El 2022 el mundo aguarda más certezas sobre los desafíos a que se enfrenta y es más consciente de su vulnerabilidad e interdependencia. El futuro es siempre incierto, pero la incertidumbre ahora no es tanto respecto al que, sino sobre el como, el quien e, incluso, el cuándo. No es ningún problema de diagnóstico. Sobran datos y conclusiones sobre la trascendencia del momento actual, y de las grandes transiciones en curso como por ejemplo la digital, la verde o la laboral. Aun así, la incapacidad para llevarlas a cabo de manera colectiva e inclusiva nos sitúan en un escenario de fractura. El debate se centra en saber dónde estan los límites de una posible irreversibilidad, qué tipo de liderazgo está mejor preparado o disfruta de más legitimidad para pilotar estas transformaciones, y cuál es la mejor fórmula para gestionar este proceso de cambio con los costes sociales más bajos posibles.
Todas estas cuestiones han sido las abordadas por el equipo investigador del CIDOB (Barcelona Centro for International Affairs) en el informe El mundo en 2022: diez temas que marcarán la agenda internacional, presentado en la sede de Foment del Treball por el director del centro, Pol Morillas, y el investigador y coordinador del documento, Eduard Soler, en una jornada de debate moderada por la presidenta de la Comisión de la UE de la patronal, Mª Helena de Felipe.
El secretario general de Foment, David Tornos, ha dado la bienvenida al acto recordando el contexto de recuperación económica con que arrancamos el 2022 y todo aquello que lo puede frustrar como la inflación de los precios, tensiones geopolíticas, malas noticias en el ámbito sanitario, etc. Destacando que como muestra el estudio, en este proceso de arranque postpandémico se hará evidente que el mundo no solo avanza a diferentes velocidades, sino que para algunos colectivos hay retrocesos, por ejemplo, en materia de movilidad, y crisis humanitarias. Y una de las preguntas más recurrentes será si hemos aprendido a afrontar los retos globales con más anticipación, ambición y solidaridad. «El 2022 es un año para reevaluar los límites de la desigualdad, de las medidas restrictivas, de los planes de estímulo, de las tensiones geopolíticas, o de la confianza en las instituciones. La recuperación económica y anímica será desigual y estará condicionada a posibles sobresaltos en la rivalidad entre grandes potencias, el encarecimiento de precios y la plena superación de la pandemia», ha dicho Tornos.
El documento de este año del CIDOB pone el foco en las transformaciones estructurales, que a menudo olvidamos a causa de las crisis encadenadas pero que van cambiando el panorama político. «Son el motor de cambio y las cuestiones que nos tendrían que preocupar a la hora de desarrollar políticas públicas. En cambio, nos encontramos en una situación de permanente solución de las crisis inmediatas», ha señalado el director del CIDOB, Pol Morillas.
Según Morillas «el mundo no tiene un problema de diagnóstico. Se reconoce la necesidad y la urgencia de las transiciones socioeconómicas, tecnológicas y climáticas en curso». Y ha añadido: «El debate se centra a saber qué tipo de liderazgo está mejor preparado o disfruta de más legitimidad para pilotar los cambios, y como hacer este proceso con los menores costes sociales, y dónde está el umbral de una posible irreversibilidad».
Los liderazgos internacionales se reexaminarán a través de elecciones clave como las de Francia, Brasil, Hungría, las midterm en los EE. UU., o el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, explica Morillas. Qué tipo de ideas, personas y modelos disfrutarán de más apoyo y legitimidad para transitar hacia el mundo postpandémico, es la grande incognita.
Por su parte, el investigador y coordinador del estudio, Eduard Soler, ha interpelado a los asistentes sobre sí son conscientes del impacto que puede tener la nueva visión medioambiental. «La Cumbre de la Biodiversidad se celebrará en China y este es un factor muy importante, teniendo cuenta que uno de los grandes retos es cómo China se quiere relacionar con el mundo. La cuestión climática es un tema que en China preocupa y genera inquietud dentro de la propia población. Un informe del World Economic Forum apunta un gran margen para crecer si China transita hacia otro tipo de crecimiento económico centrado en la transición verde y digital». La pandemia pone sobre la mesa la afectación de elementos derivados directa o indirectamente de la crisis del ecosistema.
Para acabar, Morillas ha puesto de relevo la relevancia del informe para las empresas catalanas: «proporciona el contexto global que tienen que considerar en el desarrollo de su actividad. Sin conocer las grandes tendencias, las empresas se encontrarán con unos elementos disruptivos que afectarán a sus relaciones económicas. No se aconseja sobre decisiones estratégicas, pero se explican aspectos fundamentales que tienen que incorporar en su manera de entender el mundo. El interconexionado entre el conocimiento internacional y el desarrollo empresarial, para que pasen al lenguaje y a la toma de decisiones diaria de las empresas».
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