Mientras en el ámbito empresarial, llevamos dieciocho meses haciendo un sobre esfuerzo para seguir existiendo, con la complicidad de todos, trabajadores, colaboradores, consumidores y empresarios, otros se dedican a poner palos a las ruedas, para que la economía no funcione correctamente, faltando a su responsabilidad.
Uno puede discrepar sobre una propuesta, pero lo correcto es poner sobre la mesa otra y defender el porqué de las diferencias, con la primera.
Decir que no siempre y a todo lo que propone otro, sin proponer ni trabajar alternativas, lleva a la paralización, a la decadencia, a la destrucción.
Imponer posturas sin querer negociar con los que discrepan, es faltar al más mínimo sentido democrático y político.
A los empresarios se nos dice que invirtamos, que innovemos, que creemos riqueza y puestos de trabajo, mientras esos mismos, impiden inversiones, dificultan proyectos, destruyen lo que funciona en aras de una entelequia mental que solo ellos conocen.
Falta conocimiento de la realidad, ser pragmáticos, como lo somos los empresarios, que adquirimos compromisos y los cumplimos. Que sabemos negociar y llegar a acuerdos
AENA empresa privada, quiere invertir 1.700 M€ en el aeropuerto de El Prat y ha explicado todos los pormenores de su inversión, así como la riqueza que genera esta inversión.
Solo en el territorio de L’Hospitalet y el Baix Llobregat, con la ampliación, se pasaría de ser el 13 % del PIB de Catalunya a ser el 17% del PIB.
En este territorio viven 1.100.000 personas e históricamente hemos tenido y tenemos, un déficit de inversiones en infraestructuras y transporte público, que no se ha correspondido con nuestro tamaño ni con la aportación de riqueza a la economía.
Por contra, en este territorio están implantadas unas estructuras que dan servicio a toda Catalunya, especialmente en el ámbito de la promoción económica como son La Fira, el Puerto y el Aeropuerto.
Contra toda lógica, cada día desde que se propuso la inversión, han crecido las voces contrarias sin ser del territorio y sin aportar soluciones. Parece como si esas voces les uniera solo el deseo de la inversión no se haga.
Entendemos que, ante esta postura irracional, los responsables decidan no hacer la inversión prevista y que Barcelona (Catalunya) tenga un aeropuerto al límite de su capacidad y sin posibilidad de ser un hub intercontinental.
Una vez más, perdemos una oportunidad de futuro.
¿Alguien cree que si seguimos así tenemos futuro?
Artículo de M. Rosa Fiol, Vicepresidenta y Directora General de AEBALL, publicado en ABC.
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