la calidad de la ocupación: estabilidad y siniestralidad laboral.
El Alt Penedès destaca por su competitividad gracias a factores como la disponibilidad de terrenos para la actividad económica y las infraestructuras de transporte. Estos elementos han atraído inversiones con altos requerimientos logísticos y han contribuido a generar una demanda sofisticada de bienes y servicios intensivos en conocimiento y tecnología. Sin embargo, la comarca se enfrenta a retos que limitan su competitividad, como por ejemplo la carencia de espíritu emprendedor y la baja calificación de la población. Es crucial impulsar el emprendimiento, mejorar los servicios educativos y professionalitzadors, así como fomentar los servicios empresariales avanzados y la transformación digital para conseguir un desarrollo económico sostenible a largo plazo.
En cuanto a la sostenibilidad, el Alt Penedès presenta desafíos tanto en el ámbito social como en el ámbito medioambiental. A pesar de ofrecer oportunidades laborales, hay desajustos en la calificación de la población, lo cual contribuye a una incidencia relativamente alta del paro. En el ámbito medioambiental, la comarca muestra un consumo elevado de recursos y necesita mejorar la gestión para limitar el impacto ecológico de las actividades residenciales y productivas. Es imprescindible desarrollar actividades relacionadas con la transición ecológica, como el reciclaje, las energías renovables y la economía circular, para asegurar la sostenibilidad del modelo de desarrollo a medio y largo plazo.
El Baix Penedès con la 16.ª posición obtiene su mejor registro y recupera las posiciones perdidas el 2021
Las fortalezas del Baix Penedès residen en su mercado interno en constante crecimiento, la presencia de IDIADA, la diversificación económica y su ubicación estratégica.
Las bases del crecimiento económico de la comarca están muy influenciadas por las dinámicas poblacionales y la actividad constructora.
El balance en el Baix Penedès en cuanto al conjunto de dimensiones de competitividad analizadas es una ligera mejora respecto al año anterior. El adelanto más significativo se sitúa en la gran mejora en el espíritu emprendedor y dinamismo empresarial, que posiciona en la comarca al frente en la creación de ocupación. La otra gran mejora se sitúa en la infraestructura de transporte y comunicaciones, por el importante despliegue registrado de la fibra óptica y del 5G durante el 2022. Hay que destacar también el importante dinamismo demográfico y el retorno de la actividad constructora residencial.
El Baix Penedès mantiene sus fortalezas competitivas en base a factores como la existencia de un mercado interno en crecimiento, la presencia de IDIADA como motor de investigación e innovación, la diversificación de la economía y su ubicación estratégica en relación con las principales infraestructuras de transporte. Sin embargo, todavía se afrontan desafíos cruciales, como la falta de infraestructuras y capacidades formativas para atraer empresas e impulsar la innovación, así como los problemas relacionados con el paro y la sostenibilidad ambiental. Es necesario desarrollar estrategias de desarrollo local que mejoren las infraestructuras, promuevan la formación y fomenten el ecosistema innovador. Además, hay que tomar medidas para reducir el paro y mejorar la gestión de los recursos naturales para garantizar un desarrollo económico sostenible y atractivo para empresas y profesionales cualificados. En definitiva, el Baix Penedès tiene potencial para mantenerse competitivo gracias a sus ventajas, pero es crucial abordar los retos pendientes para conseguir un desarrollo económico más fuerte y sostenible.
El Garraf mantiene la 7.ª posición en el ranking de competitividad comarcal ganada el 2021, su mejor registro desde que se inició la serie el 2003
Accesibilidad a los mercados, espíritu emprendedor y dinamismo empresarial son los pilares de la competitividad de la comarca del Garraf.
Los factores que limitan la competitividad de la comarca son la disponibilidad de suelo para la actividad económica y la poca exigencia en innovación de la demanda de bienes y servicios.
A pesar de que la comarca mantiene la 7.ª posición, el balance global de la evolución de los factores de competitividad el 2022 es ligeramente negativo. La mejora se sitúa principalmente en la calificación de los recursos humanos y los recursos para la educación y la formación profesional, la disponibilidad de suelo para la actividad económica y el volumen y la actividad del mercado. Los retrocesos han estado en las infraestructuras de transporte y comunicaciones, en los servicios que apoyan a la mejora competitiva del tejido productivo y en la sostenibilidad ambiental.
El Garraf tiene varios factores que contribuyen a su competitividad. Destaca la accesibilidad a los mercados, tanto internamente como través de importantes esos viarios e infraestructuras de transporte. Además, la comarca tiene un mercado interno dinámico, alimentado por la atracción de población y la actividad constructora residencial. Otras ventajas son el espíritu emprendedor y la calificación de los recursos humanos, con una elevada proporción de población con estudios superiores. Sin embargo, la disponibilidad de suelo para la actividad económica es limitada y el tejido productivo tiene una exigencia reducida en innovación y tecnología, lo cual puede afectar su competitividad.
Por otro lado, el Garraf presenta algunos desafíos. El elevado precio del suelo y las limitaciones de desarrollo territorial son factores que limitan la atracción de nuevas localizaciones empresariales. Además, la comarca tiene una baja diversificación de la economía y una demanda poco exigente en innovación y conocimiento, lo cual dificulta la emergencia de oportunidades laborales cualificadas. También hay que mejorar la gestión de los recursos naturales y abordar los desequilibrios en la calificación y la ocupación. En resumen, el Garraf necesita impulsar medidas para fomentar la actividad económica, mejorar el acceso al trabajo, promover la diversificación económica y aumentar la demanda de conocimiento y tecnología para garantizar su competitividad y sostenibilidad a largo plazo.
La edición de este Índice, elaborado por la empresa ACTIVA PROSPECT, se ha podido realizar gracias al apoyo incondicional de CAIXABANK, y el apoyo de los Ayuntamientos de Vilanova i la Geltrú y Vilafranca del Penedès, la Diputación de Barcelona y Nodo Garraf.
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