A pesar de no querer entrar a valorar las medidas de salud pública, Foment del Treball muestra preocupación por la precipitación y la carencia de diálogo previo, que hubiera ayudado a acompañar y a calibrar las medidas aplicadas.
Se debe evitar la criminalización de determinados sectores, que ya han sufrido de forma destacada la crisis por las fuertes restricciones, y que no necesariamente tienen causa de incidencia extrema para la propagación del virus.
Justamente, estos sectores que se han visto fuertemente afectados, han hecho un cumplimiento estricto de las medidas de seguridad ante la Covid, puesto que estaban sensibilizados con la enfermedad, y con que si no se hacía bien el control podían sufrir paradas del sector, después de meses y meses cerrados por la normativa de salud pública ligada a las restricciones.
También hay que graduar el cierre y reducción de aforos, en un contexto de fuerte vacunación, que hay que llevar aceleradamente con la dosis de refuerzo, que permite más margen que antes de la vacunación generalizada, que parece que han usado otras CC.AA.
Es por eso que hay que dar el máximo apoyo a los sectores afectados, sobre los que están recayendo desproporcionadamente las medidas de salud pública, y tienen que ser compensados adecuadamente, reforzando la solidaridad intersectorial con las actividades que se ven más afectadas por la pandemia.
Además, es necesario que se haga de forma ágil, puesto que muchos de los sectores afectados ven una larga parada y les ha costado ponerse en marcha de nuevo, personal, económica y laboralmente, y requieren una programación con compromisos adquiridos de que no es gratuita su dejación.
Por consecuente, Foment del Treball reclama la convocatoria urgente del Consell de Diálogo Social presidido por el Presidente de la Generalitat y de cariz monográfico sobre las ayudas a los sectores afectados por las restricciones.
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