El 2020 ha sido un año intenso, marcado por la pandemia de la covid. El inicio de la pandemia el mes de marzo, el decreto del Estado de Alarma en España y la parada prácticamente total de la actividad económica durante casi tres meses lo han transformado todo, precipitándonos hacia una crisis económica sin precedentes en el mundo entero.
Aun así, las empresas se han movilizado y lo han dado todo. Se han involucrado y comprometido con uno de los principales problemas: la escasez de material sanitario y equipos de protección individual. Desde Foment del Treball se ha centralizado una parte de estas acciones solidarias y altruistas, a través de las cuales muchas empresas socias de la institución han hecho y continúan haciendo efectivo su compromiso en la lucha contra la covid. Lejos de buscar el protagonismo, las empresas solo quieren ayudar. Por eso me siento especialmente orgulloso y satisfecho.
El clima de colaboración y alianzas con el resto de organizaciones empresariales ha estado más intenso que nunca y esto repercute, sin lugar a dudas, en beneficio de los empresarios. Empresas grandes, medianas, pequeñas, emprendedores, autónomos… con todos estamos comprometidos y a todos ellos representamos. Y esto es así porque hemos contado con el apoyo de todos los socios, del equipo humano de Foment y de la fuerza intrínseca de la institución empresarial con más historia de Cataluña.
A lo largo de los meses de confinamiento y restricciones hemos estado junto al Hospital Clínico y de la Cruz Roja, proponiendo soluciones como la puesta en marcha de los ERTE, el aplazamiento de los pagos de impuestos, la reclamación de 50.000 millones de euros en ayudas directas para las empresas o la petición de una emisión de coronabons de 1,5 billones de euros a través de una misiva dirigida a la cancillera Angela Merkel, que fue el inicio de los Fondos Next Generation.
La influencia para lograr todas estas reclamaciones solo es posible si contamos con las personas adecuadas y con capacidad de interlocución ante las administraciones públicas. Y en Foment, ahora sí, disponemos del equipo humano necesario, integrando el 75% del PIB catalán, contando con 25 organizaciones territoriales y 95 sectores industriales, más de 250 mil empresarios autónomos de Cataluña, 24 comisiones asesoras –doce de ellas presididas por mujeres–, y los jóvenes empresarios a través del AIJEC y del Talento Hub Institute.
Foment ha demostrado que es una organización viva y activa, con personas que con su iniciativa empresarial, su capacidad y energía ponen en marcha cada día la actividad económica y el dinamismo de nuestras comarcas y principales ciudades. Su potencial y capacidad de trabajo se ha confirmado todavía más ante la situación de extrema complejidad que estamos viviendo.
En definitiva, cerramos un año que nos ha marcado a todos, en un momento histórico y ante una crisis económica profunda. Pero con luces largas en un 2021 que vendrá marcado por la recuperación económica y social del país. Se cumplen 30 meses de mandato de la Junta Directiva de Foment del Treball liderada por Josep Sánchez Llibre como presidente, un periodo en que ya se han logrado muchos de los objetivos, a pesar de que quede un largo camino por recorrer.
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